Indispensable aplicar la ley para garantizar a las mujeres el derecho al trabajo: de la Peña Gómez


Intervención de la senadora Angélica de la Peña Gómezdurante el Foro “Las Mujeres y el Mundo del Trabajo”.

 

Angélica de la Peña Gómez, (ADPG):Gracias por la invitación a la senadora Martha Tagle que, junto con la Secretaria del Trabajo del Gobierno de la Ciudad de México, la ex legisladora y ex gobernadora, Amalia García, y otras instituciones están organizando este importante foro que tiene como cometido hablar de cómo se encuentran las mujeres en el marco de la exigibilidad de uno de los derechos fundamentales que todas las mujeres tenemos reconocidos ya prácticamente en las leyes, pero que en la práctica encontramos una gran cantidad de dificultades que es bueno se analicen el día de hoy y me refiero al derecho al trabajo.

 

Es verdad que en el marco de Naciones Unidas, donde están integradas todas las naciones, todos los Estados del mundo, prácticamente no hay un solo gobierno nacional que no esté integrado, todos están integrados en la Organización de las Naciones Unidas, y es ahí donde se tienen los foros internacionales que permiten hacer un balance, determinar también las acciones que son necesarias para después de ese balance, después de esa necesaria evaluación de cómo se encuentran los derechos de las mujeres y de las niñas en el mundo, cómo se están ejerciendo o no, cuáles son las dificultades que se tienen por parte de las distintas sociedades para lograr que cada uno de los derechos de las personas, y particularmente como materia de este foro, los derechos de las mujeres sean plenamente ejercidos, hoy estamos a la luz de este foro también discutiendo las repercusiones que deben tener en los gobiernos los objetivos de desarrollo sostenible que han dado lugar a lo que conocíamos anteriormente como objetivos de desarrollo.

 

Hoy, los objetivos de desarrollo sostenible son una prueba fehaciente, crítica de cómo los objetivos de desarrollo anteriormente que se habían propuesto metas y que en el balance, insisto, en el marco de Naciones Unidas de manera preocupante se comprobaban las enormes dificultades y los grandes obstaculizadores que se siguen enfrentando prácticamente en todo el mundo, para lograr que las personas puedan trascender en la resolución de los más elementales problemas de las situaciones más oprobiosas, las situaciones más sencillas, diríamos, que tendrían que estar resolviéndose para empezar a caminar hacia un estadio de reconocimiento y ejercicio de todos sus demás derechos.

 

Es lo que desde Naciones Unidas se conoce como doctrina de la situación irregular, esos son los objetivos o los anteriores o los de ahora; son las políticas concretas, específicas, prácticamente diseñadas en la coyuntura que tratan de dar un respuesta de manera pronta a un problema estructural, puesto que el problema estructural, puesto que el problema estructural que debería estar resolviéndose con la aplicación irrestricta de los tratados internacionales, pues al no lograrse entonces se diseñan estas políticas,  estos compromisos entres los Estados, entre los gobiernos, para tratar de paliar, si me permiten nombrarlo de manera debida, paliar las situaciones de discriminación y exclusión social en asuntos en derechos en materias en donde no debieran, a estas alturas de la humanidad y del avance tecnológico y de la enorme riqueza que existe en el mundo pero que está mal distribuida y cada vez es más notoria esta gran desigualdad social, donde circunscribe a unas cuantas personas como los grandes poseedores de prácticamente de toda la riqueza del mundo, y por el contrario, cada vez millones y millones de personas entre los que se incluyen de manera alarmante niñas y niños, están en el otro extremo de la exclusión social.

 

Y los objetivos de desarrollo sostenible, ahora replanteados, con nuevas metas, incluso profundizando en compromisos que puedan ser plausibles por parte de los Estados del mundo, de los países, para que en lo concreto se comprometa en algunas acciones que vayan logrando sacar de la marginalidad extrema a muchos y muchas personas, seres humanos.

 

Y en el caso concreto del tema de hoy, sigue estando presente, como dijeron en la primera parte de este foro, sigue estando pendiente el reconocimiento de que las mujeres somos sujetas de derechos y el gozar de manera plena de todos nuestros derechos sigue teniendo una gran cantidad de dificultades, y particularmente, es necesario recordar que en el caso del derecho al trabajo digno y decente, como también está concebido desde el derecho internacional, pues resulta todavía un reto a perseguir, a lograr, por parte de nuestra sociedad mexicana.

 

Tenemos todavía y se expresan también en nuestro país los exámenes, las evaluaciones mundiales que todavía siguen señalando, por ejemplo, en el caso particular de México que el 70 por ciento de profesionistas mexicanos consideran que los hombres y las mujeres tienen las mismas oportunidades para obtener un empleo, sin embargo, es curioso ver que la mitad de quienes son encuestados considera que las mujeres reciben los mismos beneficios, es decir, hay una irrealidad que no podemos aceptando, seguimos estando nuevamente como a principios del siglo pasado, el primer congreso feminista, Amalia, Tere, respecto de que el derecho al trabajo sigue siendo un reto todavía a lograr, tenemos que perseguir realmente que se pueda concretar en los hechos este derecho.

Pero si a eso le agregamos que todavía en nuestros tiempos estamos, sigue imperando por desgracia la prueba del examen de embarazo, o cuando todas las situaciones de discriminación que padecen las mujeres cuando están embarazadas o cuando están en el período de lactancia, por cierto, no nada más en las instituciones del ámbito privado, también en los ámbitos gubernamentales, entonces estamos hablando de que el problema es mucho más complejo.

