Los senadores debemos de ser y asumirnos también como protectores de las áreas naturales: Zoé Robledo


Intervención del senador Zoé Robledo, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona un párrafo segundo al artículo 159 bis 1 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y se reforma el segundo párrafo del artículo 416 del Código Penal Federal.

 

Zoé Robledo A.,  (ZRA): Muchas gracias, senadora vicepresidenta.

 

Compañeras y compañeros.
El martes pasado que iniciamos un nuevo periodo de sesiones en el Senado de la República, que tuvimos una sesión con varios temas; por ahí leí en la Gaceta que algún senador había incorporado la orden del día una efeméride para celebrar el día internacional de los humedales.

 

Porque justamente antier fue el día internacional de los humedales y sorpresivamente el Senado de la República no dijo absolutamente nada sobre lo que está ocurriendo en uno de los humedales más importantes que tiene nuestra patria, tanto el sistema lagunario y el sistema de manglares que existe particularmente en el sur-sureste de nuestro país.

 

Por supuesto que es el tema de Tajamar, que si no fuera por la senadora Beristain seguramente estaría completamente ausente del debate del Senado.

 

Por eso es que, a pesar de que haya sido hace dos días, vale la pena recordar al Tajamar. Tajamar debe de ser una lección, debe de ser un ejemplo oprobioso de lo que nunca más debe ocurrir en nuestro país.

 

Afortunadamente existen instituciones que sí entienden su función de protección y conservación; una de esas instituciones es Ramsar. Ramsar que es la Convención Internacional que determina cuáles humedales deben de ser considerados de importancia internacional porque aportan enormes servicios ambientales.
Como seguramente ustedes saben, México tiene 142 sitios Ramsar, y de esos 142 sitios Ramsar, 12 están en mi estado. 12 están en el estado de Chiapas.

 

Y seguramente todos ustedes si alguna vez han estado en Chiapas, lo mismo por actividades políticas que turísticas, pueden estar de acuerdo conmigo con la riqueza natural de mi estado –que siempre contrasta con la pobreza de la gente-.

 

Y esa riqueza natural siempre, al viajante, al visitante, le regresa un sentido de pertenencia porque, bueno, Chiapas es México y México debe de estar muy orgulloso de las riquezas Chiapanecas.

 

Y justamente una de esas bellezas es las Lagunas de Montebello, las lagunas de Montebello allí en Comitán, que nadie que visite Chiapas deja de estar en ellas.

 

Yo recuero alguna vez a la senadora Mariana Gómez del Campo cuando estuvo en Chiapas me decía como estas lagunas, recordaba, la habían impresionado tanto por los colores tan hermosos que se generan en ellas, distintas todas entre sí.

 

El senador Demédicis, alguna vez, pasen a su oficina a ver las fotografías que tiene de Chiapas, en donde estuvo recogiendo testimonio de la pobreza y también de la riqueza nacional.

 

¿Y a qué va todo esto? No estoy aquí como un agente turístico, estoy aquí como senador porque Montebello está psando una desgracia, una desgracia está siendo documentada por muchísimas organizaciones, muchísimas instituciones, a la academia; todas están preocupadas por lo que ocurre en Montebello.

 

Y es que este parque nacional de la Lagunas de Montebello está en riesgo de perder su enorme atractivo; permítanme enseñarles de manera gráfica una antes y un después de lo que ocurre en Montebello.
Así eran antes las lagunas, así era su color. Hoy empiezan a tomar estas tonalidades verdosas, con lodos y otro tipo de elementos químicos que están haciendo que esos colores de Montebello se empiecen a perder por lo menos en cuatro de las 59 lagunas.

 

Son 59 lagunas que si no nos apuramos a hacer algo terminaran así, así como un lago contaminado, de este color verde tan desagradable.

 

¿Cuál es el problema? Pues el problema es que en los últimos años estos cuatro lagos de Montebello han perdido su tono, este tono reconocido mundialmente por ser único, este tono turquesa azul, y son muchas las autoridades que se han acercado a ver qué ocurre: la Conagua, el Conacyt, la UNAM, la propia CFE ha estado ahí para ver qué ocurre.

 

Y nadie se pone de acuerdo en saber qué está ocasionando este deño ambiental en Montebello.

 

Hay una hipótesis, una hipótesis sostenida por la bióloga Margarita Gutiérrez Ruíz del laboratorio de Bioquímica ambiental de nuestra Universidad Nacional Autónoma de México.

 

 

¿Qué dice ella? Pues que hay contaminación en el Río Grande, en cuya cuenca se encuentran las Lagunas de Montebello.

 

¿Qué contamina las Lagunas de Montebello? Primero las descargas de aguas residuales de los municipios de Comitán, Trinitaria, Margaritas y La Independencia.

 

Segundo, aportes excesivos de fertilizantes y agroquímicos de todo el desarrollo agroindustrial, particularmente del tomate que se encuentra ahí en la meseta comiteca.

