¿Cómo y con qué enfrentar a Trump? / Excélsior


No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla. Finalmente, esta semana tomará posesión el nuevo Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y ya tenemos varios indicios del estilo de administración que tendrá el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Desde antes de asumir el cargo, el Presidente electo ya ha empezado a cumplir varias de sus promesas de campaña en contra de México. Entre sus primeras acciones fue amenazar a varias empresas de la industria automotriz con imponerles aranceles altos a los vehículos que envían desde México. Además, ha seguido insistiendo con el discurso de que que pagaremos por la construcción del muro fronterizo. La pregunta es: ¿cómo y con qué debemos enfrentar la posición del señor Trump?

México no tiene por qué agacharse frente al nuevo gobierno americano. Como mexicanos necesitamos creer en nosotros mismos y explotar nuestras fichas para aumentar el costo de las políticas antimexicanas.

De entrada si EU quiere renegociar el TLC, hay que responder de manera contundente que no, y si insisten en salirse, pues que lo hagan. Ya veremos cómo nos va, pero habrá que ser muy claros en los costos y múltiples intereses comerciales que se verían afectados de ambos lados de la frontera.

Respecto a las deportaciones masivas de nuestros paisanos, podemos lograr una disminución importante, apostando a la congestión del sistema jurídico-migratorio gringo. Para eso necesitamos asignar mayores recursos a los consulados para contratar abogados especializados, que defiendan en los tribunales americanos a los migrantes frente a las deportaciones y posibles violaciones de sus derechos humanos. También podemos impedir la repatriación de personas hacia nuestro país, a menos de que comprueben que tienen la nacionalidad mexicana.

En cuanto al muro fronterizo, por ningún motivo aceptaremos su construcción y mucho menos su financiamiento, porque se trata de un acto de hostilidad que atenta contra la relación histórica de amistad y cooperación entre ambas naciones. Para impedir este muro, debemos recurrir a diversas herramientas legales, políticas, ambientales, culturales, incluso, regionales.

En materia de seguridad, México debe profundizar su agenda de legalización de drogas. No tiene sentido seguir derramando sangre de nuestro lado y gastando billones de pesos en una guerra contra las drogas, como la mariguana, cuando cada vez más estados de la Unión Americana abrazan su legalización, consumo, producción, posesión y venta, prácticamente, en la tienda de cada esquina.

Finalmente, sabemos que nuestro vecino del norte sufre de la enemistad de un gran número de países y grupos terroristas, y México ha fungido como un colaborador estratégico para su seguridad nacional. En un escenario de enemistad, podríamos dejar de cooperar con las restricciones que aplicamos en nuestra frontera sur, así como en los controles para la emisión de visas y los acuerdos en temas de inteligencia y combate al crimen internacional. Estas son algunas de las ideas que compartimos Jorge Castañeda y yo en el artículo México frente a Trump que publicamos este mes en Nexos.

Para hacer frente a estas amenazas, el año pasado presenté una iniciativa que atiende varios de estos temas, y necesitamos lograr su aprobación cuanto antes. Además, en el marco de los esfuerzos del proyecto Operación Monarca, como Senado de la República estamos elaborando una ley para la atención de emergencia a migrantes mexicanos en retorno.

La idea es evitar, hasta donde sea posible la deportación de nuestros connacionales, y en caso de que se dé, establecer mecanismos de reintegración inmediata en México, entre ellos: fijar estándares mínimos de repatriación, proteger el interés superior de la niñez, extender las capacidades de protección consular, establecer instrumentos de colaboración con estados receptores y garantizar la revalidación de estudios.

Es importante que ante la llegada de Trump condicionemos cualquier intento de discusión de los temas de la relación bilateral en paquete —TLC, migración y seguridad— y no de forma aislada, para lograr un mayor poder de negociación. Para ello, necesitamos trabajar de manera coordinada con los distintos poderes y órdenes de gobierno, así como con la iniciativa privada, academia y sociedad. Hoy más que nunca, nuestra actitud como mexicanos debe ser firme y digna.

Twitter: @RiosPiterJaguar