Sin gasolinas limpias será difícil cumplir nuevas reglas de verificación vehicular: Mario Delgado


Con la nueva norma ambiental que hace más estricta la verificación vehicular pero con gasolinas cuyas evidencias indican que son sucias será difícil que los vehículos cumplan con los nuevos límites permitidos de emisiones contaminantes lo que generará costos para las familias, principalmente para las de menores recursos, afirmó el senador Mario Delgado Carrillo.

 

Además, dijo que con los lineamientos para la verificación vehicular no se combate la corrupción sino que la fomenta pues genera incertidumbre para el ciudadano lo que es aprovechado para insinuar o solicitar dádivas.

 

“Con gasolinas sucias y una norma más estricta será casi imposible que una gran cantidad de vehículos aprueben la verificación vehicular lo que podrá generar que se adquiera otro auto viejo para satisfacer las necesidades de transporte de la familia o se incurra en actos de corrupción para aprobar u obtener un determinado holograma”, señaló Delgado Carrillo.

 

Consideró que esta nueva norma además de ser un estímulo a la industria automotriz ante los privilegios que tendrán los autos de modelos nuevos, a todas luces es una acción discriminatoria.

 

Para el senador por la Ciudad de México el mayor problema radica en que esta medida de castigo a quienes no tienen para adquirir un automóvil nuevo no va acompañada de una política integral de movilidad sustentable.

 

“Ahora vemos que se anuncia la salida de circulación de los microbuses pero no hay nada que los sustituya y atienda la demanda de movilidad de quienes viven, trabajan o visitan la Ciudad de México”, dijo Delgado Carrillo.

 

Para deschatarrizar el transporte público es necesario implementar estímulos e incentivos que permitan a los concesionarios renovar el parque vehicular, pues las políticas públicas aisladas no funcionan y está demostrado que son contraproducentes, expresó el legislador.

 

Indicó que es claro que la calidad de los combustibles es una parte del gran problema de la contaminación por lo que debe exigirse que se atienda la oferta de gasolina y diésel de calidad pero a la par que se cuente con un transporte público eficiente y no contaminante pues de lo contrario, al promover el consumo energético individual se estaría generando, sin preverlo, más emisiones contaminantes a las actuales.

Las consecuencias de los combustibles sucios, consideró, son los daños a la salud pues desde 2012, la Organización Mundial de Salud advirtió que existe suficiente evidencia para afirma que las partículas que se encuentran en el diésel con alto contenido de azufre y que emanan de los tubos de escape están relacionadas con incrementos en los casos de cáncer de pulmón año en el que más de 7 millones de personas murieron en el mundo como resultado de la contaminación atmosférica.

En el caso de México, recordó que de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad,  al año se registran más de 5 mil muertes causadas por la contaminación del aire, además el sistema de salud realiza 14 mil hospitalizaciones  y más de 800 mil consultas médicas, de tal forma que los gastos en salud por esta causa ascienden a 728 millones de pesos al año.

Para mitigar  los efectos nocivos de la contaminación atmosférica, la OMS sugiere un conjunto de políticas públicas, entre ellas la utilización de vehículos pesados de motor diésel más limpios y vehículos y combustibles de bajas emisiones, especialmente combustibles con bajo contenido de azufre.

Por lo anterior, presentó un punto de acuerdo en el que se solicita que las autoridades que integran la Comisión Ambiental de la Megalópolis analicen el impacto que tiene la calidad de las gasolinas y diésel que se comercializan en sus respectivas jurisdicciones, para cumplir los máximos niveles de calidad del aire y se evite que las nuevas disposiciones sean incumplidas por los ciudadanos al no haber disponibilidad, accesibilidad y asequibilidad de combustibles limpios y de alta calidad.

—o-0-o—