Tenemos que hacer una reforma a la Constitución porque no puede el Senado de la República, seguir siendo un espectador de los ingresos que aquí se deciden


Intervención del Senador Armando Ríos Piter en Comisiones Unidas de Hacienda y Crédito Público, y de Estudios Legislativos Segunda, para abordar Ley de Ingresos.

·         Esa plataforma, esa caída, esa disminución del precio, lo que hacen es que tengamos que reflexionar, que hoy de cada peso que estamos gastando, tiene un origen cada vez más dependiente del ciudadano. 

·         La pregunta tiene que ser superior ¿estamos dispuestos a seguir de manera inercial, analizando los ingresos año con año, en esta forma, o tenemos que cambiar de manera radical? 

·         Es una discusión no solamente en materia de salud, sino es una materia en términos de finanzas públicas. Hoy nos cuesta casi 80 mil millones de pesos, solamente el tema de atender diabetes. 

·         El Senado no puede seguir siendo un espectador del gasto público por una razón, gran parte del problema de desarrollo y crecimiento que tenemos, pasa por la lógica de pacto fiscal, y de pacto federal. 

·         Cómo es posible que pensemos que por un simple ajuste nos sintamos cómodos como país, porque ya logramos de manera contable, 50 mil millones de pesos adicionales, y luego con la sombra de los moches. 

·         Si nosotros seguimos en esta lógica, no va a haber política fiscal que logre ayudar a que los sectores que hoy tienen una buena posibilidad y potencia de tener dinámica económica, crezcan. 

·         Tenemos que hacer una reforma a la Constitución porque no puede el Senado de la República, seguir siendo un espectador de los ingresos que aquí se deciden, y que después se discuten en la Cámara de Diputados.

 

Armando Ríos Piter: …revisando el comportamiento de las finanzas públicas de este año, vemos que la plataforma del petróleo sigue a la baja, que la enorme volatilidad del precio del mismo, ha ido pegándole de manera contundente a los ingresos que tenemos, vemos que el paquete cuando se nos presenta, se nos presenta con un recorte fuerte, que tiene que ver con educación, con salud, con infraestructura.

Y me parece que sino aprovechamos esta discusión, para no quedarnos simple y sencillamente con la inercia de decir, las cosas en México pues así suceden y así tendrán que seguir sucediendo, no estaremos entendiendo el momento de la política económica del país y en un nuevo contexto, especialmente respecto a los ingresos petroleros, que me parece que llegó para quedarse.

Y me quiero explicar. Hoy, cada peso que estamos gastando tiene una mayor propensión en su origen del bolsillo del padre de familia, de la madre de familia, de las familias mexicanas.

Durante mucho tiempo, nos acostumbramos, después del descubrimiento de Cantarel, a que había que vivir en la abundancia.

Y tenemos un gasto público exorbitante –todavía no quiero caer en la parte del gasto público- pero esa plataforma, esa caída, esa disminución del precio, lo que hacen es que tengamos que reflexionar, que hoy de cada peso que estamos gastando –en lo que lo estemos gastando- tiene un origen cada vez más dependiente del ciudadano, de la ciudadana, por el Impuesto Sobre la Renta que paga, por el Impuesto al Valor Agregado, y si no entendemos esto, por el IEPS que paga, por los distintos –como el refresco que se está tomando el doctor Larios, que por cierto quisiéramos gravarlo en el PRD, pero ahorita vamos a hablar sobre eso- pero me parece que la reflexión en este momento es pertinente para entender, si es que nos vamos a seguir acostumbrando, a que año con año, cuando tengamos problemas de finanzas públicas, tengamos por un lado atadas las manos, que me parece que es equivocado el planteamiento que hizo el Ejecutivo de atarse las manos y decir: “no vamos a volver a revisar la política impositiva en el resto del sexenio”. Pues no hay nadie que lo haga en su sano juicio.

En ningún país ocurre solamente aquí; que de repente el jefe del Ejecutivo por quedar bien con los empresarios, pues les dice ¿saben qué? “No vamos a meterle ya más mano al tema de consolidación, ya no vamos a avanzar en que los grandes empresarios paguen más impuestos”. Eso, el Poder Ejecutivo suscribió un acuerdo en el cual se ató las manos.

Pero si no tenemos la posibilidad de revisar los ingresos, y en el gasto estamos dispuestos a recortarle en educación, en salud a la gente. Ya no tenemos un techo de endeudamiento porque ya rebasamos el 50 por ciento del Producto Interno Bruto, creo que la pregunta tiene que ser superior ¿estamos dispuestos a seguir de manera inercial, analizando los ingresos año con año, en esta forma, o tenemos que cambiar de manera radical?

