El más grave desastre natural de Tabasco en más de medio siglo, ha sido la inundación de 2007, un hecho que no debemos olvidar y, al contrario, necesitamos trabajar de manera preventiva para que nunca más nuestro querido pueblo padezca los estragos de la devastación que puede causar estos fenómenos naturales.
Por ello, desde el Senado de la República, los senadores estamos llamando a comparecer al titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que informe, entre otras cosas, sobre la situación que guarda el Plan Hidrológico para Proteger a la Población de Inundaciones y Aprovechar Mejor el Agua (PROHTAB) en esta temporada de lluvias.
Para este 2016 se etiquetaron en el presupuesto federal mil cien millones de pesos para el PROHTAB; sin embargo, poco sabemos las y los tabasqueños de los proyectos y programas en los que, se supone, estos recursos se están aplicando y no existe nadie en este sector que nos informe si hoy podemos estar tranquilos de que las anegaciones e inundaciones no volverán a golpear a la población, el comercio y la infraestructura del estado.
En el Sureste de México recibimos el 50% de toda la lluvia que cae en el país al año, y tan sólo en nuestro querido Tabasco poseemos la tercera parte del agua dulce del país, además de los ríos más caudalosos de la nación: el Usumacinta y el Grijalva, con sus numerosos afluentes al Golfo de México.
En ese sentido, desde el Poder Legislativo, como representante de nuestro estado, tengo como prioridad que se impulsen acciones, obras y medidas de mitigación de riesgo, así como la infraestructura para el aprovechamiento del agua. De ahí que sin descanso, seguiré exigiendo el cumplimiento de la aplicación real y útil de recursos económicos en acciones transparentes que beneficien a las y los tabasqueños.
En esta temporada de lluvias, más vale prevenir que lamentar, Tabasco necesita estar preparado para evitar inundaciones.
