Hoy más que nunca necesitamos de una educación que se conciba integralmente y sea resultado de una experiencia social incluyente


Intervención en tribuna del Senador Raúl Morón Orozco, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse al dictamen de las Comisiones Unidas de Educación y de Estudios Legislativos, el que contiene proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Educación.

 

Raúl Morón Orozco (RMO). Con su permiso senador Presidente. Compañeras senadoras, compañeros senadores.

 

Estamos aquí para discutir y votar la Iniciativa Preferente que presentó el Titular del Poder Ejecutivo sobre diversas reformas a la Ley General de Educación, cuyo objetivo es simplificar los trámites para la revalidación de estudios y la inserción al sistema educativo de estudiantes mexicanos deportados de los Estados Unidos.

 

Esta Iniciativa proviene de un enorme agravio en contra de México, el ataque sistemático que Donald Trump ha emprendido contra nuestro país. Pero, también, esta iniciativa es parte de las acciones y acuerdos que deberemos de tomar las y los mexicanos para enfrentar la crisis en la relación bilateral México-Estados Unidos.

 

También coincidimos en que esta crisis abre la posibilidad de retomar el rumbo del país, de corregir el camino y de reconstruir el vínculo se unidad entre la sociedad y el Estado mexicano porque sólo desde un esfuerzo conjunto  y coherente con este objetivo es que tiene sentido hablar de la necesaria unidad nacional.

 

Este esfuerzo que todas y todos debemos hacer para lograr la unidad nacional pero principalmente desde las instituciones y poderes que conforman el Estado mexicano implica enfocar nuestras capacidades en diversos puntos de partido, en principio nos obliga a identificar con mucha precisión las acciones de corto y mediano plazo para defender los derechos de nuestros hermanos en Estados Unidos.

 

Así como las acciones que tendremos que emprender para atender el retorno forzado en nuestro país de otros tantos connacionales y sus familias, desde la economía y hasta la educación este retorno de connacionales implica que el Estado mexicano deberá reorientar los modelos que marcaron en los últimos años el destino de nuestro país.

 

Necesitamos más reformas, programas sociales y políticas púbicas que garanticen oportunidades educativas y laborales para los que regresan, pero también para todas y todos los mexicanos que vivimos de este lado de la frontera.

 

No tendríamos que preocuparnos por la construcción de ningún muro si fuéramos capaces de generar aquí mismo en nuestro país las condiciones de vida, de educación y de trabajo que millones de mexicano demandan cuando piensan en los Estados Unidos como una opción de futuro.

 

El gobierno mexicano tiene la enorme responsabilidad de ser sensible ante las necesidades y reclamos de nuestra sociedad para emprender el camino de una “reforma de todas las reformas”.

 

Pero también debemos construir una estrategia de largo plazo en el área que hoy nos ocupa: una reforma de la educación para todos, migrantes y no migrantes.

 

Esto implica, en primer lugar, rediscutir una reforma educativa que no sea punitiva y que además esté ya perfilada en este nuevo escenario nacional e internacional, quiero decir que México y su nuevo modelo educativo deben ser concebidos como un proyecto social antes que gubernamental y es la misma sociedad, a partir de la cual se debe discutir el método para construir este modelo.

 

Hoy más que nunca necesitamos de una educación que se conciba integralmente y sea resultado de una experiencia social incluyente.

 

En el nuevo contexto de crisis, se ocupa la construcción de una reforma y un modelo educativo que garanticen educación para todos, que asegure que la formación educativa que nuestros niños y jóvenes migrantes y no migrantes reciban, en nuestro sistema educativo, será pertinente, en términos de la adquisición de competencias genéricas específicas, holísticas y transversales que el mundo de la cultura y del trabajo les demanda.

 

La actual reforma educativa dirigida a nuestra población migrante debe ir más allá de un pronunciamiento: debemos pensar ámbitos como la educación a la luz de las experiencias latinoamericanas de los últimos años y redefinir nuestro modelo educativo con nuevos criterios y estándares, que implica fortalecer nuestros valores nacionales de unidad y solidaridad, pero al mismo tiempo, de vinculación y articulación con otras regiones, como la misma Latinoamérica, en la que México debe retomar un liderazgo democrático en educación y en otras áreas del desarrollo.

 

Ante esta situación, la estrategia para afrontar esta difícil situación debe estar centrada en el sector educativo, lo que implica que se debe contar con los recursos suficientes para la aplicación de estas reformas, y con esto evitar que se transformen en letra muerta.

 

Senadoras y senadores, el acceso a la educación, la movilidad educativa y la disminución de la deserción escolar tienen que ir acompañadas de estrategias integrales, de inserción de la población retornada, de las familias trasnacionales y de los migrantes y refugiados que se encuentren en nuestro país, sigamos trabajando en la discusión de una reforma educativa y migratoria mucho más amplia que ponga en el corazón de nuestro marco jurídico los derechos universales de nuestros hermanos migrantes.

 

Una reforma que reconozca su derecho a la certificación de competencias laborales, que genere una respuesta integral de la relación, educación, ejercicio de profesional, mercado de trabajo, que considere la gratuidad en trámite y servicios educativos en todos los niveles, que impulse el modelo de educación dual y que diversifique la capacitación permanente para el trabajo.

 

Necesitamos una reforma educativa y migratoria integral que garantice en cada ola  y escuela la inclusión y la equidad que genere diversas opciones de acompañamiento pedagógico y bilingüe a los docentes para dotarlos de las herramientas didácticas  que hagan de la interculturalidad una convivencia armónica en un entorno escolar.

 

Una reforma educativa y migratoria que aproveche las capacidades científicas y tecnológicas de nuestros migrantes repatriados, que estimule sus habilidades personales y profesionales sobre todo que permita incorporar activamente nuestra población migrante al desarrollo social, cultural y económico  que México necesita.

 

Por todas las razones aquí expresadas, por solidaridad y compromiso con todos los migrantes y sus familias el voto del Grupo Parlamentario del PRD es a favor de esta iniciativa y de la dignidad de nuestros hermanos migrantes mexicanos.

 

Pos su atención, muchas gracias.