Convirtió la política exterior de nuestro país en una herramienta al servicio de sus intereses particulares y del grupo político que representa: de la Peña Gómez


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Ciudad de México, a 10 de octubre de 2017

Convirtió la política exterior de nuestro país en una herramienta al servicio de sus intereses particulares y del grupo político que representa: de la Peña Gómez

Discurso de la senadora Angélica de la Peña Gómez, para fijar la postura del Grupo Parlamentario del PRD durante la comparecencia del Doctor Luis Videgaray Caso, Secretario de Relaciones Exteriores.

Angélica de la Peña Gómez (ADLPG).- Doctor Luis Videgaray Caso, Secretario de Relaciones Exteriores.

El análisis del contenido del V informe de gobierno constituye, en los hechos, la última evaluación sobre el estado de la nación que haremos quienes hoy nos encontramos en funciones. De ahí la relevancia de que el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática exprese un planteamiento claro y contundente en torno a lo que ha sido la política exterior de nuestro país en el último año y de la administración del Presidente Peña.

Por ello, más allá del simple recuento estadístico o anecdótico de los 13 viajes internacionales o de la visita de 7 Jefes de Estado o de Gobierno que tuvieron lugar a lo largo de los últimos 12 meses, el análisis del V informe de gobierno representa una oportunidad inmejorable para evaluar la política internacional del gobierno al que usted representa.

Usted no solo es el responsable de lo acontecido en la Cancillería a partir de su nombramiento en enero de este año, usted también es el responsable de la principal crisis de credibilidad que ha sufrido la institución presidencial en las últimas décadas.

Según el texto de la presentación del informe, el cual está suscrito personalmente por usted, “la política exterior es la herramienta principal del Estado mexicano para afirmar la soberanía nacional y fomentar el desarrollo económico y social por medio de las interacciones con el exterior”.

Sin embargo, usted convirtió la política exterior de nuestro país en una herramienta al servicio de sus intereses particulares y del grupo político que usted representa, comprometiendo la soberanía y lesionando drásticamente la dignidad de las mexicanas y los mexicanos que, hoy en día, aún le reprochamos el haber invitado a nuestro país, y tratado como Jefe de Estado, a pesar de su odio y hostilidad a quien entonces era un mediano candidato del partido republicano.

Episodios como este llevan a cualquier análisis serio y objetivo a la conclusión de que durante los últimos cinco años, las relaciones de México con el mundo se han consolidado como uno de los rubros con mayor debilidad y ausencia de rumbo.

Las prioridades se encuentran dispersas en el simple recuento estadístico y, a cinco años de distancia, en lugar de avanzar, hemos retrocedido cada día más en el escenario internacional.  En este contexto, si algo nos ha dejado claro el estudio del quinto informe de gobierno en materia de política exterior, es precisamente la certeza colectiva, mayoritaria, de que al actual gobierno le faltó fortaleza, capacidad, voluntad, humildad e imaginación para hacer un alto en el camino, corregir el rumbo, replantear los objetivos y ajustar la estrategia.

En México el titular del Poder Ejecutivo tiene el monopolio exclusivo de la definición de la conducta internacional de nuestro país, pero también ha sido posible, y esto hay que reconocerlo aquí en este Senado de la República, gracias a la complacencia, complicidad, ausencia de visión, falta de disposición o carencia de autonomía de un poder legislativo que no ha sabido, y en ocasiones no ha querido ejercer a cabalidad sus facultades constitucionales de control, y que se ha resistido a modificar y actualizar dicho modelo para hacerlo compatible con el nuevo contexto de diversidad y pluralidad política y social que caracteriza a nuestro país en estos días.

Necesitamos fortalecer el ejercicio cotidiano de nuestra facultades constitucionales en materia de política exterior, claro, entre otra, peor hoy nos ocupa la materia exterior y redefinir todo aquello que sea necesario para ejercer una verdadera tarea de corresponsabilidad y un mayor contrapeso democrático.

En la Democracia en América, Alexis de Toqueville escribió que “es precisamente en la conducción de los asuntos exteriores en donde los regímenes democráticos parecen decididamente más inferiores a los demás”, y México no es la excepción.

Demandamos una política exterior que refleje los intereses de las mayorías y no sólo los de la élite o la minoría gobernante.

Una política exterior que tenga claras sus prioridades, que defina claramente cuál es el lugar que queremos que ocupe México en el Mundo que siente las bases de la reinserción internacional de nuestro país en los próximos años y décadas.

Hemos sido simples testigos de la consolidación de la tendencia que ha permitido a países como China y a otras economías en desarrollo tomen ventaja y colocarse en una mejor posición en el escenario global y regional de nuestro tiempo.

China ha terminado de desplazarnos como socio comercial de los Estados Unidos y Brasil, con todo y sus problemas políticos,  sigue siendo el país más visible y con mayor liderazgo de América Latina.

