Comunicado de prensa del Senador Luis Sánchez Jiménez


Necesarias disculpas de Benjamín Netanyahu por su lamentable postura contraria a México y a Israel; firme el legado de Gilberto Bosques.

Es lamentable e indignante la postura expresada por el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, a travésde su cuenta de Twitter @netanyahu, donde escribió: «El presidente Trump está en lo correcto. Yo construí un muro en la frontera sur de Israel. Detuvo toda la inmigración ilegal. Gran éxito. Gran idea».

Esta expresión de apoyo a la construcción de un muro en la frontera que divide a México con Estados Unidos, impulsada por el presidente Donald Trump, refleja un desprecio del ministro israelí hacía nuestro país y a la relación que México ha tenido y tiene con el Estado de Israel y la comunidad judía internacional.

Que el Primer Ministro Benjamín Netanyahu rehúse ofrecer disculpas por su lamentable comentario, confirma su convicción de realizar acciones políticas aún en contra de la preservación y defensa de los derechos humanos. Tal pensamiento muestra la estrecha visión y escasa dimensión humana del personaje.

Como Senador de la República tengo presente la figura destacada del embajador Gilberto Bosques, diplomático mexicano que desplegó durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, la política nacional en materia de derechos humanos, realizando una intensa labor a través del Consulado Mexicano en la Francia ocupada por los nazis, para albergar y asilar a miles de personas en busca de refugio, que eran perseguidas o expulsadas de sus pueblos y comunidades, en tanto se lograba tramitar y organizar su salida de territorios dominados por la Alemania de Hitler.

En su valiente labor diplomática, Gilberto Bosques logró tramitar alrededor de 40 mil visas para trasladar a los refugiados a zonas más seguras, incluyendo a México, todo ello a riesgo de su propia vida y de su familia, sin distinción alguna ni preferencia, tratando por igual a ciudadanos de distintas nacionalidades, así como diferentes religiones e ideologías, ya fueran cristianos, musulmanes, judíos, protestantes, masones, conservadores, liberales o conservadores.

Tan ejemplar resulto la conducta del embajador Bosques, que a su regreso a México, después de un año de cautiverio a cargo de las tropas alemanas, fue recibido en nuestro país como todo un héroe, reconociendo el profundo humanismo desplegando en sus tareas diplomáticas, proviniendo los elogios y reconocimientos no sólo de las autoridades y ciudadanos mexicanos, sino también de españoles, alemanes y judíos que conformaron comunidades y se asentaron en nuestro país.

El Centro de Estudios Internacionales del Senado de la República de México, lleva su nombre en honor a la prestigiada labor diplomática de este insigne mexicano.

Sirva esta reflexión para expresar al Primer Ministro del Estado de Israel, que como representante popular, como legislador e integrante del Senado de la República, levantaré la voz y condenaré cualquier acto o expresión que tenga como intención denigrar y lastimar al pueblo mexicano, a la vez que mantendré la exigencia a solicitar su disculpa por sus expresiones ofensivas que lastiman la saludable relación de amistad y cooperación de México e Israel.

 

Senador Luis Sánchez Jiménez