La delincuencia infantil y juvenil es producto del fracaso pedagógico de este país: Fidel Demédicis


Intervención en tribuna del senador Fidel Demédicis Hidalgo, del Grupo Parlamentario del PRD, para hablar a favor del dictamen de las Comisiones Unidas de Justicia; de Derechos Humanos; de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia; y de Estudios Legislativos, con proyecto de decreto por el que se expide el Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes.

 

Fidel Demédicis Hidalgo  (FDH): Gracias presidenta, con su permiso.

 

Compañeros senadores, compañeras senadoras.

 

Primero felicitar a las comisiones Unidas de Justicia; de Derechos Humanos; de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia; y de Estudios Legislativos. Se ha dado un paso muy importante en materia de justicia para adolescentes con esta Ley Nacional de Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes.

 

Voy a dar mi visión como educador y la voy a relacionar con esta ley. Cuando discutimos la reforma educativa fuimos muy insistentes en que esa reforma, que aprobó la mayoría de los senadores, sólo iba a llevar al país a una situación de complicación en materia de delincuencia de adolescentes y de infantes.

 

Y señalamos eso, y aquí se hizo oídos sordos, porque reforma educativa careció de los elemental; un diagnóstico que nos dijera como estaba el sistema educativo nacional.
Se tenía, o se tienen hasta la fecha, una preocupación enorme por ese concepto que ya galopa –y aceptado por todos- la violencia escolar, que muchos q       ue hablan como pochos les gusta decirles bullyng, el bullyng.

 

¿Saben por qué se da el bullyng? y por qué hay niños como el que mencionó la senadora, un niño de Jiutpec Morelos, un asesino que ni siquiera adolescente era, un niño asesino.

 

Precisamente cuando discutimos ese tema en la Cámara de Morelos señalamos que el “Ponchis”, era el ejemplo más claro del proceso pedagógico del sistema educativo nacional.

 

Y que había “Ponchis” por todo el país, producto de que no se ha revisado la currícula.

 

Solamente se hizo la reforma educativa, pero nunca se quiso discutir el perfil del educando. ¿Acaso el educando que surge del sistema educativo nacional ama entrañablemente a su patria, respeta los derechos humanos, respeta el medio ambiente? ¿Tiene un respeto irrestricto por las cosas de los demás?

 

Son casos dramáticos los que han pasado en el sistema educativo en este país, compañeros que asesina a sus compañeros, compañeros que asesinan a sus maestros o los agreden con armas de fuego o con armas blancas.

 

Nosotros hemos sostenido –y lo discutimos con Chauyffet en una ocasión que estuvo aquí en el Senado-, no podemos hablar de educación de calidad si la escuela no cumple con su trabajo en el entorno social donde se ubica.

 

¿La escuela para qué sirve? Pues es la receptora de los posibles delincuentes, y los maestros con toda su vocación, con todo su profesionalismo, con todo su amor por los niños hacen un esfuerzo a pesar de las condiciones infames en que están las escuelas, hacen un esfuerzo por redimir a esos niños a través del proceso educativo.

 

Entonces, compañeros senadores, compañeras senadoras, no esperemos, como educador se los digo, no esperemos que al modificar, al generar este nuevo paradigma de justicia penal para adolescentes las cosas cambien como por arte de magia. No.

 

Porque no nos hemos atrevido a meterle mano a lo esencial, no hemos podido revisar la currícula, ya ha habido por ahí una intención, no lo ha platicado el Secretario de Educación a los que somos de la Comisión de Educación del Senado, que quiere revisar el modelo educativo.

 

Pero lo quiere hacer sin que participe la junta de sabios; es decir, sin que participen los maestros, ¿a quién se le ocurre?

 

Pues solamente a alguien que no conoce de fondo cómo se genera el proceso educativo y cuáles son las bases que los sustentas, solamente a alguien así no se le ocurre llamar a la junta de sabios.

 

Lo quiero decir con todas su palabras, la delincuencia infantil y la delincuencia juvenil es producto del fracaso pedagógico de este país, no le busquemos.

 

Y felicito a las comisiones cuando en la ley plantean situaciones tan importantes en el tema de las sanciones que se tienen que realizar a partir de una situación socio educativa, qué bueno que se reconoce que la educación es el medio idóneo para corregir conductas y formar lo que Torres Bodet llamaba el ciudadano del porvenir, qué bueno, qué bueno que se reconoce en esta ley, qué bueno que se reconoce la presunción de inocencia.

 

¿A cuántos niños?, revisen cómo está el sistema de justicia en esta parte, a cuántos niños no se les violenta su presunción de inocencia, a cuántos niños no se les garantiza absolutamente ninguno de sus derechos.

 

Aquí dice “se les van a respetar sus derechos” y yo quiero creer que sí, porque también en esta ley aunque sea de manera muy tímida, pero se enuncia que sean las legislaturas locales las que asignen presupuesto.

 

Yo digo de manera muy tímida porque está comprobado en este país que de lo  que menos caso se hace es de lo que se plasma en la ley como cumplimiento, como una exigencia.

 

En el Senado de la República hace unos días votamos un punto de acuerdo para exigirle al gobernador de Morelos que no viole la ley para erradicar la obligatoriedad de las cuotas escolares, porque no ha pagado 2013, no ha pagado 2014, no ha pagado 2015 y 2016 ya lo sacó del presupuesto.

 

Y quién sanciona esas conductas, nadie. Por eso en México la impunidad cabalga, cabalga sin ningún control.

 

Qué interesante, compañeros, qué interesante que el interés superior de la niñez sea principio y norma del procedimiento del sistema de justicia para adolescentes, qué bueno, yo sinceramente por eso voy a votar, porque estoy convencido de que así tiene que ser.

Qué bueno que se concatena, mi presidenta, la ley de los derechos de las niñas, niños y adolescentes con este sistema de justicia penal para adolescentes, qué bueno, porque la base para que este sistema pueda caminar es el respeto a esa ley.

 

Qué bueno, la felicito, se lo digo de corazón, que tuvieron ese cuidado y decir “esta ley no va a caminar si no camina ésta”.

 

Compañeros senadores, qué bueno que los derechos son indivisibles, qué bueno que se protege la integridad de los derechos, qué bueno que se prohíben tratos crueles e inhumanos, qué bueno que no hay discriminación.

 

Ya voy a concluir, presidente, presidenta, perdón.

 

Qué bueno, es mucho lo que hay que hablar de esta ley, mucho, porque es una ley interesantísima y una ley garantista como aquí se ha dicho.

 

Creo que el Senado de la República está haciendo su trabajo, qué bueno que lo estamos haciendo, lo hemos dicho, hoy una vez, qué bueno que se repite en el mismo día.

 

Dense cuenta, en el Senado de la República cuando nos ponemos de acuerdo, podemos hacer leyes que favorezcan al país.

 

Pero vienen algunas como la de anticorrupción, que ya se están frotando las manos más de uno, para que el gatopardismo se dé, es decir, que sea la misma gata nada más que revolcada en materia de anticorrupción.

 

Ojalá y así como pudimos ponernos de acuerdo en esta ley, podamos ponernos en otras tan importantes como ésta.

 

Decirles por último que se reconoce el fracaso del sistema educativo en estos casos y se hace uso de él para la reintegración de las personas adolescentes, qué bueno, compañeros.

 

A favor de esta ley, por el bien de la niñez y de los adolescentes de nuestro país.

 

Por su atención, muchas gracias.

 

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