No es momento de achicarse frente al triunfo de Trump, sino contribuir a la creación de una ruta para enfrentarlo: Miguel Barbosa


Intervención en tribuna del senador Miguel Barbosa Huerta del grupo parlamentario del PRD, para hablar en el marco del debate sobre el triunfo de Donald Trump en la elección presidencial de Estados Unidos.

 

Miguel Barbosa Huerta, (MBH): Sí comparto con don Manuel Bartlett que el Senado no ha podido asumirse la función constitucional de ser un órgano de control del Poder Ejecutivo y desempeñar el relevante papel que en materia de política exterior le otorga al Senado la Carta Magna.

 

Tan es así que no pudimos desde la Junta de Coordinación Política construir una propuesta consensuada por todas las fuerzas políticas y hoy se desahoga en esta informalidad, en esta presencia parca de senadoras y senadores un tema tan importante.

 

Ya no habrá, ya no debe de haber los comportamientos ocurrentes, simpáticos, mediáticos de senadoras y senadores para este asunto, ya no debe de haber, debe de haber una posición de un órgano del Estado, es la que tiene que haber, es la que tenemos que construir, es la que tiene que asumir el Senado de la República porque la realidad que nos alcanzó es muy grave.

 

Pensar que lo vamos a resolver yendo a Washington a tomarnos la foto, saliendo a hacer declaraciones con alguna cartulina, alguna estrategia mediática, eso ya no funciona.

 

Hoy debemos de caminar hacia tener una posición muy sobria, asumir posiciones muy serias en lo que debe ser, primero un documento, y después una estrategia a desarrollar por el Senado de la República.

 

Yo expreso mi insatisfacción de que este tema tan importante se trate así, en estas condiciones de poca formalidad de nuestro Senado de  la República, parece que no nos interesa, pero nosotros en su conjunto reflejamos el sentir, el alma de un órgano de la República que se llama Senado mexicano.

 

Donald Trump ganó,  la pesadilla se hizo realidad, tal parece que el mundo no pudo contra él,  es el próximo presidente de Estados Unidos. Mucho se escribirá de los motivos que llevaron a la mayoría de la sociedad norteamericana a votar por el candidato republicano y de sus impactos dentro y fuera de ese país. El escenario cambió y no para bien.

 

Lo importante para México será  una redefinición pronta de nuestra política exterior con Estados Unidos y con el resto del mundo.

 

No podemos permitirnos acciones de pánico, que nos lleven a la parálisis o al  miedo. Tampoco podemos minimizar la situación, pensar que todo fue una estrategia para ganar votos, es esperar resignadamente a que no pasará nada.  Mucho menos, podemos esperar un comportamiento magnánimo del nuevo presidente norteamericano.

 

Ante esta nueva etapa, caracterizada por la incertidumbre, México debe definir una política exterior de Estado. Debemos hacerlo de una manera conjunta y con prioridades claras. No es momento de achicarse frente al triunfo de un personaje como Trump, sino contribuir a la creación de una ruta para enfrentarlo.

 

¿Cuáles son los ejes de esa política exterior?

 

En primer lugar, la defensa de nuestro país y de nuestra gente. Con firmeza, debemos decirle a un Trump presidente lo que no le pudimos manifestar a un Trump candidato.

 

Son cuatro cosas: que no le permitiremos que ofenda ni a nuestro país, ni a nuestra gente; que estamos en contra de la construcción de cualquier muro o valla fronteriza; que condenamos cualquier deportación masiva de mexicanos; y que no permitiremos la incautación de remesas.

 

Por los hechos recientes, sabemos que la primera consecuencia del triunfo de Trump será el incremento de acciones de discriminación contra nuestros compatriotas. La población de origen mexicano en Estados Unidos enfrentará una situación de vulnerabilidad nunca antes vista.

 

Nuestros compatriotas deben tener claro que el Estado mexicano, sus poderes públicos y su servicio consular y diplomático les brindarán toda la ayuda necesaria.

 

El Gobierno mexicano debe generar una estrategia y un plan de acción inmediato para atender los efectos del triunfo de Trump en la franja fronteriza y para enfrentar los efectos económicos, como la depreciación del peso frente al dólar, el retiro de inversiones y la volatilidad bursátil.  Así como establecer un plan ante una muy probable revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

 

El triunfo de Trump es una amenaza global, por eso México debe buscar diversificar sus relaciones con otras naciones y zonas afectadas por el resultado de las elecciones en Estados Unidos. Me refiero a buscar aliados en Europa, Asia y Latinoamérica, para detener la especulación y generar una integración con una posición de Estado Unidos diametralmente diferente a la actual.

 

Asimismo, ante las pretensiones bélicas de la nueva administración estadunidense, será necesario redefinir nuestro papel en la promoción de la solución pacífica de los conflictos.

 

Permítame, señor presidente, termino y ofrezco disculpas por tomarme tiempo.

 

Los estadunidenses votaron. Respetamos su decisión, al final del día tienen en Donald Trump al  presidente que merecen, ellos tienen al presidente que se mercen; sin embargo, México y el resto del mundo no tienen por qué resignarse a padecer a un personaje como Trump. Tal parece que esta noche larga y llena de dudas, sea el preámbulo de un cambio sustancial en la política mundial.

 

En estos momentos, el Presidente Enrique Peña y la inmensa mayoría de la sociedad mexicana, en este tema, se encuentran parados en puntos muy lejanos y hasta opuestos, en lo referente a la valoración del triunfo de Donald Trump. En la sociedad prevalece el agravio y la incertidumbre; en el Presidente, no sabemos por qué prevalece el optimismo.

 

Señoras y señores:

 

La mayoría de personas y sectores que expresamos nuestro rechazo a Donald Trump hemos decidió mantener nuestra dignidad intacta. Esto significa desde mantener la cautela ante el nuevo gobierno estadunidenses, hasta apoyar acciones que impidan que Trump cumpla sus promesas. Por supuesto que sentimos simpatía por los jóvenes que en varias ciudades de Estados Unidos han salido a las calles y plazas a rechazar el triunfo de Trump y nos sumamos a las condenas a la discriminación a nuestro compatriotas; nos sentimos identificados con las personalidades nacionales y extranjeras que mantienen su crítica al ahora presidente electo.

 

Queremos un Gobierno que le plante cara al nuevo mandatario estadunidense, no que quiera ser su amigo. Es momento de pensar en la dignidad de México, que es pensar en el papel de Juárez, que la dignidad de México prevalezca ante toda estrategia del gobierno actual.

 

Gracias a todas y a todos.

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