 

Fue esta propia bióloga que en su momento advirtió al gobierno de Chiapas que, la citó; “el origen del problema era una planta de tratamiento de aguas residuales que funcionaba mal en el municipio de Comitán y que estas aguas residuales recorrían el cauce de las lagunas”.

 

Es decir, aunque funcionaran bien, las aguas iban a tener aportes de nitrato que son veneno para las laguas.

 

Dice esta experta: “la segunda causa que se identifica fue que en este momento hay invernaderos de cultivo de tomate que habían impulsado alrededor del área de las lagunas y usaban fertilizantes nitrogenados”.

 

¿Por qué esto lo digo presentando una iniciativa de ley, una iniciativa de reforma a la Ley de Equilibrio y el Cuidado y Protección del Medio Ambiente? Porque lo que ocurre en Montebello es muy fácil que ocurra en cualquier otra parte del país.

 

Porque nos hemos hincado ante las ganancias, ante la generación de empleos generalmente mal pagados a costa de perder estos lugares, de los cuales se nos llena la boca de orgullo cuando los presumimos con un amigo de otra parte del mundo u otra parte del propio país, pero que no hacemos absolutamente nada para protegerlos.

 

Hace unos días, el 27 de enero, ya había yo presentado un punto de acuerdo para la atención y la información por parte de la Secretaria del Medio Ambiente de qué ocurre en Montebello y qué van a hacer, y además la petición de la Declaratoria de Desastre Ambiental en las Lagunas de Montebello.

 

Es decir, que se descubra qué está pasando y que se detenga si hay alguna responsabilidad, ya sea de alguna industria o de la propia negligencia de autoridades municipales que no tienen buen manejo en sus plantas de tratamiento de agua o peor aún, que estuvieran haciendo descargas ya sea de aguas residuales o aguas negras a el Río Grande que nutre a toda la cuenca de estos lagos de Montebellos.

 

Por eso es que mi planteamiento es muy simple, el primero es modificar la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección del Medio Ambiente, para que la Semarnat tenga y asuma una muy simple tarea: informar de todos y cada uno de nuestras áreas naturales protegidas un informe anual de su estado.

 

Es decir, que todos los años podamos tener y recibir, nosotros como senadores, un informe de qué pasa en todas y cada una de las áreas naturales protegidas.

 

Porque Tajamar es un ejemplo, pero ahí está el tema del Río Sonora y las descargas de cobre que todos conocieron hace algunos meses, pero ahí está el tema de la minería que se acerca peligrosamente a la reserva de la biosfera del Triunfo, argumentando que van a hacer una suerte de minería sustentable para sacar a Chiapas de la pobreza pero atacando uno de los lugares y de los ecosistemas, el Bosque de Niebla, más extraños y con más peligro de extinción que existe en el mundo entero.

 

La única casa que le queda al quetzal, porque ahí está también el santuario de la tortuga golfina, en Puerto Arista, en Tonalá, Chiapas; que también está siendo amenazado por todos aquellos ecocidas que trafican y comercian con el huevo de la parlama.

 

Ahí están muchos casos, seguramente en todos y cada uno de sus estados, casos que no les van a perdonar sus representados de no por lo menos decir algo.

 

¿Les parece un exceso pedirle a la Semarnat un informe anual de las áreas que tiene la responsabilidad de cuidar? Pues a mí me parece que no.

 

Y la segunda, pues que pongamos sanciones penales mucho más fuertes para todos aquellos particulares que contaminen aguas en áreas naturales protegidas, las ganancias no son el pretexto para quitarle a las próximas generaciones de mexicanos, y en mi caso de chiapanecos, la oportunidad de maravillarse ante los colores increíbles de los Lagos de Montebello.

 

Las ganancias de una calera como lo ocurre en el Cañón del Sumidero, jamás van a poder estar por encima de la posibilidad de que todos vuelvan a sentirse humanos pequeñitos ante la grandiosidad del Cañón del Sumidero, y que hoy está a punto de generarse un derrumbe gigantesco a partir de la negligencia.

 

A qué huele todo siempre, a corrupción, a cochupo, a complicidad de autoridades con alguna industria, yo creo que como senadores debemos de ser y asumirnos también como protectores de las áreas naturales protegidas y por supuesto, de todos los entornos que en el altar de las ganancias se ponen en riesgo.

 

Ahí está el caso de Montebello, se los quise traer para ejemplificar lo que ocurre y que no nos llenemos de Tajamares constantes, cotidianos y nos acostumbremos, a que el país, para que tenga más riqueza, más productividad, más competitividad, tiene que poner en riesgo lo más rico, lo más grandioso que México posee, su medio ambiente, su naturaleza, su herencia ambiental para las futuras generaciones.

 

Ojalá se sumen a esta propuesta, compañeras y compañeros senadores.

 

Es cuanto.