Elecciones 2016, un primer balance / La Crónica de Hoy


El proceso electoral recién concluido deja varias líneas de reflexión para la sociedad y los partidos políticos; destaca la decisión democrática de castigar mediante el voto ciudadano a los gobiernos corruptos y autoritarios que no brindan seguridad a sus gobernados y están distanciados, cada vez más, de la realidad del pueblo.

En los procesos electorales de este año, el PRI vio derrumbarse los cacicazgos que mantenía en Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo y Durango, así como la derrota nuevamente en Chihuahua después de una alternancia fallida que el voto electoral ahora revierte.

Es notoriamente falso y resulta un argumento endeble acusar de la derrota del PRI en estas elecciones a la decisión del presidente Enrique Peña Nieto de presentar al Congreso las iniciativas que permitirán, de ser aprobadas, los matrimonios del mismo sexo a nivel nacional y la elevación del gramaje para portación legal de mariguana.

Estos elementos, si bien tienen un tiempo en la discusión política nacional, no sustituyen a la corrupción, colusión con el crimen organizado, ausencia de seguridad pública, falta de oportunidades económicas, carencias sociales por décadas y un largo etcétera que constituye el día a día de una población que, en esta ocasión, votó mayoritariamente por la oposición a los gobiernos priistas locales, con su respectiva pero menor carga respecto al desempeño del actual gobierno federal.

Las alianzas electorales y de gobierno que establecieron el PAN y el PRD obtienen un balance notoriamente a favor del primero. Precisamente los cacicazgos en Veracruz, Durango y Quintana Roo fueron derrotados por candidatos apoyados por estas alianzas.

Esto no resulta un dato menor y debe aquilatarse en el tiempo en función de los cambios efectivos que lleguen a darse en los próximos años en esos estados.

Por otra parte, Zacatecas y Oaxaca fueron las alianzas derrotadas principalmente porque, en el primer caso, existieron múltiples problemas internos del PRD para definir al candidato y se perdió valioso tiempo; en el segundo caso, el rompimiento de uno de los precandidatos del PRD, que a la postre se convirtió en candidato del PT que también rompió con la alianza, fue determinante para la derrota, ya que la suma de los porcentajes hubiera dado como resultado la derrota del PRI.

El PRD tuvo otro tipo de resultados en los estados donde decidió ir con candidatos propios. En la mayoría de los casos el porcentaje obtenido fue menor del esperado y motiva una reflexión pormenorizada de qué hacer en esas entidades para ganar un mayor espacio político y social entre la gente.

En el caso de Puebla, por ejemplo, hace seis años el PRD participó de la alianza que apoyó al actual gobierno de Rafael Moreno Valle. El balance es que no respondió a las expectativas creadas y le dio la espalda al pueblo poblano, fincando su figura política en un gobierno de apariencias que esconde la enorme deuda pública contraída y realiza obras de relumbrón para el prestigio personal. Por eso el PRD no participó de una alianza que buscaba prolongar el poder Moreno Valle sin aportar algo diferente y positivo para Puebla.

La izquierda en su conjunto está inmersa en una disputa del mismo espectro electoral de votantes. Los votos que un partido gana, el otro los pierde en una suerte de suma cero que no beneficia al conjunto de los partidos de izquierda, ni hace ganar a Morena, ni fortalece al PRD, y mucho menos le hace bien al país. Incluso el notorio resultado de Morena en Veracruz obedece a la intención del gobernador Duarte de hacer crecer a este partido para disminuir las posibilidades de triunfo de la alianza PAN-PRD, cosa que al final no resultó así.

A lo largo de la historia política de México, cada vez que la izquierda disminuye su presencia, las otras fuerzas retrógradas y conservadoras se frotan las manos. De cara a la elección de 2018, los militantes de los partidos de izquierda tenemos una enorme responsabilidad en la toma de nuestras decisiones.

Valgan estas líneas también para felicitar al periódico La Crónica de Hoy por sus 20 años de circulación. Felicidades.

 

Senador de la República (PDR)

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