En México hay más de 400 mil niñas, niños y adolescentes en situación de abandono, según estimaciones de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), y de ellos tan solo 40 mil están ubicados en alguna institución pública o privada, situación desalentadora y que denota la importancia de supervisar y unificar el funcionamiento de los centros de asistencia social, indicó la senadora Angélica de la Peña.
En tribuna, la senadora del PRD apuntó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)ha dado a conocer que el Censo de Alojamiento de Asistencia Social del año pasado revela que hay 4 518 centros de asistencia, de los cuales 80.4%, es decir, 3 mil 365, se encuentran concentrados en 17 entidades, “es relevante que aquellos especializados en personas menores de 18 años de edad tienen una población aproximada de 38 mil 922 personas, pero desconocemos las condiciones en las que viven estas niñas, niños y adolescentes”, añadió.
Explicó que los centros de asistencia social, tanto públicos como privados, continúan sin estar debidamente vigilados para que su funcionamiento cumpla la norma oficial mexicana, situación que las autoridades debe corregir cuanto antes porque se incrementa el número de niñas y niños que por diversa situación de abandono, orfandad, o porque alguna autoridad así lo ha ordenado, son enviados aun centro de asistencia social.
Resaltó que el Sistema de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes ya cuenta con su secretariado técnico y una Procuraduría, por lo que las autoridades no tienen pretexto para evadir la responsabilidad que la Ley General en la materia les asigna y deben realizar de inmediato el censo y la supervisión del funcionamiento de los centros de asistencia social,
La también presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado apuntó que la situación de los centros de asistencia social es una preocupación prioritaria, por lo que estará atenta a la respuesta de la autoridad para conocer los protocolos de supervisión y funcionamiento de estas instancias a fin de que aquellas niñas y niños que deban permanecer en ellas, reciban la atención especializada que ha recomendado la Organización de las Naciones Unidas.
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