No dejemos fuera de la ley la protección a ciudadanos que responsablemente buscan exhibir la corrupción: Robledo


Intervención en tribuna del senador Zoé RobledoA., del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar una iniciativa para expedir la Ley Federal para Protección de los Denunciantes e Informantes de Actos de Corrupción.

 

Zoé Robledo A., (ZRA): Muchas gracias, senador Presidente.

 

Compañeras y compañeros Senadores: El día de ayer, muchos en vivo, otros desde la televisión, escuchamos un mensaje del Presidente, y en la parte final, cuando replanteó el decálogo, empezó hablando del combate a la corrupción, otra vez.

 

Ayer el propio Presidente Enrique Peña Nieto aceptó que los señalamientos de conflictos de interés han generado molestia e indignación en la sociedad, y ofreció absoluta determinación, compromiso con la ley, con la integridad en el servicio público y con el combate a la corrupción.

 

Yo le tomo la palabra, pero le tomo la palabra a partir de una crítica de fondo, y esto tiene que ver con lo siguiente.

 

¿Qué combata mejor la corrupción?

 

¿Cuáles son los elementos que mejor nos permiten tener un combate serio de a de veras contra la corrupción?

 

El Sistema Nacional Anticorrupción incorpora el tema de la prevención, sin duda, importante; incorpora el tema de la coordinación entre las áreas, la fiscalización de las participaciones federales a los estados, la investigación también; por supuesto las sanciones; por supuesto el resarcimiento del daño, pero hay un elemento que debemos de reconocer: sigue estando muy flaco, sigue siendo muy débil en el combate a la corrupción, y esto tiene que ver con la denuncia, contra la corrupción no hay mejor arma que la denuncia.

 

Pero cómo pensamos o cómo podemos pensar que un funcionario público, un integrante de un partido político, un integrante de un sindicato, que por sus responsabilidades se da cuenta de que hay actos de corrupción y se da cuenta de que se está reservando información para no hacerlos públicos, se anime a denunciar.

 

¿Qué les estamos pidiendo a esos funcionarios? Que hagan un acto heroico en el cual el Estado mexicano no los va a acompañar, pues me parece muy desafortunado.

 

Yo creo que hay mexicanos, no en las cúpulas, en la base de las organizaciones, que tienen estándares éticos y morales muchísimo más elevados que las de sus jefes, pero a ellos, a ellos no les estamos ofreciendo salvaguardas, garantías para que esos estándares éticos los traduzcan en una denuncia.

 

Por eso hoy, los compañeros Senadores, la compañera Senadora Calderón, que estamos presentando esta iniciativa, la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, reconocemos que está ley no incorpora lo que está otra ley de informantes, sí necesita nuestro país.

 

¿De qué se trata la Ley Federal para la protección de denunciantes e informantes para actos de corrupción? Simplemente de proteger a las personas que denuncian actos de corrupción ante las autoridades, y a quienes testifican ante ellos.

 

¿Cómo se establece esto?

 

Con diferentes medidas de acompañamiento, para los denunciantes, para los testigos, asistencia legal, ofrecerles reserva de su identidad, ofrecerles traslados de la dependencia en la que trabajan, traslados del centro de trabajo, licencia de goce de sueldo, protección policial, muchas veces también necesaria, incluso, cambio de residencia u ocultación del paradero del denunciante. Entre muchas otras cosas, que caso por caso se deben de analizar.

 

Estas medidas que parecen y se acercan mucho a la de testigos protegidos, no existen en nuestra democracia.

 

Hablamos constantemente de la consolidación democrática mexicana, de tener un mejor diseño y uno de los accesorios más importantes que han servido en otras partes del mundo, incluso, para cimbrar a un sistema político. Aquí simplemente hemos decidido darle la espalda.

 

Por eso, es que me parece tan importante la protección informante, los Western blowers como se les conoce en el mundo.

 

En Francia en Chile, en Canadá, ya se cuenta con esquemas de disposiciones de protección en diversos ordenamientos de los códigos penales. En los Estados Unidos, en Reino Unido, en Australia, son leyes específicas, y eso es lo que estamos planteando, una ley específica, una ley que además sigue los parámetros establecidos en la ley modelo para facilitar e incentivar denuncia de actos corrupción y protección de denunciantes y testigos que está laborada por la Organización de Estados Americanos.

 

Creo que hay que retomar el espíritu de la primera propuesta que hicimos y que firmamos, no se les olvide, todos los partidos políticos, el PRI, el PAN, el Partido Verde también, el PRD; y que después aceptamos que recibiera una serie de recomendaciones de parte, dicen algunos de la Consejería Jurídica de Presidencia, y ahí se eliminó el tema de informantes.

 

Nuestra iniciativa originalmente tenía el tema de informantes, no podemos venir con el discurso de que nos equivocamos y que no nos habíamos dado cuenta, sí la tenía, y después en las comisiones dictaminadoras, simplemente esto desapareció.

 

Creo que es el día hoy, después del Informe, después de este anuncio, a que retomemos ese compromiso, a que demostremos que tan lejos queremos llegar en el combate a la corrupción. Si vamos a hacer una ley de secundarias, al sistema y a la ley, que simplemente cumplan, que simplemente se queden en la mediocridad de haber satisfecho el consenso de los Senadores, o si vamos a fondo, a establecer medidas para informantes que realmente sean en quienes descanse el verdadero combate a la corrupción.

 

Nunca más un funcionario público, que tenga que poner en la mesa, en su determinación más profunda, en una reflexión, la idea de sobrevivir en su empleo, de no causar problemas, de generarse enemigos grandes y poderosos, o simplemente callar.

 

No los pongamos en la determinación de poner en duda nunca sus estándares éticos, si las cabezas de las dependencias no lo tienen, démosle la  oportunidad a estos héroes anónimos de hacerlo, pero hacerlo, no como un suicidio, hacerlo como un acto heroico en el cual se verán acompañados por el Estado mexicano y por una ley específica.

 

No podemos nosotros, no recordar el día de hoy a este hombre, a quien yo, insisto, deberíamos todos tener en la memoria de cómo la transparencia y el combate a la corrupción pude cimbrar sistemas políticos poderosos.

 

Seguramente muchos no se acuerdan de él, es Mark Felt, conocido como “garganta profunda” el whistleblowing más famoso que ha existido en el mundo. Pero él es el primero, después de él han seguido muchos, Snowden. Hay whistleblowing africanos que han tenido que salir de su país y están en este momento como asilados en universidades norteamericanos, porque sus países no les permiten acceder a este tipo de mecanismos.

 

Por eso, compañeras y compañeros, es un momento de determinar si nos queremos parecer a los países de África, o nos queremos parecer a las democracias a las cuales nos estamos comparando constantemente.

 

Si nuestro combate a la corrupción pasa por ofrecer este tipo de mecanismos de protección, o si se quedará en una serie de discursos, de anuncios, de decálogos, de tablas de la ley, en las cuales no se ve una verdadera voluntad de cambiar las cosas en nuestro país.

 

Yo los invito, compañeras y compañeros, a que se sumen a esta iniciativa, a que realmente vayamos a regular a los whistleblowing en nuestro país y no dejemos fuera de la ley la protección a ciudadanos que responsablemente buscan exhibir la corrupción que pasa enfrente de ustedes, necesitan protección especial, necesitan ser escuchados y necesitan ser respaldados por su acto de valor.

 

Los invito a que recapacitemos sobre esto y a suscribir está iniciativa.

 

Es cuanto, Senador Presidente. Muchas gracias.

 

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