Un pobre político para Puebla / La Crónica de Hoy


José Antonio Gali Fayad, el candidato a la gubernatura de Puebla de la coalición Sigamos Adelante, conformada por el Partido Acción Nacional, el partido Nueva Alianza (Panal), el Partido del Trabajo (PT), el Partido Compromiso por Puebla (CPP) y el Partido Pacto Social de Integración (PSI), tiene una peculiar forma de entender la democracia y la competencia electoral: se gana sólo con dinero.

La riqueza acumulada y la desvergüenza de exhibirla sin el menor rubor son características del candidato a la gubernatura de la coalición Sigamos Adelante. Así lo hizo hace tres años cuando contendió por la presidencia municipal de la capital poblana; de nuevo lo hace y con mayor derroche ahora que tiene como fin gobernar la entidad entera.

Hace tres años, tratando de esquivar los duros señalamientos de enriquecimiento ilegal al amparo de sus cargos públicos que militantes panistas realizaron para impedir que se convirtiera en candidato a presidente municipal, José Antonio Gali salió al paso a su estilo: con cinismo.

Mostró sus declaraciones patrimoniales, en las que declaró que durante el periodo que fue secretario de Infraestructura en el gobierno de Moreno Valle, su fortuna personal pasó de 23 millones de pesos en 2010 a 77 millones de pesos en 2013.

La fastuosa casa de Tony Gali, ubicada en el fraccionamiento La Vista Country Club, valuada en más de 70 millones de pesos, representa un insulto a la gente que todos los días enfrenta carencias básicas en su vida diaria a lo largo y ancho de Puebla.

No es posible acumular y poseer semejantes riquezas cuando en la última década ha sido, principalmente, un funcionario público. En él impera la cultura del patrimonialismo, la corrupción y el derroche; lo sabe y no le importa, como tampoco le importa ser una pieza de ajedrez del actual gobernador, al fin y al cabo esa lealtad le paga bien.

La campaña del candidato de la coalición Sigamos Adelante es una extensión más de su estilo de vida y de su concepción de la política. José Antonio Gali recorre el estado, realiza eventos, mítines, tiene encuentros, desayunos, cenas, todo con el mismo sello: el derroche.

Eventos repletos de gente acarreada, uniformada según el partido responsable de los actos de campaña, con miles de banderas, gorras, sombrillas y diversos utilitarios repartidos entre los asistentes. Las avanzadas que instalan grandes estructuras para montar carpas, templetes, vistosos escenarios para hacer lucir al candidato Tony como un triunfador; no importa el costo de cada evento, al fin y al cabo todo lo harán cuadrar para informar que tuvieron gastos inferiores, que utilizaron menos recursos económicos que los reales.

Mentir una y otra vez a las autoridades responsables del seguimiento de los recursos y de la vigilancia electoral, así ha sido hasta ahora.

Sí existen otras opciones y una de ellas es Roxana Luna, candidata del PRD a la gubernatura. Una mujer joven, con buenas ideas, que está realizando una campaña novedosa, con ingenio para expresar el hartazgo que el pueblo siente por cómo están las cosas en Puebla y lo que propone para cambiarlas; lo mismo en redes sociales, donde su activismo es notorio, como en los actos públicos donde vierte inventiva para hacer reflexionar a la gente, a la cual pretende servir como gobernadora.

Por el contrario, esta contienda electoral es para José Antonio Gali Fayad un servicio más para su jefe político, el gobernador Moreno Valle. Aspira a ganar, o más bien a comprar la gubernatura de Puebla, pero sobre todo quiere contribuir, como lo ha hecho siempre, al éxito del aún gobernador en sus aspiraciones políticas.

La “minigubernatura”, como se le ha llamado a los 20 meses que durará en el cargo quien resulte triunfador en la contienda electoral, representa, para Antonio Gali, un servicio más al morenovallismo, un examen para mostrar su eficacia para obtener recursos y convertirlos en acciones políticas efectivas al servicio de un solo actor.

“Un político pobre es un pobre político”, esta frase acuñada por el profesor Jorge Hank González debería utilizarse como lema de campaña de Antonio Gali, eso lo haría más congruente con su cinismo.

XXX Twitter @SenLuisSanchez

*Senador del PRD