El compromiso de atención a las víctimas debe estar por encima de cualquier lógica partidista o electoral: Zoé Robledo


Intervención del senador Zoé Robledo, del Grupo Parlamentario del PRD, para hablar sobre la declaratoria de constitucionalidad de la adición de la fracción XXIX-X al artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de atención a víctimas.

 

Zoé Robledo A. (ZRA): Con el permiso, senador presidente.

 

El día de hoy estamos declarando la constitucionalidad de una reforma que otorga facultades al Congreso para emitir una ley que ya se encuentra vigente.

 

Hay que decirlo, estamos llegando tarde a esta cita. La Ley General de Víctimas, y a partir de lo que hoy se declara constitucional, es a final de cuentas un saldo de una deuda que rebasa las exigencias jurídicas.

 

Esta declaración de constitucionalidad a final de cuentas termina siendo, en la lectura de las propias víctimas, el pago de una deuda política e histórica por parte del Estado mexicano frente a ciudadanos cuyos derechos han sido violados.

 

Tarde, tarde y en ese sentido mal que lleguemos a esta cita habiendo puesto en el espacio de lo irrelevante, en el espacio de las cosas sin importancia, la certeza y protección que el Sistema Jurídico Mexicano le debe de dotar a los mexicanos que han sido víctimas.

 

A aquellos a quienes se les han violado sus derechos, aquellos que han sido atacados por el crimen organizado, pero también a aquellos a los que el Estado no solamente no los pudo proteger, sino que el Estado los violentó.

 

Aquellos que fueron torturados, aquellos que no recibieron la atención que merecían, a los familiares que lloran a sus víctimas, lloran a sus muertos ante la ausencia de la sensibilidad de la política.

 

A los desplazados, otra vez a los torturados, a todos aquellos a quienes no se les ha garantizado la reparación del daño, a quienes no se les puede garantizar las garantías de no repetición, aquellos a los que se les ha negado el acceso a la justicia.

 

A todos ellos, hoy, les queremos mandar un mensaje y lo hacemos en medio de una situación política crispada, de una situación política en las que es poco lo que les digamos y nos vayan a creer.

 

Los asuntos de la revictimización de autoridades que ignoran a las víctimas, de autoridades que intimidan a quienes deben de proteger, de autoridades que no alcanzan a entender cuáles son sus responsabilidades, creo que a ellos debe de ser el mensaje de este poder constituido.

 

A que cambien de actitud, a que entiendan que el compromiso de atención a las víctimas debe de estar por encima de cualquier lógica partidista, electoral o de facción.

 

Por eso es que debemos de voltear a escuchar la experiencia internacional.

 

A todas aquellas instituciones que de buena voluntad asisten a México en hacer de la experiencia internacional, por más dolorosa que sea, una guía para las políticas públicas, una guía para la acción del gobierno, una guía incluso para la conducta de los funcionarios que atienden a quienes con dolor siguen creyendo que el Estado puede atenderlos y regresarles algo de justicia.

 

A todos ellos, decirles que debemos de levantar las barreras, no sólo las jurídicas, no solamente las políticas, sino levantar las barreras morales, las barreras éticas que nos permiten hoy como Estado mexicano –en el cual estamos incluidos- atender y ser creíbles a la atención de las víctimas.

 

Que siempre se defienda y se proteja la dignidad humana; siempre y en todo lugar; siempre y a todas horas; siempre y aunque sea hoy tarde, pues que se dote de constitucionalidad a esta deuda histórica que teníamos con los mexicanos.

 

Ojalá que el mensaje que enviemos el día de hoy sea el correcto.

 

Muchas gracias senador presidente, es cuanto.