Y pongo el ejemplo del refresco –que el senador Héctor Larios, me incitó a poner- porque nosotros hemos utilizado ese como un ejemplo, de cómo debemos hacer que la política impositiva, empiece a evolucionar.

Podemos estar a favor o en contra de incrementarle un peso adicional a los refrescos. Lo pongo como ejemplo, pero quiero utilizarlo para señalar por qué creo que tenemos que cambiar la forma en la que analizamos los ingresos del país.

Bueno, puede haber gente que esté en contra de que gravemos los refrescos; hay quienes así lo han planteado, así lo han defendido. Nosotros creemos que es una política fundamental, en un momento en el que hay una crisis de salud en este tema.

Somos el primer lugar en obesidad infantil, en diabetes infantil; los niños y las niñas de México, son el primer lugar en materia de diabetes en el mundo.

Las proyecciones que existen hoy, señalan  que de seguir esta inercia, uno de cada tres mexicanos y mexicanas, en los próximos 20 años, corre el riesgo de tener una enfermedad crónico-degenerativa.

No hay recursos proyectables suficientes, para atender a la sociedad, especialmente en los deciles de menores ingresos.

Y termino con mi ejemplo; valiera la pena que hiciéramos esa discusión. Es una discusión no solamente en materia de salud, sino es una materia en términos de finanzas públicas. Hoy nos cuesta casi 80 mil millones de pesos, solamente el tema de atender diabetes.

Entonces, si nosotros lo que queremos es verdaderamente que la política fiscal sirva como un elemento que impulse la economía, o que sea un elemento que tenga intervenciones directas en cómo está funcionando nuestra economía en la sociedad, no podemos renunciar a esa discusión.

Y me parece que quedarnos solamente con recortes de un lado, con recortes de otro, y siempre con la sospecha de que hay gasto superfluo; el gasto por lo menos en publicidad, en comunicación gubernamental, así aparece con respecto al 2016, de que hay un exceso de gasto en términos de subsidios, que se presume –por lo menos en los estudios que nos presentaban ayer- se presume que son utilizados con fines políticos, de todos los partidos ¡eh!

Entonces, si nosotros seguimos en la inercia, siempre vamos a tener una política fiscal deficiente, que no logre impulsar la demanda agregada, que no logre detonar crecimiento, y le vamos a seguir dando año con año, muestras a la gente de que la política fiscal, simple y sencillamente ayuda a que no haya crecimiento.

Cierro con la reflexión a nombre del Grupo Parlamentario del PRD, porque lo que nosotros creemos es que éste debe de ser el último momento de una discusión de esta naturaleza.

Tenemos que ampliar las facultades en la discusión fiscal al Senado de la República; el Senado no puede seguir siendo un espectador del gasto público por una razón, gran parte del problema de desarrollo y crecimiento que tenemos, compañeros y compañeras, pasa por la lógica de pacto fiscal, y de pacto federal que tenemos; lo digo como senador de Guerrero.

Guerrero, en todas las carencias que tiene junto con Oaxaca, junto con Chiapas, necesita –sí, sin duda alguna- generar un incremento del Producto Interno Bruto, pero necesitamos acordar las líneas de infraestructura que puedan ayudar a ello, las condiciones de elevar las tasas de educación que pueda tener, o la inversión en salud.

Tenemos que hacer una reforma a la Constitución porque no puede el Senado de la República, seguir siendo un espectador de los ingresos que aquí se deciden, y que después se discuten en la Cámara de Diputados.

¿Cómo? Como lo planteaba el senador Héctor Larios. Cómo es posible que pensemos que por un simple ajuste nos sintamos cómodos como país, porque ya logramos de manera contable –claro que fantasmagóricamente contable- 50 mil millones de pesos adicionales, y luego con la sombra de los moches.

Entonces, es el tipo de planteamiento, compañeros y compañeras, que el PRD quiere poner a la mesa.

Nosotros acompañaremos este dictamen porque hemos acompañado este planteamiento desde hace algunos años, pero si nosotros seguimos en esta lógica, no va a haber política fiscal que logre ayudar a que los sectores que hoy tienen una buena posibilidad y potencia de tener dinámica económica, crezcan.

Démosle más herramientas al Poder Legislativo, involucremos al Senado. Tengamos una oficina de revisión del paquete fiscal; lo comento por el comentario que hacía el senador Romero Hicks, hagamos una revisión real de qué capacidades tiene el Poder Legislativo para revisar el paquete fiscal, cuando nos sentamos frente a Hacienda, que tiene todas las bases de datos, que tiene todos los históricos, que tiene toda la información que a final de cuentas deja al Poder Legislativo muy desvalido, en un debate que ya tiene que ser plenamente de equilibrio de poderes.

Es cuanto señor presidente, y ofrezco estas reflexiones para el debate que seguirá después a este paquete fiscal.

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