Las candidaturas independientes bajo amenaza / Excélsior


El pasado 7 de junio, con su voto, los ciudadanos demostraron que los candidatos independientes representan una opción nueva y real, frente al yugo de una partidocracia agotada, misma que hoy, en algunas entidades, intenta frenarlos.

 

Las candidaturas independientes dieron una sacudida al sistema de partidos, aunque de 118 candidatos independientes que contendieron, sólo seis lograron la victoria, se convirtieron en ejemplo y representación del sentir social, y muestra de la nueva configuración de nuestra democracia.

 

Un joven, Pedro Kumamoto, únicamente con 18 mil 600 pesos de financiamiento de los órganos electorales, pero con mucha creatividad y uso de las redes sociales, se convertirá en el primer diputado independiente en el Congreso de Jalisco, sentando un importante precedente, al exhibir la necesidad de revisar los topes de gastos para evitar dispendios y excesos de campaña, fijando nuevos límites.

 

César Valdés Martínez, en el municipio de García, Nuevo León; José Alberto Méndez, próximo alcalde de Comonfort, Guanajuato; Alfonso Martínez, de Morelia, Michoacán; Manuel Clouthier Carrillo, diputado federal electo de Sinaloa, y Jaime Rodríguez El Bronco, gobernador electo de Nuevo León, representaron la oportunidad de un cambio y renovación del ambiente político.

 

Estos candidatos supieron cómo hablarle a la ciudadanía, y lo hicieron fuera de un sistema de partidos tradicional en donde triunfa la disciplina partidista, en donde unos cuantos deciden quiénes competirán, sin realizar filtros para garantizar que los candidatos gocen del aval ético que exigen los electores.

 

De acuerdo al estudio “Origen y balance de las candidaturas independientes”, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, en las estadísticas sobre las preferencias por los candidatos independientes destaca que la mayoría, el 73% obtuvo menos de 10% de los votos en el distrito o circunscripción electoral en la cual participó; un 17% alcanzó entre 10 y 20% de la votación y uno de cada diez obtuvo porcentajes superiores al 20%; datos que nos confirman que los independientes irrumpen en el escenario político, despertando el interés, compitiendo y ganándole espacios a los partidos políticos.

 

Sin embargo, hoy se prenden focos rojos; los mismos partidos pretenden meter el pie a estas figuras con candados que parecieran ser, a todas luces, inconstitucionales, violentando las leyes federales que permiten la existencia de los candidatos independientes, asunto que, seguramente, tocará resolver al Poder Judicial.

 

Los congresos de Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz, llevaron a cabo reformas en sus códigos electorales que, en lugar de impulsar, dificultan el acceso a una candidatura independiente; por ejemplo, no podrán participar quienes hayan competido en la elección inmediata anterior por un partido; no podrán haber estado afiliados tres años atrás; se subió el porcentaje de electores que respalden la candidatura, y se acortó el tiempo para conseguir el apoyo de electores.

 

Medidas que representan un despropósito y regresión para el espíritu de la Reforma Político-Electoral promulgada en febrero de 2014. Actualmente, mediante la manipulación de las leyes locales, los congresos estatales minan las posibilidades de que un ciudadano pueda participar a través de la figura de independiente, la cual avanzó y se plasmó en la ley, por exigencia de múltiples organizaciones y de la propia gente.

 

Hoy, los partidos mayoritarios demuestran temor ante la pérdida de privilegios, recelo por las afectaciones a sus monopolios y, en lugar de ver la oportunidad de competir por la empatía de los ciudadanos, ven en los independientes una amenaza a su capacidad de control.

 

La obligación de los partidos es abrirse a la sociedad, poner frente a los electores los mejores perfiles, a las opciones políticas que mejor los representen, sea hombre o mujer, ciudadanos no militantes o actores políticos.

 

El reto de nosotros, los políticos, es escuchar lo que quisieron decir los ciudadanos con su voto, reiventarnos, evolucionar, estar a la altura de sus exigencias, sin temores; y el desafío que tienen por delante los independientes es responder a la confianza otorgada, estar a la altura de la nueva forma de participación y vida democrática que plantearon los mexicanos.

 

Twitter: @RiosPiterJaguar