Intervención de la senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la inauguración del “Conversatorio sobre Sistemas Nacionales de Protección de Derechos de la Infancia y Adolescencia”.
Angélica de la Peña Gómez, (APG): Es importante señalar la pertinencia de la convocatoria a este evento, como lo ha señalado el señor presidente de la Comisión de Educación, senador Romero Hicks, en el sentido que tanto su comisión de Educación, como la comisión de la Niñez, que presiden la senadora Martha Elena García y la comisión de Derechos Humanos, junto con REDIM (la Red por los Derechos de la Infancia en México) y la Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, hoy estamos reunidos en este conversatorio que tiene que ver con la revisión de los sistemas nacionales de protección a favor de los derechos de la niñez.
Es por eso muy importante la presencia, y les damos un saludo muy afectuoso, nuestros invitados e invitadas, en el caso de Colombia, Adriana Espinoza; en el caso de Uruguay, Luis Pedernera; Julia Velasco, que viene de la Coalición Bolivariana; a Nora Pulido, que viene de Argentina; y en el caso de EL Salvador, viene Georgina Villalta.
Por supuesto a las organizaciones mexicanas que se encuentran acá y que su opinión docta es fundamental para que nos puedan mencionar cuál es la expectativa desde su punto de vista como organización no gubernamental, su opinión en los temas de este conversatorio.
Y no podía falta de ninguna manera, también en este mismo conversatorio, la participación del DIF nacional, que en voz de Elba Cárdenas, que además la distingue en su participación preponderante en el Sistema DIF Nacional, su enorme experiencia en la materia.
Y por supuesto, como ustedes saben, el acompañamiento como pasa en todos los países del mundo, de UNICEF, como el Fondo de Naciones Unidas especializado en los derechos de la niñez, que siempre acompaña a todos nuestros países para lograr el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos de la Niñez.
Quiero mencionar algunas notas, simplemente para abrir la discusión. Se menciona que más de un millón de niñas y niños se encuentran en conflicto con la ley en centros de detención, principalmente en países como Pakistán, Yemen, Arabia Saudita, Irán, Nigeria, Sudán, Filipinas, China República Democrática del Congo, ellos, por desgracia en estos países, igual que en Estados Unidos, se sigue aplicando la pena de muerte contra personas menores de edad.
Un millón 200 mil niñas y niños, todos los años son víctimas del tráfico o la trata de seres humanos, con destino, muchos de ellos con fines de explotación sexual, o con fines de explotación laboral o con fines de servidumbre humana.
Es relevante reconocer, por desgracia, que todavía alrededor de 300 mil niñas y niños siguen siendo reclutados por grupos armados y fuerzas gubernamentales que enfrentan conflictos alrededor del mundo.
Cada año, alrededor de 2 millones de niñas corren el riesgo de sufrir mutilación genital alguien preguntaría si ese tema es ajeno a México, por desgracia, y eso el DIF lo sabe bien, no es así; la gran movilidad humana que a caracteriza a la humanidad, y en los últimos años, en el planeta es lo común, por desgracia muchos de estos grupos que siguen practicando este tipo de hechos deleznables, violatorios de los derechos humanos de las niñas, por desgracia están presentes en muchos de nuestros países y, por desgracia también, en vez de llegar a proponer su cultura como parte del acervo que tenemos que reconocer y aprender e integrar a nuestras propias culturas en nuestros países, traen también este tipo de situaciones en las que tenemos que poner atención.
Aproximadamente 6 millones 600 mil niñas y niños menores de cinco años han muerto, conforme a datos del 2012, por causas totalmente prevenibles, por enfermedades que de ninguna manera son justificables porque son enfermedades totalmente prevenibles por los gobiernos y simplemente no se logra que ejerzan sus derecho a la salud.
El 15 por ciento de niñas y niños en el mundo siguen realizando trabajaos que menoscaban su derecho a la protección contra la explotación económica, y además violentando otros derechos, como el derecho a la educación, el derecho a la cultura, al juego, al ocio, a ser felices, a ser felices desde ahora.
México no está fuera, por desgracia, de tener datos que nos avergüenzan, les queremos decir con toda puntualidad, y que, como ya lo refería el senador Romero Hicks, pues estamos trabajando desde todos los espacios y, particularmente, desde el Congreso de la Unión de tener un instrumento jurídico que armonice la Convención sobre los Derechos de la Niñez y que, entonces, podamos lograr que las niñas y los niños de nuestro país no estén sufriendo las situaciones de menoscabo o de anulación de sus derechos humanos y que ciertamente puedan ser sujetos plenos de derecho como lo mandata la Constitución.
Y en ese aspecto, es muy importante que en este conversatorio escuchemos las buenas prácticas de estos países, escuchemos también las propuestas de las organizaciones no gubernamentales de nuestro país, lo que el DIF también nos proponga y UNICEF, para que sigamos insistiendo, también como lo hizo claramente referido en señor senador presidente de la comisión de Educación, aunque no es materia que competa al Senado de la República, porque es una materia facultada exclusivamente a la Cámara de Diputados, sí desde el Senado por la gran responsabilidad que tenemos para garantizar que esta ley se aplique irrestrictamente, sí haremos nuestros buenos oficios para que el Presupuesto de Egresos de la Federación la ponga en funcionamiento, porque si no, nos va a pasar que tendremos una buena ley, muy bien trabajada, armonizando no solamente la Convención sobre los Derechos de la Niñez, también retomando las recomendaciones del Comité sobre Derechos del Niño de Naciones Unidas, pero que en la práctica está fallando el otro poder, que es el Poder Ejecutivo, simplemente y llanamente porque no tiene los presupuestos necesarios para el funcionamiento de sus nuevas directrices.
Bienvenidas y bienvenidos al Senado de la República, y por supuesto, estamos prestas y prestos para escuchar toda la reflexión que surgirá de este conversatorio.
Muchas gracias.
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