Tuxtla también es arte y cultura – Revista Siempre


Históricamente, San Cristóbal de Las Casas ha figurado como el epicentro cultural y cívico de Chiapas. Tuxtla Gutiérrez, por su parte, es desde hace 123 años la capital política de la entidad.

Pero Tuxtla también tiene lo suyo. Aquí nacieron Noquis Cancino y Jaime Sabines. Aquí se dieron grandes movimientos campesinos y magisteriales a finales del siglo pasado, y aquí se han dado también movilizaciones importantes en los últimos dos años: el movimiento Internet Libre para Todos y el movimiento en contra de la privatización del agua potable en temas netamente ciudadanos, además de otras vinculadas más directamente a asuntos culturales. Sobre éstos comparto hoy algunas reflexiones mirando al futuro.

En Tuxtla se han dado recientemente fenómenos de vinculación ciudadana a causas culturales muy gratificantes.

En días próximos Tuxtla capital verá surgir un nuevo museo en uno de sus pocos edificios emblemáticos. El Museo de la Ciudad, antiguo palacio municipal, ocupa el único edificio de estilo mudéjar de la ciudad y será reinaugurado luego de años de trabajo de un grupo de ciudadanos preocupados y comprometidos que desde hace más de dos décadas se aglutinaron en la Fundación Fernando Castañón Gamboa.

Este museo y su grupo de promotores se acercaron a quien escribe y juntos hicimos posible que con recursos federales se llevara a cabo un profundo trabajo de remozamiento y modernización del edificio que hoy luce renovado y luminoso, listo para inaugurarse en próximos días con la puesta de la última teja, acompañada de marimba y pozol y luego con la apertura de sus salas de exposición presentando una muestra de lo mejor de la obra plástica del recientemente fallecido César Corzo.

El Museo de la Ciudad pretende ser espacio de exposiciones pero también ente vivo, orgánico, que pertenece a la gente y es parte del espacio público, como lo venía siendo en otra iniciativa de la que a su vez también fue parte. Me refiero a la Vía Tuxtla Recreativa, ejercicio netamente ciudadano que se organizó quincenalmente durante casi dos años a lo largo de más de dos kilómetros de la Avenida Central, en el primer cuadro de la ciudad.

En este ejercicio ciudadano, docenas de activistas impartieron talleres de pintura, se realizaron conciertos, se tapizaron bardas y pasos peatonales con fragmentos de poesía, se recorrió la avenida en bicicleta o patines, se limpiaron jardineras y se contaron cuentos. Y el epicentro de toda esta actividad ciudadana-cultural fue también el Museo de la Ciudad.

Derivado de la Vía Tuxtla Recreativa surgió también el llamado Boulevard de las Artes, un interesantísimo ejercicio que en su primera versión conjuntó a varios de los artistas plásticos contemporáneos más renombrados. Masha Zepeda, Nacho Chincoya y Franco Lázaro entre otros, además de convocar también a colectivos de jóvenes como Urbania y Caleidoscopio, quienes se apropiaron por un día del Boulevard Belisario Domínguez y lo llenaron de cultura, de arte, de pintura, de teatro, de poesía, de música y talleres de lectura. Fue una fiesta refrescante gracias a la cual un espacio que cotidianamente se recorre y se padece en auto o en transporte público se convirtió en el mayor corredor cultural en la historia de la ciudad. Fue una jornada en la que los tuxtlecos pudimos reconocernos como peatones sensibles que se reencontraban, a través del arte, también con su ciudad.

Hoy, colectivos, grupos y activistas van, y vamos con ellos, por la recuperación y ciudadanización de otro espacio emblemático de nuestra ciudad: la Calzada de los Hombres Ilustres, ese maravilloso espacio en el que convergen el Museo de Antropología e Historia, el Teatro Emilio Rabasa y el Jardín Botánico.

Tuxtla no es solamente capital política, Tuxtla es su arte y su cultura. Tuxtla es mucho más que sus autoridades. Tuxtla es sus ciudadanos comprometidos y participativos. Tuxtla despertó. Tuxtla está viva. Tuxtla no se rinde.

@zoerobledo

Senador por Chiapas.

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