Debido al momento por el que atraviesa el país, entregar la Medalla a un empresario puede ser un mensaje equivocado a la sociedad: Zoé Robledo


Intervención en tribuna del senador Zoé Robledo, del Grupo Parlamentario del PRD, para hablar en contra del dictamen por el que se otorga la Medalla Belisario Domínguez al empresario Alberto Bailléres González.

 

Zoé Robledo A., (ZRA): Muchas gracias, senador presidente.

 

Compañeras y compañeros. Déjenme plantearles tres asuntos, tres asuntos que como lo hizo seguramente Belisario Domínguez, deben de ser de la atención puntal del Senado de la República.

 

Primero, qué estamos haciendo con nuestros símbolos. Qué estamos haciendo con los elementos que le dan identidad a una institución, a un Poder como lo es el Senado de la República.

 

De esto nadie se escapa, en esto no hay posiciones radicales, no hay puro e impusors, no hay alguien que tengan la verdad y otros que estén diciendo mentiras.

 

Estamos en una situación, hoy, complicada porque lo que mexicanos hace más de medio Siglo decidieron convertir a este prócer chiapaneco, Belisario Domínguez, en el símbolo de la lealtad a la patria, en el símbolo del respeto y de la protección de las instituciones; hoy lo hemos vulgarizado a un enfrentamiento partidista, ideológico y entre políticos que no le estamos mandando ninguna buena señal a los mexicanos.

 

Tres problemas tenemos, y ojalá que me puedan escuchar, tres problemas tenemos que no hemos logrado atender como senadores.

 

El primero tiene que ver con respetar la fecha de la entrega de la Medalla Belisario Domínguez, todos nosotros fuimos senadores en el años 2013 que se celebró el Centenario de la muerte, el asesinato y la tortura de Belisario Domínguez, y no fuimos capaces de entregar la medalla ese año el día de su asesinato.

 

La fecha del 7 de octubre significa algo, ¿o qué vamos a empezar a atenernos a las agendas de otros poderes también para celebrar el Grito?, ¿para esperar que el desfile del 20 de Noviembre se celebre cuando un funcionario pueda? No señores.

 

Belisario Domínguez fue asesinado el 7 de octubre y el 7 de octubre el Senado debería rendirle ese homenaje.

 

El segundo problema tiene que ver con esta práctica que desde el año 2000 con la alternancia partidista se instaló, de empezar a premiar de manera póstuma a mexicanos, que lo merecían, sí, sin duda; pero que perdía la lógica del gran acuerdo nacional para entregarlo a un mexicano o una mexicana y hacer de ese homenaje republicano, en un evento al que asisten todos los poderes a otros poder, no como protagonistas, sino como testigos invitados nada más, no lo hemos podido hacer.

 

Dos veces como senadores hemos entregado la medalla de manera póstuma.

 

Y por último, y quiero ser muy claro, partidizamos la medalla. No fuimos nosotros, fueron los anteriores senadores pero nosotros seguimos esa línea, la partidización de la medalla nos ha llevado a esta discusión.

 

Hoy debería ser motivo del gran acuerdo de los senadores, hoy el mensaje que debíamos estar mandando es que podemos ponernos de acuerdo por lo menos un día al año, y no lo vamos a lograr.

 

Tres problemas que ojalá se los lleven a la reflexión.

 

Como secretario de la comisión que entrega la medalla, y en responsabilidad a lo que hemos decidido en el grupo parlamentario, hoy hago pública la posición de nuestro grupo parlamentario.

 

Efectivamente nuestra medalla que se creó para premiar a hombres y mujeres que se han distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente y como servidores de nuestra patria o de la humanidad.

 

Desde el momento en que llegó la pluralidad política al Senado de la República, el otorgamiento fue parte de un proceso legislativo en el que se privilegió siempre el acuerdo y el trato honorable y considerado a absolutamente todas las propuestas.

 

En ese sentido es en el otorgamiento de esta medalla, el Senado debe considerar también el momento que está viviendo el país. El momento que estamos viviendo en donde impunidad, corrupción e impunidad son los tres principales problemas que preocupan a la población.

 

Y en ese sentido, el grupo parlamentario del PRD considera que el mensaje que las y los Senadores de la República queremos enviar a la ciudadanía puede ser equivocado.

 

De esta manera y enfatizando el objetivo primordial de la medalla, el ánimo social y el mensaje que se enviaría a la sociedad, y así como el respeto absoluto a la personalidad y trayectoria de la persona que ha sido considerada como merecedora para el año 2015, es que el grupo parlamentario del PRD en el Senado de la República no acompaña esta propuesta.

 

Sin embargo, también en el PRD hay un principio que siempre se ha privilegiado y ese es el de la libertad y el del disenso. Yo no creo y nunca seré un promotor de estigmas, ni con los políticos por su origen ni de ninguna otra actividad.

 

La Medalla Belisario Domínguez no era una medalla para servidores públicos, eso deben de tenerlos muy claro, la Medalla Belisario Domínguez era para hombres y mujeres que se hubieran destacado en el ámbito de su acción, lo mismo podían ser poetas, que escritores, que pintores, que líderes sindicales como pasó en muchas ocasiones.

 

Por supuesto, también, ha habido en otras ocasiones entregas a gente que ha venido del ámbito empresarial. Hay que tener claro, compañeras y compañeros, que en México no se construye en este Salón de Sesiones, que México se está construyendo constantemente en todas partes, en las escuelas, se está construyendo en las fábricas, (inaudible) en los espacios que también ocupan las empresas.

 

México se construye todos los días sin que nosotros seamos protagonistas de esa construcción, a veces incluso nos ubicamos en la contra parte de esa posición.

 

La izquierda que rivaliza por principio con los empresarios es una izquierda que puede estar equivocada. Los empresarios están generando el empleo que el país requiere.

 

Yo si quiero señalar que los empresarios que aspiran a ejercer sus libertades a partir de distorsiones del mercado, del ejercicio de monopolios, de la compra de voluntades, de la corrupción de funcionarios –que ha ocurrido en todos los partidos- esos no son los empresarios que queremos para México.

 

Yo en lo particular no estigmatizo a nadie, porque a mí nunca me ha gustado que me estigmaticen. Creo que la izquierda debe de ser una izquierda responsable y que la izquierda debe ser una izquierda responsable que mande mensajes correctos.

 

Las inversiones, la vida empresarial, no a los empresarios grandes, de los 4 millones de mexicanos que están en la iniciativa privada no corren riesgo con el ascenso de la izquierda, porque esa es la narrativa que muchos quieren vender, apostar por la actitud responsable, resistente y esperanzadora de generar confianza debería ser también un papel de la izquierda.

 

Alguna vez escuche, y más que escuchar leí una frase de un mexicano muy celebre que dijo que el trabajo honrado puede generar bienestar, puede generar prosperidad sin que esté manchado por el dolor de los demás.

 

Yo creo que el trabajo de Bailléres es honrado, que si lo comparamos con otros empresarios hay muchas diferencias, no estigmatizo y tengo una posición personal que haré y ejerceré en plena libertad a favor.
Sin embargo, me corresponde, y lo hago con toda la responsabilidad, posicionar el planteamiento del grupo parlamentario. Hay que combatir, por supuesto, que la pobreza, hay que combatir y sobre todo ayudar a los más pobres, combatir la desigualdad.

 

Eso no significa en ningún momento combatir a los empresarios ni significa defender a la pobreza, combatirla es un camino muy diferente.

 

Les agradezco su atención compañeras y compañeros.

 

Gracias.

 

 

 

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