De igual forma, hemos llegado tarde y seguimos muy lejos de regiones como Asia Pacífico y África, sin olvidar que aún no logramos aprovechar al máximo el potencial de nuestras relaciones con regiones como la Unión Europea.

Seguimos sin recuperar espacios reales y significativos en América Latina y el Caribe, y la dependencia hacia los Estados Unidos nos ha mostrado como una nación cada vez más vulnerable. Como consecuencia, la percepción internacional sobre México es que somos un país ensimismado en su problemática interna, sin rumbo y particularmente extraviado en sus relaciones con el mundo.

Hoy, padecemos un contexto definido y caracterizado por la crisis de confianza en la relación con los Estados Unidos, al igual que por el estrepitoso fracaso de la estrategia nacional y bilateral de lucha contra el narcotráfico.

De esta forma, en este último año, el gobierno de la República no sólo nos ha sumido en la peor crisis de seguridad de la que hayamos tenido conciencia, también ha colocado al país en una de las situaciones de mayor debilidad y subordinación frente a los Estados Unidos.

Por ello el gobierno decidió que era buena idea declarar persona non grata y expulsar de México al Embajador de Corea del norte; por primera vez escuché a usted decirnos que era para proteger a Japón, y ello demuestra que nuestro gobierno ha sido incapaz de presentar una posición digna frente al embate cotidiano y sistemático del Presidente Trump.

En el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, sostenemos que el fracaso de la estrategia nacional de lucha contra la delincuencia y la aceptación de esquemas de cooperación injerencistas y  asistencialistas, es responsabilidad exclusiva del titular del gobierno federal.

De aquí que lo más importante sea buscar redefinir los actuales esquemas de cooperación vigentes entre México y Estados Unidos. Necesitamos un modelo de interacción bilateral verdaderamente corresponsable.

La agenda bilateral más importante para nuestro país sigue dominada por los temas de interés de los Estados Unidos.

No hemos visto que el gobierno mexicano haya sido capaz de colocar los temas de interés para México como prioridades del diálogo bilateral, temas como la migración, el desarrollo regional y la construcción de una verdadera vecindad siguen brillando por su ausencia.

Ha llegado el momento, pues, de decidir si queremos seguir siendo una nación cuyo destino se encuentre subordinado al de la potencia vecina, o si nos decidimos a ser una nación cuyo destino dependa, fundamentalmente, de nosotros mismos

Por cierto, la principal medalla que presenta el Poder Ejecutivo en este V Informe de Gobierno, es la celebración en nuestro país del XLVII Periodo de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, encuentro que será recordado gracias a que usted, de manera directa y personal, emprendió una embestida contra Venezuela apartándose de las formas más elementales y de los principios que históricamente habían permitido a nuestro país incidir y jugar el papel de actor protagónico en escenarios similares de polarización y conflicto.

Qué bueno que hoy Venezuela nos está invitando para que participemos en este diálogo, de verdad, era innecesario lo que se perpetró desde la OEA, además no nos fue bien porque perdimos, o perdió usted, ni modo.

Concluyo señalando que el texto del V informe de gobierno, al igual que el de los cuatro anteriores, ha sido una simple recopilación y enunciación de fechas, encuentros, viajes, buenos deseos y acciones sin contenido o resultados visibles.

Por lo tanto, la discusión de fondo, más allá de cifras y recuentos, sigue siendo la urgente redefinición del papel que nuestro país juega en el escenario internacional.

Hay que discutir, por cierto, más respecto de lo de Cataluña, tenemos algunas diferencias y todas estriban en no repetir lo mismo de Venezuela, no hay que meternos en los asuntos internos de los países; bueno, yo le escuché, sería bueno que nos lo aclarara.

Me parece que también sería importante, y por obviedad de tiempo voy a terminar, señor presidente, simplemente recordando que no se trata de apoya o no apoyar a ningún gobierno, no nos equivoquemos, no es así, no, México nunca ha tenido una intromisión en los asuntos internos de los países, tengamos cuidado con eso, nos guste o no nos guste; estemos de acuerdo o no estemos de acuerdo;  o nos preocupe lo que está haciendo Corea del Norte, incluso aun cuando nos preocupe.

Me parece que tengo alguna referencia que me preocupa respecto lo que puede ser este gobierno, el único que no suscrito un tratado internacional, ojalá que no pase eso y en la historia tengamos a este sexenio como un sexenio que se ha resistido a seguir reconociendo los Tratados Internacionales y no me queda claro qué fue lo que dijo respecto al reconocimiento sobre desaparición forzada; ojalá que nos pongamos de acuerdo y el Ejecutivo, la Cancillería pueda enviar los Tratados Internacionales que México necesita aprobara.

Gracias por su atención.

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