Cambios en el gabinete no corrigen el modelo económico de endeudamiento y despilfarro de este gobierno: Mario Delgado


Los recientes cambios en el gabinete anunciados por el presidente Enrique Peña Nieto, en particular el relevo de Luis Videgaray al frente la de Secretaría de Hacienda y Crédito Público, no significan una corrección al modelo económico priista de endeudamiento, bajo crecimiento, depreciación, gasolinazos, recorte en los programas sociales y más pobreza, sostuvo el senador Mario Delgado Carrillo.

El senador aseguró que los cambios fueron motivados por el desgaste político del ahora ex secretario de Hacienda, pero el modelo económico se va a mantener, aunque ha dado resultados nefastos para la población mexicana.

El integrante de la Comisión de Hacienda del Senado de la República afirmó que el modelo económico instrumentado ha sido muy claro ya a cuatro años de distancia, y se basa en establecer una falsa expectativa del crecimiento del PIB, para gastar y endeudarnos en un nivel insostenible.

“Es un gobierno despilfarrador, en estos cuatro años no han estado dispuestos a revisar, ni con el pétalo de una rosa, el gasto público y tampoco han estado dispuestos a instrumentar medidas de ahorro y austeridad”, indicó.

Delgado Carrillo comentó que mientras el Gobierno sigue en su política de bonanza, obliga a las familias y a las empresas ajustarse el cinturón y pagar más impuestos con la Reforma Fiscal.

“Para que el Gobierno pueda mantener su creciente nivel de gastos, además de que ahora utiliza el precio de las gasolinas para seguir alimentando su caja a pesar de que es un gasto improductivo”, añadió.

Finalmente lamentó que la política lleve a que el año próximo haya recortes que, sin duda, afectarán los programas sociales y la inversión pública, cuando lo que debería tenerse es un ajuste al gasto corriente y una política de austeridad.

“Se agotó ya el modelo de simulación y ahora lo va a tener que pagar la gente porque ya nadie va a creer que vamos a tener un crecimiento por arriba del 2.5 por ciento es decir, mantener esta estrategia de pronosticar, proyectar un PIB excesivamente optimista para poder gastar y tomar deuda a esos niveles, aunque al final del día no se cumpla con ese crecimiento económico”, dijo.

 

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