Autoridades mexiquenses agravan el problema ambiental: Luis Sánchez


El Estado de México elude su responsabilidad en la Contingencia Ambiental que se está viviendo en el Valle de México, ya que en lugar de abonar a la solución del problema lo agrava con la corrupción imperante en la entidad, indicó el senador Luis Sánchez Jiménez.

 

“Ni funciona su transporte público, ni el Mexibús, ni han retirado chatarras y, no funcionan sus medidas de verificación ambiental; impera el desorden”, subrayó.

 

Sánchez Jiménez precisó que en la demarcación, uno de cada cinco verificentros presenta irregularidades, esto con datos proporcionados por el propio gobierno mexiquenses.

 

“Se tiene un registro aproximado de 115 de estos centros, de los cuales el año pasado sancionaron a 20. Pero nosotros calculamos que la corrupción llega a más del 50 %”, acotó.

 

Denunció que el transporte público en tierras mexiquenses es caótico, “ellos mismos reconocen que existen más de 35 mil autos piratas circulando en la zona conurbada”.

 

El Legislador mexiquense señaló que esto lo reconoció, el año pasado, el Secretario de Movilidad de la entidad, Pastor Medrano. Hay 200 mil unidades de transporte público en el estado: 103 mil son taxistas y 65 mil son de ruta fija, los otros son los piratas o tolerados.

 

De entrada los «piratas ¿estarán debidamente verificados?», preguntó Sánchez Jiménez y los otros 165 mil ¿pasan debidamente su verificación? «Yo creo que no».

 

“No han retirado de circulación a la totalidad de unidades que corren por las rutas del Mexibús, que fue una obra tardada y mal hecha”, dijo.

 

Sánchez Jiménez comentó:  “Sí, ellos reconocen que uno de cada cinco verificentros incurre en irregularidades, bajo esa premisa creemos que al menos –conservadoramente– de las 200 mil unidades de transporte público 50 mil «brincan» la verificación·.

 

Por si fuera poco, indicó, de los 5.3 millones de vehículos que circulan diariamente en el valle de México, la mitad proviene del estado de México (2 millones 600 mil), de la misma forma, por lo menos 500 mil de ellos «evaden con mordidas» la norma ambiental, subrayó.

 

Además, mencionó que de acuerdo a estudios de organizaciones civiles como el Poder del Consumidor se establece que de 1990 a la fecha por la cantidad de autos la Ciudad de México perdió 21 kilómetros de velocidad por la gran cantidad de vehículos automotor. Ates circulábamos a 38 kilómetros (promedio) por hora, ahora lo hacemos en 17 kilómetros. Pasamos de un promedio de 53 minutos por traslado a una hora con 21 minutos.

 

“Pero la ciudadanía que viene del Estado de México, la tiene más difícil, ya que de acuerdo a esa ONG, se establece que en promedio ocupan de una dos horas diariamente para trasladarse a esta capital, en algunos casos desperdician hasta 3 horas, la mayoría en el deficiente transporte público de la entidad”, acotó.

 

Es decir, con el tráfico y las horas invertidas en transporte público y privado se consume mucha gasolina y su consecuencia ambiental,  indicó Luis Sánchez.

 

Por último, señaló «debemos sumar el gas metano que no se aprovecha en los rellenos sanitarios del Bordo Poniente», entre otros problemas metropolitanos  a los que no le entra el gobierno federal y el estatal.

 

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