La causa y lo causado: Los salarios mínimos / Milenio


La desindexación del salario mínimo constituye un paso importante para hacer viable la recuperación en el ingreso de los trabajadores mexicanos. Uno de los argumentos recurrentes entre los opositores al aumento en las percepciones de los trabajadores era que el salario mínimo se usaba como la unidad para una gran número de trámites administrativos y judiciales.

 

En esta lógica, cualquier aumento en los salarios mínimos impactaba en muchos pagos y trámites, por lo cual, decían, no debería aumentarse. Se trataba de un círculo perverso que al final del día perjudicaba el poder adquisitivo de los trabajadores y de sus familias.

 

En materia de desindexación, el Congreso de la Unión ya hizo la parte que le correspondía. Hasta el momento en que se escriben estas líneas, 18 legislaturas de los estados han aprobado esta reforma. Se terminaron los pretextos. Ahora, corresponderá al Poder Ejecutivo decidir y ejecutar las acciones que derivan de estos cambios. Lo primero: un aumento del salario de los trabajadores.

 

El Congreso de la Unión y la mayoría de los Congresos locales avalaron las modificaciones que desvinculan el salario mínimo como la medida de referencia económica para multas, pagos, crédito de viviendas, entre otros. En su lugar se creó la Unidad de Medida y Actualización (UMA) como referencia económica para  estos trámites.

 

A la brevedad, las autoridades competentes deben poner a consideración la iniciativa del Gobierno del Distrito Federal que propone un aumento del salario mínimo de 70.10 a 86.36  pesos diarios para el próximo año.

 

Se terminó el debate en donde, por un lado, se consideraba que el aumento salarial desestabilizarían a la economía y se produciría una escalada inflacionaria y, por otro, que pensaba que un aumento salarial resulta impostergable ante la precaria situación que viven millones de trabajadores.

 

De lo que se trata es de hacer realidad lo que establece la Fracción VI, del apartado A del Artículo 123 de la Constitución, que considera que los salarios mínimos deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer la educación obligatoria de los hijos. Los salarios mínimos profesionales se fijarán considerando, además las condiciones de las distintas actividades económicas.

 

No existen argumentos de tipo económico, histórico y social para no iniciar un proceso como el que se ha iniciado en entidades como en el Distrito Federal. El cambio en la política laboral debe realizarse de una manera responsable, planeada y colocando en el centro el bienestar de los trabajadores. Basta recordar que la inflación no se ha detenido y que el resultado del modelo de política salarial que se ha aplicado es que la mitad de la población permanezca en la pobreza.

 

Entre las varias cuestiones que tendría que reflexionarse está el porcentaje de las ganancias del patrón en detrimento del salario de los trabajadores, lo que pone en evidencia la necesidad del fortalecimiento de una clase empresarial con responsabilidad social.

 

Debemos acompañar el debate sobre el aumento de los salarios, analizar las propuestas que ponga sobre la mesa el Ejecutivo y las opiniones de los trabajadores. XXX Twitter @MBarbosaMX

 

ENTRESACADO

 

No existen argumentos de tipo económico, histórico y social para no iniciar un proceso como el que se ha iniciado en entidades como en el Distrito Federal. El cambio en la política laboral debe realizarse de una manera responsable, planeada y colocando en el centro el bienestar de los trabajadores.