La Causa y lo Causado: El significado del voto / Milenio


  • Nadie puede cuestionar que el voto libre, directo y secreto constituye el único medio para definir la representación del poder público en todos los órdenes y niveles de gobierno. El voto es el medio de legitimidad del poder político por excelencia.

A unos días de la renovación de 12 gubernaturas y de la elección de 60 diputados constituyentes de la Ciudad de México, en los momentos en que casi la mitad del país elegirá a sus autoridades locales; cuando se pronostica un elevado abstencionismo, en algunos procesos hasta del 80% del padrón electoral; cuando hay evidencias de que se coacciona o se compran los votos por medio del otorgamiento de despensas, tinacos o programas sociales; cuando las campañas electorales se han convertido en guerras de lodo y de injuria, desprestigio e infamia, conviene hacerse una pregunta, un cuestionamiento simple, pero a la luz del desarrollo de las campañas, fundamental: ¿Cuál es el sentido de nuestro  voto? ¿Qué implica levantarse el domingo y acudir a una casilla para depositar en una urna transparente una boleta?

 

“Sufragio efectivo, no reelección”… ¿Qué tan lejos o qué tan cerca estamos de este ideal democrático que llevó a Francisco I. Madero a convocar a una Revolución? Ahora se habla de voto oculto, se pide el voto de castigo, se especula sobre el voto útil o se convoca al voto nulo. ¿Qué significa la capacidad de votar y ser votados para los habitantes de estas entidades? Continuidad en algunos, alternancia en otros y, por fin, el cambio en otros más.

 

El voto es la expresión máxima de la democracia directa. Primero, sólo contaba la opinión de los patricios y de los hombres libres; siglos después, cuando el ejercicio del poder público dejó de ser una cuestión de sangre o de Dios, los ciudadanos, todos varones por supuesto, podían votar; el Siglo XX, en el caso de México en 1958, por fin votaron las mujeres; por tanto, votar es una obligación y un derecho. Lo primero, porque se trata de un deber cívico y ciudadano. Los ciudadanos deben acudir a elegir a sus gobernantes y representantes populares. Es un derecho, porque su ejercicio implica la concreción de siglos de lucha y de evolución política en nuestro país y el mundo.

 

La democracia, por muchos años despreciada por la izquierda y por la derecha, se ha convertido en la forma de gobierno en la cual la sociedad contemporánea puede expresarse en su amplia diversidad y pluralidad. Nadie puede cuestionar que el voto libre, directo y secreto constituye el único medio para definir la representación del poder público en todos los órdenes y niveles de gobierno. El voto es el medio de legitimidad del poder político por excelencia.

 

No existe una elección sin controversia, ni en México, ni en ninguna otra parte del mundo. El contraste de ideas, la disputa y la crítica son parte del proceso democrático. Sin embargo, si un régimen es democrático, lo es tal, porque el voto de los ciudadanos es el que decide quién ejerce el poder. Si esto no es tal, nos encontramos en un régimen autoritario. Así de importante es el ejercicio y respeto del voto. Desde las elecciones de 1910, hasta las más recientes de 2015, ha existido controversia respecto al respeto al voto. Estos comicios no serán la excepción, lo cual habla de la necesidad de seguir avanzando la lucha continua y permanente por perfeccionar nuestra vida democrática.

 

Respecto a las elecciones del próximo domingo 5 de junio, los invito a votar por el partido y candidato de su preferencia, a ejercer plenamente este derecho cívico y ciudadano. XXX TWITTER: @MBarbosaMX