El debate va / EL Universal


El debate sobre el consumo de la marihuana va. Primero fue el Congreso de la Unión por medio de la presentación de varias iniciativas y la organización de seminarios y foros. Después, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con la aprobación de la ya famosa resolución del ministro Arturo Zaldívar, quien marcó la pauta en este polémico tema.

Con la resolución de la Corte quedó claro que la prohibición para consumir marihuana se basa en un prejuicio sustentado en valoraciones morales y no en estudios científicos.
Como lo dice la resolución: el consumo de esta droga es una de las maneras de proyectar preferencias particulares de algunos individuos del resto de la sociedad. La decisión de consumir marihuana es estrictamente personal.

La discusión de este proyecto en la SCJN definió un precedente en la regulación del consumo de esta droga en nuestro país, el cual debe ajustarse a los derechos y obligaciones que establece la Constitución.

La aprobación de este proyecto cambiaría los términos del debate sobre la no criminalización del consumo de la marihuana y significaría un avance para cambiar la perspectiva de una política prohibicionista a una en la que se defiendan plenamente derechos y libertades de los individuos.

Ahora, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, instruyó a la Secretaría de Gobernación, que encabeza Miguel Ángel Osorio Chong, para que la Subsecretaría de Derechos Humanos de la dependencia convoque a un amplio debate sobre el consumo de esta droga.

Bienvenido sea el Presidente al debate. Resulta altamente positivo que el titular del Ejecutivo muestre esta apertura. Se trata de un gesto de buena voluntad y disposición al diálogo que estaba ausente en este poder.

El hecho de que el Legislativo, el Judicial y ahora el Ejecutivo demuestren interés por el mismo tema constituye un buen signo. En su mensaje fue claro: “En lo personal, para mí no sería deseable ni estoy a favor de una eventual legalización del consumo”, pero sí está porque el tema se debata.

Las condiciones están dadas para el desarrollo de un debate ordenado, serio y particularmente de resultados en torno al consumo de la marihuana. ¿Qué tiene que debatirse y quiénes deben ser consultados? Debe analizarse el marco regulatorio del control de estupefacientes y psicotrópicos en la Ley General de Salud y otras leyes aplicables, analizar las afectaciones a la salud, el desarrollo de dependencia, la propensión a utilizar drogas más “duras”, la influencia o no del consumo de la marihuana en la comisión de delitos, la regulación de sustancias similares a la marihuana, la regulación en el consumo de la marihuana en el derecho comparado, así como la identificación de alternativas a la prohibición absoluta del consumo.

El debate va porque es un tema que más allá de poderes y posturas políticas es un asunto que interesa a la sociedad. Un buen barómetro del avance de la sociedad se encuentra en el goce pleno de sus derechos y en el cumplimiento cabal de sus obligaciones. Estoy de acuerdo en que corresponde al individuo decidir libremente sobre su vida, en este caso, sobre el consumo o no de marihuana y de sus derivados, para fines recreativos o lúdicos.

Se trata de un ejercicio de libertad y de responsabilidad individual que, en una República federal, laica y democrática debe garantizarse.

*Coordinador parlamentario del PRD en el Senado