Descontento por aumento en precio de la gasolina aumentará y coloca al país en una crisis social y política sumamente peligrosa


Intervención en tribuna del senador Luis Sánchez Jiménez, del Grupo Parlamentario del PRD, por réplica durante la comparecencia de funcionarios federales ante la Comisión Permanente para explicar las razones e implicaciones de los mercados de las gasolinas y el diésel.

 

Luis Sánchez Jiménez (LSJ). Señor secretario de Hacienda, sin embargo, aquí dice el documento que “consolidaría la Reforma Energética la liberalización gradual y ordenada de los precios de la gasolina al público.

 

Hace un rato mi compañera Cristina Gaytán afirmó que se ha argumentado que gracias a la Reforma Energética han bajado el precio del combustible, como fue el precio del Gas LP, y el señor secretario de Hacienda y el señor secretario de Energía dijo que jamás habían dicho eso. No, pues, aquí está el boletín de prensa número 105 del año pasado donde la Secretaría justamente dice que “gracias a la Reforma Energética es que baja un 10 por ciento el precio del Gas LP”, esto fue ampliamente publicitado.

 

El señor presidente y sus funcionarios han insistido en dos argumentos que no han logrado precisar y aún menos comprobar, que la gasolina se vende al público con un subsidio que es insostenible para el presupuesto federal y porque internacionalmente el precio de las gasolinas están subiendo. Vamos a demostrar que hay mentiras en esto.

 

Primer lugar, el decreto del presupuesto federal para el ejercicio del 2016 no contiene ninguna partida para el subsidio de gasolinas de consumo general y la Ley de Presupuesto en sus artículos 74 y 75 ordenan que los subsidios deben de estar contenidos explícitamente en el presupuesto, de tal modo que si no existe registro del subsidio a las gasolinas en el mencionado decreto, pues, legalmente no existe subsidio citado, pero tampoco existe presupuesto de egresos del 2017, entonces no existe subsidio, insisto.

 

Por eso, cuando el presidente pregunta “¿qué hubieran hecho?” pues, la primera respuesta es que los precios de las gasolinas deben regresar al nivel que tenían en diciembre de 2016 porque no hay subsidio y no se justifica este aumento.
Segundo, las importaciones de gasolinas que realiza Pemex de acuerdo a sus valores unitarios recurriendo tanto a la información de pública de Pemex como a los reportes por fracción de la tarifa arancelaria durante los últimos años no han superado los 8 pesos por litro al mayoreo, considerando los distintos tipos de cambio; sin embargo, en lo que va de la presente administración en México no han tenido incrementos que, en el caso de la gasolina magna, superan el 53 por ciento, pasamos de un precio en diciembre del 2012 de 10.81 pesos a 16.51 pesos por litro actualmente en la Ciudad de México.

 

En cambio los precios de la gasolina regular en la costa del Golfo en los Estados Unidos han variado en proporciones muy reducidas, la gasolina regular se cotizó en octubre pasado en un promedio de 2.02 dólares el galón, en noviembre bajó a 1.95 y en diciembre volvió a subir en los 2.02 dólares lo que representa  una fluctuación de 2 a 3 por ciento. Estos precios equivalen a 10.8 pesos por litro al público.

 

Entonces no hay razón para argumentar que el precio de las gasolinas se tiene que aumentar porque hay un incremento internacional en los precios del petróleo. Es evidente la mentira.

 

Luego entonces uno de los objetivos centrales de la Reforma Energética son desmantelar a Pemex, insisto en ello, retirarlo del mercado para permitir que entidades privadas vengan a exprimir a los mexicanos.

 

¿Qué haríamos nosotros? Se nos pregunta, lo que debemos hacer es suministrar prioritariamente con las mejores mezclas de petróleo crudo a nuestras refinerías, con el propósito de mejorar sus eficiencia y obtener gasolina de mejor calidad, poniendo en segundo lugar las exportaciones.

 

Debemos fortalecer a Pemex para que invierta en exploración y el desarrollo de nuevas reservas, haciendo a un lado el cinismo de decir que nos hemos acabado la gallina de los huevos de oro, pues eso equivale a renunciar al aprovechamiento de los enormes recursos naturales en hidrocarburos que cuenta aun nuestra nación.

 

Lo que debemos hacer es que el gobierno ofrezca la mayor transparencia para que todos los mexicanos podamos saber cuánto cuesta la refinación de un litro de gasolina, cuáles son los costos y márgenes de transporte y distribución de cada litro para que todos estemos consientes de lo que pagamos por cada litro de gasolina, se deriva de un recurso natural que nos pertenece a todas y todos los mexicanos.

 

Lo que podemos hacer es fortalecer las inversiones de Pemex para construir mayores y más seguros ductos de gasolinas y que sean más eficientes. Lo que debemos hacer es vincular los impuestos de gasolina para construir sistemas eléctricos de transporte masivo de pasajeros y mercancías.

 

Lo que debemos hacer es transparentar y publicitar todas y cada una de las actividades que realiza Pemex para acabar con la corrupción.

 

Señores funcionarios, el descontento que se ha mostrado en todas las entidades del país por el abusivo aumento de las gasolinas que se traduce en la disminución de las condiciones de vida de la población no se detendrá, por lo contrario seguirá aumentando y coloca al país en una crisis social y política sumamente peligrosa, esa es su responsabilidad.
Señoras y señoras del PAN y algunos del PRI, ¿están dispuestos a corregir el gasolinazo? Impulsemos el periodo extraordinario para modificar la Ley de Hidrocarburos, la Ley del IEPS.

 

Muchas gracias.