 

El índice de discriminación laboral de 2012 señala que en promedio las mujeres ganan 5% menos que los hombres, pero si se comparan con otras fuentes, como el Informe sobre Desarrollo Mundial también del 2012 “Igualdad de Género” que señala que la brecha es mucho más amplia y puede llegar incluso al 20$; de acuerdo a esta última encuesta, el 40 por ciento de quienes participaron que la maternidad y tener mayores responsabilidades en el entorno familiar son los dos factores que más pueden mermar el crecimiento profesional de las mujeres que trabajan.

 

En ese aspecto, me parece relevante que en esta discusión sigamos insistiendo, y particularmente como lo hemos hecho en el Senado de la República, y cuando mis compañeras de mesa cuando fueron diputadas -yo les recuerdo muy bien- estuvieron incidiendo, pidiendo que los distintos tratados, los distintos convenios de la Organización Internacional del Trabajo se aprueben particularmente los que tienen que ver justamente con eso, el 156 y el 183 de la Organización Internacional del Trabajo tienen que ser aprobados como tratados en nuestro país, de tal forma que podamos también incidir en la resolución del problema, no se trata de que las mujeres dejemos de trabajar, dejemos nuestras actividades, después regresemos a seguirlas haciendo, teniendo una doble o triple jornada, sino se trata de cambiar también la cultura familiar.

 

Y quienes formamos parte de una familia, cualquiera que sea nuestra característica, y de manera preponderante, subrayo, la característica masculina, tienen que obligarse a la responsabilidad de los quehaceres del hogar y también de la atención de la prole, de la familia, y por supuesto, todo lo que tiene que ver con el ámbito privado que hoy sigue todavía de manera mayoritaria, salvo una pequeña élite de hombres nuevos que están ya formados en una cultura totalmente distinta, todos estos quehaceres domésticos siguen estando circunscritos solamente, exclusivamente para las mujeres.

 

Entonces, es importante de esta forma entender que si queremos lograr realmente cambios y llegar a un estadio de plena igualdad, requerimos que las familias también se transformen, que estos entes familiares, cualquier, insisto, su formación, su integración, tienen todos, cada una de sus partes, en función también de las responsabilidades que poco a poco van adquiriendo, inclusive las niñas y los niños integrantes de las familias vayan formándose de manera distinta.

Y no seguir como vemos en muchísimas familias mexicanas en donde todavía está la dualidad de caminos en donde los femenino es por acá y lo masculino es por acá, y entonces los niños siguen estando excluidos de sus responsabilidades y todo recae, sigue recayendo en las niñas porque finalmente ese es el estigma, el estereotipo sexista en la que se tienen que seguir formando.

 

Entonces, la deconstrucción de todas estas situaciones no basta con una opinión personal, con una disposición personal, me parece que eso es muy importante destacar de los objetivos de desarrollo sostenible, es una política de Estado, es una política de los gobiernos, es una política que debe estarse diseñando, evaluando, y vuelta otra vez a su programación para atender en base a esa evaluación cuáles son los asuntos en donde hay que poner mayor atención.

 

No es una cuestión de voluntarismo, también eso es muy importante, y me parece que esa es la diferencia de cómo están inscritos ahora los objetivos de desarrollo sostenible respecto a los anteriores, es decir, el mandato de que haya una metodología que pueda ser medible, que pueda ser también determinante en la evaluación de la política de lo que se trata de resolver.

 

Finalmente, no quiero extenderme porque quiero escuchar a mis compañeras, yo solamente terminaría señalando que es necesario que integremos las dos perspectivas, incluso las tres perspectivas, el derecho nacional, lo que hemos avanzado en la Constitución aun cuando haga falta revisar las leyes, creo que hay que insistir en la aplicación de las leyes; por supuesto, los tratados internacionales que son ley suprema en nuestra nación, particularmente eso nos ayudará mucho a lograr incluso a tener un enfoque más universal, más inscrito como lo señala el primero de nuestra Constitución desde un enfoque pro persona, donde no haya absolutamente ningún tipo de discriminación por ninguna condición y por ninguna índole.

 

Y por supuesto, también en el marco de estos compromisos intergubernamentales que nos han señalado metas, nuevamente metas que ojalá que podamos cumplir, obviamente los objetivos de desarrollo sostenible tienen que ser aplicados también de manera integral, no pueden separarse uno de otros, tienen que ser vistos de manera interdependiente, cada uno de ellos, pero siempre, insisto, en la definición concreta de la política, de la definición, de la tarea, de la gobernanza, que tenemos que vindicar, ese es un gran error que hemos venido arrastrando porque siendo una falta y sabiendo y analizando que es una falta y si no la corregimos, entonces, esa falta se convierte en un error, y entonces, hay que resolver esos errores y vindicar la política como el ejercicio de la gobernanza.

 

Y en ese sentido, me parece que ya Amalia nos platicará lo que está haciendo y Tere también lo que está haciendo acá en la Ciudad de México, me parece que son ellas dos ejemplo también de lo que están emprendiendo desde la gobernanza, y en ese sentido, anticipo mi felicitación a las dos.

 

Muchas gracias a ustedes por su atención.

 

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