Tres maestros de Chiapas / Revista Siempre


Hombres ilustres

En este mayo florido, caluroso y agitado para Chiapas, el calendario de festividades y conmemoraciones nos invita a reflexionar varios temas, uno esencial para mi estado: los maestros, por su labor académica, papel social y sobre todo por lo importante que son como ejemplo en la formación de nuevas generaciones.

En Chiapas, a lo largo de nuestra historia, han existido hombres y mujeres ilustres, quienes tuvieron como denominador común el haber dedicado alguna parte de su vida a la enseñanza, pero cuya labor se complementó en otros planos del quehacer humano en el que destacaron de manera significativa. Hombres como Emilio Rabasa Estebanell, Edgar Robledo Santiago y Enoch Cancino Casahonda.

Emilio Rabasa Estebanell fue un destacado chiapaneco, novelista, iniciador del realismo, quién armonizó su tiempo entre la literatura, la abogacía y la política, llegando a ocupar la gubernatura de Chiapas de 1891 a 1894. Impartió cátedra de derecho constitucional en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y fue también maestro fundador de la Escuela Libre de Derecho, en la que enseñó derecho constitucional durante dieciocho años y fue nombrado rector de esta institución en 1930.

En la docencia fue durante toda su vida una reconocida autoridad en materia de derecho constitucional y miembro de diversas agrupaciones científicas y literarias. Como periodista tuvo una participación brillante en numerosas publicaciones y revistas especializadas en materia jurídica. Colaboró para el periódico oficial de Chiapas, para El Porvenir de San Cristóbal de las Casas en 1881 y para El liberal de Oaxaca en 1883.

Escribió mucho con el seudónimo de Pío Gil, produjo cuentos, poemas y estudios de crítica literaria. Justo Sierra apuntó sobre él: “Escribe bien; es una cosa notable; se parece a Galdós”.

El profesor Édgar Robledo Santiago, serrano y chiapaneco, en ese orden, nació en Motozintla, en las montañas cuna del quetzal, fue profesor rural e hizo suya la mística educativa del cardenismo: “La mayor riqueza de un país es el cultivo de la inteligencia de su población”.

Lo mismo como maestro rural, como director de escuela o como líder magisterial, don Edgar no se conformó con impartir nociones generales; se convirtió en un guía social que penetró con pie firme el surco del campesino y el taller del obrero; se convirtió en un formador de conciencias, escultor de criterios, combatiente de ignorancias e impulsor de talentos. Don Edgar Robledo, quién fue líder nacional del magisterio, director del ISSSTE y senador de la república por Chiapas, inculcó, dentro y fuera del aula, valores sólidos y conocimientos pertinentes; dotó a generaciones de maestros para que, a su vez, dotaran a generaciones de alumnos con las herramientas necesarias para desempeñarse con provecho bajo las nuevas condiciones de la sociedad, la economía y el trabajo.

Fue destacada su entrega, desde todas sus trincheras, a la causa de la educación en Chiapas, sabedor de que ésta no era una causa perdida. Como refiere el doctor Erwin Rodríguez, chiapaneco y serrano también: “Don Édgar fue uno de los artífices de la diferencia entre las cartas con huellas digitales de los Altos de Chiapas y las peticiones con firmas estilizadas de la Sierra Madre”. Parece profecía su sentencia de 1965: “La paz no se conquista con armas sino con escuelas”.

Enoch Cancino Casahonda fue maestro fundador de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas, integrante de la Academia Mexicana de la Lengua, poeta, escritor, periodista, político y charlista irredimible.

Enoch —Noquis, como lo conocemos con cariño— es sinónimo de amor por Chiapas. Hombre de palabra sencilla y de sentimiento hondo, de verso lúcido y de poesía esencial y sorprendente. Enoch Cancino es el poeta del pueblo en un pueblo de poetas.

Leer a Noquis es una invitación permanente para acercarnos a su vida, a su ejemplo, a su glorioso tiempo y sobre todo a su palabra, para los chiapanecos conocer su poesía es una forma de hacer recíproco el sentimiento de un pueblo hacia el hombre que inscribió a Chiapas en el cosmos.

Tres ejemplos, tres chiapanecos, tres maestros de los que debemos abrevar.

@zoerobledo

Senador por Chiapas