Seminario Internacional de Sistemas de Información


3 de octubre, 2017

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA

Bienvenida de la senadora Iris Vianey Mendoza en el Seminario Internacional de Información

Buenos días a todos y a todas.

Bienvenidos al Seminario Internacional de Información que ha sido organizado por las comisiones de Desarrollo Social del Congreso, por la Secretaría de Desarrollo Social y por el Banco Mundial.

Hace algunos meses, surgió la inquietud en el Poder Legislativo de iniciar un proceso de análisis de las iniciativas presentadas para la construcción de un Padrón Único de Beneficiarios.  En el Senado, al que me honro en representar, tenemos tres iniciativas de reforma sobre este Padrón, una iniciativa de creación de una ley específica y una iniciativa de creación de un Sistema Nacional de Información que incluye un padrón único de beneficiarios.

Los sistemas de información social tienen la característica de ser plataformas de tecnología que almacenan y procesan toda la información que permite organizar, gestionar, sistematizar, monitorear y evaluar no sólo los programas sociales sino el universo de la información socioeconómica y, especialmente, sobre quién reciben los beneficios de la política de desarrollo social.

Es un privilegio que, en este Seminario, nos acompañen representantes de algunos países que han avanzado en dar forma a un sistema de información que permita contar con un inventario único a nivel nacional de los programas y de las acciones.

América Latina sigue siendo una de las regiones del mundo con mayores niveles de desigualdad y pobreza, y en México sigue siendo un tema pendiente, un abismo señaló en su momento el titular del Ejecutivo Federal, pasar de la igualdad formal de normas y programas que no inciden realmente en el combate a la pobreza y a las carencias sociales hacia construir transformaciones presupuestales no restrictivas, una política fiscal y  pública, todo con un enfoque de derechos humanos para lograr la igualdad sustantiva y estructural.

El Inventario Nacional del Consejo Nacional de Programas y Acciones de Desarrollo Social que se encuentra disponible en la página del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval por sus siglas) identifica al mes de agosto de 2017 un total de seis mil setecientos cincuenta y un programas y acciones de desarrollo social.

Se imaginan este universo de programas sociales en un país donde, según un estudio publicado en agosto de este año elaborado por un investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México a quienes no se acusar de representar a sectores académicos radicales, el salario mínimo es de 80 pesos al día, es decir, completamente insuficiente para que se pueda alimentar una familia mexicana promedio con lo básico por lo que uno de cada cinco mexicanos padece hambre.

Gran paradoja de un precioso y dolido país de miles de programas sociales en donde, según el ITAM, el 54.4% de la población mexicana vive en pobreza. Vale aclarar que la cifra de Coneval sobre la población en pobreza es del 43.5%.

En ambos casos, tenemos que la violencia, por ausencia de acciones de prevención social, es epidémica y carcome el tejido social.

Ante estos datos, cuando tenemos noticia de que el Inventario federal reporta 233 programas, el Inventario Estatal 3 mil 788 programas y acciones y el Inventario Municipal opera dos mil setecientos treinta programas y acciones de desarrollo social, una pregunta surge naturalmente: ¿De qué nos sirven 6 mil 751 programas si realmente no impactan en la reducción de la pobreza ni de las carencias sociales?

Algo debemos estar haciendo mal como gobernantes y como legisladores para que la construcción normativa garantista que en nuestra Constitución establece la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos, en este caso, los derechos económicos, sociales y culturales, no quede expresada ni en el diseño del presupuesto y de las políticas fiscales ni de las políticas públicas reflejadas en los casi siete mil programas sociales.

Por eso, analizar, reflexionar y conocer experiencias internacionales sobre los sistemas sociales de información, conocer el avance que tiene ya la Secretaría de Desarrollo Social en la sistematización de un padrón de beneficiarios que sea parte de un sistema nacional de información social será muy útil para que logremos las y los legisladores llevar esta discusión al seno del Congreso.

Nos interesa regular e institucionalizar normativamente el conocimiento de quiénes y cómo son beneficiados millones de ciudadanos a través de la política de desarrollo social que planifica el Ejecutivo federal y, a partir de las facultades de Coneval en su condición de órgano constitucionalmente autónomo, se pueda evaluar la eficacia y efectividad de cada uno de los miles de programas sociales con el objetivo de contar con información útil para atacar la desigualdad en la distribución de la riqueza, en los desiguales reconocimiento social y representación política de los sectores socialmente desfavorecidos.

Estamos en un momento crucial de nuestro país, la corrupción y la impunidad nuevamente ha sido develadas con los sismos del 7 y 19 de septiembre pasados, vamos a entrar a una etapa de reconstrucción en la que estarán participando las áreas sociales del gobierno federal y que implicará miles de millones de pesos que se sumarán a los miles de millones de pesos que se han destinado a los programas sociales y queremos que en el ejercicio de cualquier recurso público haya rendición de cuentas y transparencia para lo cual un sistema nacional de información social es herramienta de construcción de la democracia participativa del futuro.

Muchas gracias y nuevamente, bienvenidos y bienvenidas.