Llama Miguel Barbosa al instituto Gilberto Bosques a ayudar en la construcción de una posición del Senado ante fenómeno Trump


Intervención del senador Miguel Barbosa Huerta, Coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, durante el Seminario México-Estados Unidos: la agenda en los tiempos políticos, convocado por el Instituto Belisario Domínguez.

 

Miguel Barbosa Huerta (MBH): Gracias, buenas noches.

 

Saludo a nuestros invitados, a los integrantes del Centro for American Progress, de verdad es un placer tenerlos. Se ha construido un foro muy interesante estar tarde noche.

 

Y decirles varias cosas. Primero, en una visita que yo hice a Estados Unidos en vacaciones, ya en el ambiente Trump, en el ambiente que había generado él como candidato, mi hija me decía, en una frase que construyó, que si Donald Trump ganaba sería el presidente de Estados Unido, el presidente que Estados Unidos tendría y que merecían los americanos, no el presidente de Estados Unidos que merecía el mundo.

 

Ésa fue una frase. Bueno, la relación entre México y Estados Unidos no ha sido nunca una relación fácil, nunca, ahí tenemos los hechos del siglo XIX cuando México pierde, le arrebatan más de 2 millones de kilómetros de superficie de territorio y así a lo largo de la historia.

 

Estados Unidos nunca ha sido un benefactor del mundo, nunca lo ha sido como para que hoy Donald Trump diga que viene a salvar a Estados unidos del mundo, entre ellos, de México.

 

El libre comercio es el que se provoca desde la economía más poderosa del mundo, no podría haber habido un Estados Unidos como imperio si no hubiera podido colocar todas sus inversiones en todo el mundo. No podemos hablar del fenómeno de China sin la inversión de los americanos en China; el fenómeno y el milagro de Japón es lo mismo, Corea, aunque después como naciones compitan, la inversión americana está ahí presente y en todo el mundo.

 

Así es que ellos son los promotores y seguirán siendo los promotores de las condiciones que los han mantenido como la nación más poderosa del mundo. Cuando decimos “qué vamos hacer frente al gobierno de Donald Trump”, la primera pregunta es “qué va a hacer Estados Unidos frente al gobierno de Donald Trump”.

 

¿Qué va a hacer? La continuación de la estrategia de campaña que tuvo Donald Trump es la integración de su gabinete, tal parece que estás haciendo una cofradía del Ku Klux Klan en lo que es su gabinete, está formando un equipo de máximo nivel, pero todos con una visión muy conservadora, muy propia de un estilo de ver el país y de ver el mundo, de ver su país y de ver el mundo.

 

Yo tuve la oportunidad de reunirme el día de ayer con alguien de Gobierno, con alguien del más alto nivel del Gobierno mexicano, y él me decía que estaban construyendo un buen acuerdo con el futuro gobierno de Donald Trump, que es a lo que apostaban, a construir un buen acuerdo.

 

Por eso la estrategia del cuidado, de no responder, de mantener una relación que tal parece es de aceptar los agravios, pero que era mejor a una posición que no les permitiera construir un buen acuerdo con el futuro gobierno de Estados Unidos. Eso es lo que según ellos están haciendo.

 

Todos en México estamos insatisfechos, estamos preocupados, nos sentimos ofendidos, sí, lo entendemos. Y aquí en el Senado mexicano, que es el órgano del Estado que constitucionalmente evalúa y analiza la política exterior, también aquí hemos estados rezagados.

 

No hemos podido construir una posición del Senado mexicano frente a este escenario. Qué bueno que está aquí el Instituto Gilberto Bosques para que pongan en marcha una idea de esa naturaleza, de entregar al Senado mexicano un documento estratégico en los temas que hoy se han tocado y en otros más, derechos humanos, migración, comercio, seguridad interior, el tema de la frontera y todo el trasiego de drogas, y todos los asuntos que pudiéramos entregar al Senado mexicano un documento de esa naturaleza.

 

Por eso era importante que nos visiten ustedes, de verdad, por eso lo importante. Comparto que el Senado mexicano debiera intercambiar relaciones de diálogo político al más alto nivel con el Senado americano.

 

Ojalá se atreviera el Senado mexicano, y ojalá se atreviera el Senado americano. Son las dos condiciones que luego llevan a una gran complicación.

 

Así es que nosotros estamos en un proceso de construcción de esa estrategia. Como equipo político en el Senado, el equipo político al que yo coordino, tiene un importante proceso de construcción de un documento estratégico que entregaremos.

 

Pero vean cómo va a haber una resistencia para que el Senado como órgano del Estado no debata nada por esa orientación de pensar que se está construyendo el mejor acuerdo.

 

Entonces de verdad yo celebro que hayamos esta tarde deliberado, los hayamos escuchado, la realidad que vemos nosotros de acá, la realidad de Estados Unidos que vemos desde acá no es la que ustedes viven.

 

Aquí el triunfo de Hillary Clinton era algo que ya se había dado por un hecho y había casi una celebración nacional de eso. y entonces todo cambió, a partir de entonces, y ahorita estamos en proceso casi especulativo.

 

Tenemos una frase muy común, muy del pueblo, que dice que hace que Donald Trump vaya a ser diferente como gobernante que como candidato, es decir, “es diferente ser borracho que cantinero”; y entonces esperan al cantinero Donald Trump diferente al borracho Donald Trump.

 

Pero vamos a ver, lo cierto es que no se va a acabar el mundo a partir del 20 de enero, no se va a acabar el mundo, los países del mundo tendrán que reaccionar. México va a tener un gran problema que es la especulación y su moneda, que tiene ese factor y tiene otros factores, el precio del petróleo básicamente, ¿que eso se va a traducir en inflación?, también, ¿y que vamos a tener problemas de inversión pública extranjera americana?, también.

 

¿Cómo puede repatriar las empresas americanas que forman las estaciones de Estados Unidos en cada uno los países? No cabrían en el territorio americano tantas empresas que están en todo el mundo. Cuando se terminó la colonización como modelo económico, apareció la inversión, no hay que ir a ocupar un país, bueno, salvo casos como Afganistán, Irak y otros que pudieran darse, pero no hay que ir, hay que mandar empresas que tengan inversiones y que controlen en muchas ocasiones el destino político, el destino social y desde luego el destino económico de los países.

 

Bienvenida la frontera con Estados Unidos de 3 mil kilómetros, nos la dio Dios y hay que aguantarla. Gracias.

 

0-0-0