Si no tomamos decisiones de política pública integral que disminuyan el consumo de azúcares tenemos un enorme riesgo presupuestal


Intervención del Senador Armando Ríos Piter en conferencia de prensa con organizaciones para referirse al impuesto en las bebidas azucaradas.

 

Armando Ríos Piter: Muy buenas tardes. Hace dos años y medio apoyamos con toda contundencia la visión de gravar bebidas azucaradas con un peso, con la finalidad de que esta fuera una herramienta, una parte de una política integral, con visión de largo plazo, contra uno de los principales males que hoy aquejan al país.

 

México tiene el poco honroso primer lugar en el mundo, de niños y niñas que viven, que enfrentan una de las enfermedades más complejas, más degenerativas que es la obesidad.

 

México en esa condición tiene una proyección, no solamente de salud pública, sino de un potencial colapso de su sistema de salud, toda vez que en las zonas rurales, donde el tipo de enfermedades degenerativas que genera la obesidad -estamos hablando de diabetes, enfermedades de carácter cardiovascular y de distinto tipo- tienen una total ausencia de infraestructura de tercer nivel, que es la que precisamente se requiere para atender este tipo de problemas.

 

De tal manera que no solamente es un problema de salud, sino es un problema importante de finanzas públicas.

 

Recuerdo que hace aproximadamente cinco, siete años, los costos que tenía este problema, oscilaba alrededor de los 10 mil millones de pesos; hoy la cifra actualizada de lo que significa el gasto en materia de salud por este tipo de enfermedades, oscila en los 90 mil millones de pesos, y esta visión digamos, de necesidad de recursos presupuestales, sigue creciendo año con año.

 

De tal manera que si no tomamos decisiones de política pública integral, que disminuyan el consumo de azúcares y de todo lo que implica esta enfermedad que es la obesidad, pues tenemos un enorme riesgo presupuestal, pero especialmente un enorme riesgo de salud de nuestra población presente, en cuanto a los niños, y obviamente futura.

 

Recordemos que una de cada tres personas que habitan en este país tiene menos de 18 años; ese es precisamente el bono demográfico y esa es la historia del país rumbo a los próximos 20 años.

 

¿Qué historia del país queremos? Pues obviamente que no queremos la historia de un país donde sus niños de hoy, sean hombres o adultos mayores enfermos el día de mañana.

 

Dicho esto, el impuesto que se planteó de un peso, es indispensable que lo tengamos claramente atendido en cómo se está utilizando, qué impacto está teniendo en términos de sustitución de bebidas azucaradas a consumo de agua potable, y en este rubro, parte de lo que se discutió hace dos años y medio con la Reforma Hacendaria, fue garantizar un presupuesto clave para invertir en bebederos en las escuelas.

 

El dato que me han dado –y obviamente es parte de lo que hay que corroborar en los próximos días con la Secretaría de Hacienda, con la Secretaría de Educación Pública- es que tan sólo se ha invertido del universo total que se tenía proyectado, aproximadamente un 14 por ciento en bebederos.

 

De tal manera que un impuesto que se proyecta, que genera alrededor de 20 mil millones de pesos para el presente ejercicio fiscal, pues no está teniendo la utilización, la contundencia y la canalización que se busca para esta visión de política integral.

 

De tal manera que junto con las organizaciones que están aquí presentes, necesitamos contar  con todos los elementos técnicos, que no solamente tienen que ver –como he dicho- con temas de recaudación; tiene que ver con temas de salud. Tiene que ver con temas de salud.

 

¿Cómo afecta esta nueva fórmula que está propuesta en el cambio que hicieron los diputados? Para efectos de mantener un consumo, un interés por parte de los niños, de seguir comiendo cosas azucaradas. No es solamente un tema de ingresos, es un tema de cómo generamos en los niños, en las niñas, un desincentivo, para que lo azucarado que es lo que genera obesidad, no se convierta en una necesidad en toda su vida.

 

De tal manera que yo agradezco mucho la invitación a esta rueda de prensa. Obviamente estamos en esta visión; lo hemos apoyado durante dos años y lo que le pedimos a las organizaciones que están aquí presentes, es que nos den toda la información, y junto con la UNAM, junto con el Instituto Nacional de Nutriología y junto con todos los actores que podamos colaborar para tener una visión muy clara del impacto que esto tiene en salud, obviamente nos permita reforzar, la posición pública en la discusión que viene, en materia hacendaria.

 

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