El museo de Tuxtla Gutiérrez: un espacio para preservar la identidad / Siempre


Desde el año 1892, Tuxtla Gutiérrez es la capital de Chiapas. Fue fundada por frailes dominicos en 1560 y a lo largo de su historia, ha sufrido transformaciones arquitectónicas profundas. Desde la década de los años setenta del siglo pasado se construyeron nuevas sedes de los poderes civiles y eclesiales, erigiendo los nuevos edificios encima de las ruinas del pasado que quedaba atrás.

 

Uno de los poco inmuebles de esa época que aún se mantiene en pie es el antiguo palacio municipal, ubicado a un par de cuadras hacia el lado poniente de la ciudad.

 

Construido entre 1941 y 1942, fue diseñado por el arquitecto Francisco D’Amico, en un estilo neocolonial al que se le agregaron ornamentos de otras corrientes artísticas, principalmente ajaracas estilo árabe y mudéjar, razón por lo cual el INAH lo clasificó como edificio ecléctico y parte del patrimonio artístico e histórico de la ciudad.

 

Su sobrevivencia durante los años posteriores, es una historia sorprendente de resistencia frente al arribo de la modernidad.

 

Hasta 1981 el edificio fungió como Palacio Municipal. Ese año, el inmueble fue cedido a la CTM, institución que lo ocupó hasta el año 2000, cuando el gobierno estatal entregó el edificio en comodato a la Fundación Fernando Castañón Gamboa, para albergar el llamado Museo de la Ciudad.

 

Este surgió como una iniciativa que con esfuerzo ciudadano consiguió instalar dos salas de exhibición de objetos históricos donados por otros ciudadanos, además de una sala de lectura dedicada al poeta tuxtleco Enoch Cancino Casahonda, ello en un ánimo de propiciar el reencuentro de los tuxtlecos con su historia, pero también para abonar a la visita de turistas a esa ciudad que, desde su fundación, compite con la belleza colonial de San Cristóbal de las Casas o Comitán de Domínguez.

 

Desde el año 2012, estos esfuerzos empezaron a ver frutos. La idea de recuperar el espacio arquitectónico histórico, evolucionó a un proyecto más amplio de gestión ciudadana para la recuperación de espacios públicos autogestivos.

 

En el hoy llamado Museo de la Ciudad comenzaron a organizarse conciertos de jazz todos los jueves, funciones de cine-en-la-calle cada último sábado de mes o exposiciones plásticas de artistas emergentes. El compromiso ciudadano se transformó. El objetivo ya no era solamente detener el deterioro físico del inmueble, sino recuperar este sitio histórico y dotarlo de un nuevo sentido comunitario.

 

Hoy, el Museo de Tuxtla es parte de un despertar ciudadano. Derivado de gestiones que pude realizar ante la SHCP, se consiguieron 14 millones de pesos para reconstruir todo el techo, ventanas, puertas, fachada, escaleras e instalación eléctrica que se encontraban en completo deterioro y en agosto próximo se entregará la obra a los amigos del museo. Ahora será tarea de ellos conservarlo e impulsar este proyecto, como parte de un modelo de gestión cultural integral en el que colaboren la ciudadanía y el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas, instancia coadyuvante para concretar este anhelo tuxtleco.

 

Enhorabuena por el Museo y de la ciudad. Enhorabuena por Tuxtla y sus ciudadanos. XXX TWITTER: @zoerobledo