Necesario, conocer el destino de los recursos obtenidos con el IEPS a refrescos: Zoé Robledo


Intervención en tribuna del senador Zoé Robledo, del Grupo Parlamentario del PRD,para presentar un punto de acuerdo por el que se solicita a la ASF realizar una fiscalización del destino y ejercicio de los recursos obtenidos por el impuesto a bebidas saborizadas de 2014-2016.

 

Zoé Robledo A., (ZRA): Muchas gracias, señor presidente.

 

Antes de iniciar la presentación del punto de acuerdo, me quiero sumar a lo ya dicho por la diputada Nahle, de MORENA, respecto a lo que está ocurriendo en Chiapas e insistir en que debe ser el diálogo, la construcción de acuerdos la que prevalezca, los elementos de la política, para solución de los conflictos y jamás la violencia.

 

Y en ese sentido, que esta situación que está ocurriendo en San Cristóbal pueda llegar no solamente a la tranquilidad ese pueblo de los Altos de Chiapas, sino que también se puede investigar que si hay responsables en este sentido de cualquier lado, pues entonces que se tomen las consecuencias pertinentes.

 

Compañeras y compañeros senadores, yo creo que es evidente que cuando, como país, como Estado, como nación, superamos algunos atavismos, superamos la lógica de los intereses y realizamos esfuerzos conjuntos para combatir un problema específico, nos va bien. Nos va bien y se nos reconoce, no solamente en el país, incluso afuera.

 

Y así ocurrió el primero de enero de 2014, cuando se empezó a implementar el impuesto por litro de refresco, cuando empezamos a cobrar más al producto que  más daño en la salud les causa a los mexicanos, entonces empezaron el aluvión de reconocimientos, y qué bueno.

 

Ese mismo año, la Organización Mundial de la Salud, vía la Comisión para Terminar con la Obesidad Infantil, emitió varias recomendaciones de prevención, y entre esas recomendaciones incluyó la de medidas fiscales como medidas efectivas con el ejemplo de México, para desincentivar el consumo de bebidas azucaradas y particularmente de refrescos.

 

Y nos pusieron como ejemplo y fuimos de los primeros países que lo hizo, después vinieron varios más y nos convertimos en referente internacional.

 

Y les digo algo, compañeras y compañeros, no teníamos de otra, había que hacer algo en este sentido.

 

El consumo de refrescos en nuestro país no es una conducta, es un problema que hay que combatir.

 

Un refresco al día aumenta la probabilidad de diabetes 27 por ciento entre adultos, pero entre 55 por ciento entre niños; un niño que toma un refresco al día tiene 50 por ciento de probabilidad de ser un adulto con diabetes.

 

Hay 12 mil 100 muertes prematuras cada año; 14 por ciento de la población den nuestro país ya tiene diabetes; y somos el país número uno con muertes relacionadas al consumo de refrescos.

 

Para darles un dato adicional, el IMSS atiende anualmente a 2.5 millones de pacientes con diabetes, ahí nos gastamos como nación 38 mil 604 millones de pesos, ¿cuánto es 38 mil millones de pesos gastados en salud? para que se den una idea, es la mitad de lo que se gasta el mismo IMSS en enfermedades como cáncer de mama, cáncer cervico uterino, VIH y otras enfermedades crónico degenerativas.

 

Qué pasó con el impuesto al refresco, veámoslo desde dos dimensiones: ¿cómo nos fue en materia de recaudación? pues nos fue muy bien, en 2014, en plena crisis económica, de la cual todavía no nos recuperábamos, se recaudaron 18 mil millones de pesos, la proyección de Hacienda era recaudar 12 mil, se recaudaron 18 mil; en 2015 se recaudaron 15 mil millones de pesos; para 2016, el cálculo, la proyección para este año es que se recauden 17 mil.

 

En pocas palabras, en tres años, podríamos recaudar 50 mil millones de pesos, un país que tiene serios problemas en materia de generar recursos vía tributarios, vía recaudación.

 

La otra forma de ver este asunto es ver si con el implemento de un peso por litro se incrementó, se disminuyó el consumo. Pues es obvio que se disminuyó el consumo. Hay varias organizaciones está el ITAM, está el Colegio de México, el Instituto de Salud, que establecen que entre 5, 6 o 7 por ciento se pudo haber disminuido el consumo de refresco e incrementado el consumo de agua.

