Suspensión temporal de transmisiones debería ser una opción o una decisión de las propias televisoras: Zoé Robledo


Intervención del senador Zoé Robledo A., del Grupo Parlamentario del PRD, durante la reunión extraordinaria de las comisiones unidas de Comunicaciones y Transportes; de Radio, Televisión y Cinematografía; y de Estudios Legislativos, para posicionar a nombre del grupo parlamentario sobre la iniciativa en materia de apagón analógico.

 

Zoé Robledo A., (ZRA): Muchas gracias.

 

Efectivamente como ya lo he señalado, el día jueves pasado, los senadores del PRD, no solamente los integrantes de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía y los integrantes y las integrantes de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, nos presentamos en esa sesión para pedir, no solamente la ampliación del turno que finalmente fue concedida en una ley que tiene que ver por supuesto con la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión en la que creíamos que la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía tenía que ver.

 

Pero además lo hacíamos porque había partes de la iniciativa del senador presidente, Gil Zuarth, con las cuales no concordamos. En principio, a lo que respecta a las televisiones públicas, educativas y sociales, por una razón, la iniciativa está planteando que se apaguen las señales, la suspensión temporal, para que no pierdan el título de permisionario y que no tuvieran una sanción mayor.

 

Sin embargo es una suerte de salvamento que también tiene una serie de implicaciones muy graves, implicaciones que tienen que ver con la pérdida de audiencia.

 

Si el 1 de enero de 2016, la gente en las zonas más apartadas del país, aunque ya tuviera un dispositivo, una televisión digital como parte del programa de la SCT, pero no encuentra la señal de estas televisiones, pues sin duda es un daño a la audiencia.

 

A las audiencias también de alguna forma se les estaría privando de contenidos que la televisión privada no ofrece, contenidos que tienen que ver con protección civil, contenidos que en el caso de estados como Chiapas, tienen que ver con ofrecer a los hablantes de lenguas indígenas una serie de programas que obviamente las televisiones privadas jamás van a generar.

 

También en algunas zonas del país, cuestiones que tienen que ver con la seguridad.

 

Por eso creíamos y creemos que la suspensión no es una solución para los medios públicos. En ese sentido es que estamos y vamos a presentar una propuesta de reserva para este primer párrafo, para que realmente su espíritu sea el de salvar a las televisiones públicas en el fondo, que las salve, pero que no las salve violentando tampoco el derecho de las audiencias.

 

Y que no las salve tampoco dejándolas en un estado en el cual al no tener la obligación o la necesidad de generar contenidos, incluso mucha gente podría quedarse sin empleo.

 

Simplemente, de las 19, según el dato actualizado que se tiene del propio Instituto Federal de Telecomunicaciones, de las 19 televisoras públicas y sociales también, porque ahí está la promotora de la televisión de Quintana Roo, es un permiso social, en el momento en el que se les ofreciera la salida de no, de suspender sus transmisiones para no perder el espectro mientras hacen la digitalización, pues también implicaría que no generarían  contenido y esa gente se quedaría sin empleo.

 

Creemos y me da gusto que aquí estén representantes de la red de televisiones públicas, educativas y culturales, que creemos que si bien es una suerte de salvamento, no debemos tampoco olvidar que los gobiernos estatales tuvieron tiempo para haber hecho esta transición.

 

Al final son cerca de 12 estados que simplemente no hicieron su tarea como sujetos obligados, ¿quién iba a pagar los platos? Pues sí las televisoras públicas y sus audiencias principalmente.

 

Por eso es que si bien, por supuesto siempre hemos creído que debemos de estar apegados a la ley, pues también creíamos que se les estaba salvando con una sanción, con una sanción que era la suspensión temporal de sus transmisiones.

 

Esa suspensión temporal, para el caso, debería ser una opción o una decisión de las propias televisoras, pero ya más adelante abordaré el tema.

 

Segundo, nosotros, y como representantes del PRD, que además estuvimos en las negociaciones de esta Ley de Telecomunicaciones y de Radiodifusión, por supuesto que tenemos muy claro que las sanciones que establece el Capítulo Segundo siguen vigentes y de alguna manera no se actualizan, están ahí.

 

Y es facultad, precisamente del Instituto, aplicarlas. ¿Debe de aplicarlas el Instituto? Bueno, para eso es autónomo, ojalá la autonomía de ese instituto se entienda como esa facultad, como la facultad de sancionar a quien no haya hecho la tarea, como una autonomía que sea cada vez muchísimo más vigorosa.

 

Por eso también la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía los invitó, vino el titular del Instituto, explicó lo que tenía que explicar respecto a quienes habían hecho ya notificaciones respecto a la transición y quiénes no.

 

Información que además dejamos y es pública y por supuesto que es un tema que nos preocupa, que lo que se establece en el Capítulo Segundo en el artículo 298 no sea vulnerado y que estas infracciones, si se dejara el caso, pues que las aplique el Instituto, pero es decisión de ellos, honestamente no es una decisión del legislador.

 

Adicionalmente a eso, a partir de la revisión de casos comparados y de experiencias de otras partes del mundo, pues si creemos que  los plazos en esta materia son fundamentales, que tener plazos no da certidumbre a absolutamente todos.

 

Y en la iniciativa que estamos comentando hay partes en que los plazos siguen sin ser claros y podría permitir un escenario de cohabitación de señales radiodifundidas en análogo y en digital sin establecer hasta cuándo esto estará permitido como una salida.

 

En ese sentido es que presentaremos las reservas a las partes que no coincidimos con este dictamen, siempre guardando la seriedad de que el derecho de las audiencias sea protegido, la autonomía del instituto garantizada y por supuesto nosotros convertidos en un Senado que encuentre soluciones a quienes, como se dice en el argot, están en la sombra, en una sombra que los alcanza en los servicios, justamente, de radiodifusión, pero una sombra que también tiene que ver con carencias y con una desigualdad profunda que muchas veces aquí en el Senado no entendemos porque no conocemos.

 

Ésa sería la posición y es cuanto.

 

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