 

Entonces la parte complicada ya la hicimos, ya tenemos el impuesto, ya se está aplicando. Ahora el asunto que tenemos a la vista es saber qué se está haciendo con el dinero.

 

Recaudamos, estamos recaudando bien, estamos recaudando, y como producto asociado, desincentivando una conducta que le cuesta al Estado mexicano, bueno, es hora de preguntarnos, ya casia  tres años, qué ha pasado con ese dinero.

 

El planteamiento que venimos a hacer es muy simple: que lo recaudado se destine en su totalidad, como se estableció cuando se diseñó el impuesto, a programas de prevención de obesidad y diabetes, incluyendo y destacando el acceso a agua potable en escuelas, en espacios públicos y en zonas rurales.

 

Yo creo que hoy es buena hora para preguntar qué pasó, qué pasó porque organizaciones no gubernamentales, varios legisladores, bueno, incluso la misma industria de refrescos y bebidas azucaradas plantea que el problema con el impuesto es que no hay claridad para saber qué es lo que pasa con los ingresos recaudados por el impuesto a bebidas azucaradas.

 

Y creo yo que un impuesto que no ve reflejadas en su aplicación políticas públicas que compensen de manera positiva el cambio en los precios relativos de bienes y servicios, pues es un impuesto que pierde todo sentido social y se puede convertir –no digo que sea el caso, pero se puede convertir- en una miscelánea, como parte de la miscelánea de gobierno para cerrar boquetes presupuestarios en otras áreas.

 

Y lo digo con preocupación porque, déjenme darles un dato adicional, este Gobierno estableció, se autoimpuso una meta para bebederos escolares de 40 mil bebederos escolares antes de que termine la administración; es decir para el año 2018.

 

En 2015 el avance era de 5 mil 264 bebederos, para 2016 se está planteando que vamos a cerrar con 11 mil, esto implicaría que estuviéramos haciendo cerca de 15 mil el próximo año y el siguiente con los mismos ingresos.

 

Bueno, si va a ser con los mismos ingresos tenemos el otro planteamiento de incrementar el impuesto, pero si va a ser con los mismos ingresos entonces se tiene que gastar mejor, porque alcanza con eso para cubrir la meta. Y alcanza con eso para cubrir la meta en tiempo.

 

Entonces habría que gastar mejor. Eso es lo que estamos planteando, que más dinero para el Estado a través de impuestos se vea reflejado en una mayor cobertura en servicios de agua potable y en la forma en cómo se instalan los bebederos en las escuelas en comunidades rurales.

 

Y por su puesto ahí estoy hablando de todo el país, particularmente del estado que tiene más rezago en acceso a agua potable en escuelas. ¿Cuál creen que es? Pues como en muchas otras cosas desafortunadamente es Chiapas.

 

El 46 por ciento de la población de mi estado, de las escuelas de mi estado, tienen acceso a agua potable. Y uno podría decir: bueno el rezago no está tan grave, son el 86 por ciento. Sí, pero de ese 86 por ciento sólo 42 por ciento está conectado al agua potable.

 

El otro acceso al agua potable es en 2.5 por ciento vía pipas, en 14 por ciento porque hay un pozo cercano, y en el 31 por ciento de los casos es agua que se está acarreando de algún manantial o de algún río.

 

Ese es el acceso del agua potable del que estamos hablando.

 

En ese sentido –y hemos estado dialogando durante la sesión con diferentes senadores- estamos haciendo un planteamiento.

 

Que el punto de acuerdo pueda ir en el siguiente sentido: Que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicite al gobierno federal para que a través de las dependencias que correspondan, remita  un informe a esta Soberanía relativo a la implementación de los recursos obtenidos por el Inciso G, Fracción Primera del artículo 2 del IEPS, el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios, sobre bebidas saborizadas de los ejercicios 2014-2015 y lo que va de 2016.

 

Particularmente cómo va el avance de la implementación de los recursos en bebederos escolares en escuelas públicas, red de agua potable en zonas rurales, programas de prevención en obesidad, diabetes y rescate de espacios públicos y acceso al agua en esos espacios públicos.

 

Nuestra labor no es solamente diseñar impuestos o votarlos, es ver que el sentido social de la recaudación sea un hecho. Y con estos datos podemos pensar que no lo está siendo.

 

Bueno, qué mejor forma para saberlo que con información del Estado a esta soberanía.

 

Le solicito que sea considerado de urgente y obvia resolución, diputado presidente.

 

Es todo, muchas gracias.

 

 

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