La democracia representativa moderna no puede convivir con la corrupción y la impunidad: Miguel Barbosa


  • Es una obligación de las instituciones del Estado impedir que en los procesos electorales existan actos de corrupción o prevalezca la impunidad.
  • La cultura política mexicana debe asumir el rechazo a la corrupción.

 

Discurso pronunciado por el presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Miguel Barbosa Huerta, durante la promulgación de la Reforma Constitucional por la que se crea el Sistema Nacional Anticorrupción.

 

Miguel Barbosa Huerta (MBH). Señoras y señores.

 

La democracia representativa moderna no puede convivir con la corrupción y la impunidad.

 

La corrupción es un vicio que resulta inconcebible; ahora más que nunca cuando la ciudadanía demanda transparencia y rendición de cuentas  de los servidores públicos y de sus representantes populares.

 

Cesar Beccaria escribió: “No es el monto de la pena lo que inhibe el delito, sino la certeza del castigo”.

 

Es verdad, el punto fundamental del combate a la corrupción y del saneamiento de nuestra vida pública consiste en poner fin a la impunidad.

 

El mayor incentivo para cometer un delito es la alta posibilidad de no recibir un castigo por infligir la norma o la ley. Con sus particularidades, esta reflexión vale desde una falta administrativa, como pasarse un alto, estacionarse en lugar prohibido o tirar basura en la vía pública, hasta asesinatos o secuestros.

 

En el tema de la corrupción, la impunidad adquiere mayor relevancia, porque los servidores públicos desde reyes, presidentes, primeros ministros, jueces o parlamentarios, hasta el policía de crucero o el burócrata de ventanilla,  representan a la autoridad y por lo tanto, al Estado.

 

Si uno de ellos es corrupto, la percepción  resultante implica que todo el Estado es corrupto.

 

Desde hace años, los países democráticos se han preocupado por combatir la corrupción como una forma de legitimación, para que ésta sea la excepción y no la regla.

 

El Estado de derecho se construye con transparencia y mediante el  combate a la impunidad. Pocas cosas corroen tanto a un sistema político como la opacidad y la ausencia de sanciones cuando la ley se quebranta.

 

Por muchos años, la sociedad mexicana ha exigido a sus autoridades combatir la corrupción. Ante esta circunstancia, el Congreso de la Unión aprobó la reforma constitucional por la que se crea el Sistema Nacional Anticorrupción, que hoy se promulga.

 

Reconocimiento al esfuerzo del Gobierno federal, sin duda que sí, al Congreso mexicano, al esfuerzo y talento de los integrantes del Congreso mexicano, diputadas, diputados; senadoras, senadores, presentes en número abundante en esta ceremonia.

 

Éste es un buen producto legislativo, todos lo apoyamos. Finalmente una reforma legal en la definición que pueda dar cualquier jurista en esta reunión es un acuerdo político entre las partes que lo celebran y esto es a lo que llegamos, a un acuerdo de las fuerzas que representan legítimamente al pueblo de México para reformar la Constitución en asunto de combate a la corrupción.

 

En representación de la Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Unión, de mis compañeras y compañeros presentes, los cuales me siento muy honrado en haber sido el presidente de esta Cámara por este año legislativo, reconocemos lo avanzado de esta propuesta, pero también, senadoras, senadores de diversos grupos parlamentarios, dieron el debate sobre lo que le faltaba a la propuesta.

 

No para estar en contra del Sistema Nacional Anticorrupción, ni estar en contra de la propuesta, sino para debatir lo que quedaba pendiente, y habiendo aprobado en los términos como se nos envió de la Cámara de Diputados, se introdujo textos completos sobre el debate pendiente, estuvimos todos y votamos casi de manera unánime, casi unánime, un voto, por ahí, pero casi unánime esta propuesta que recibimos de la Cámara de Diputados.

 

Que por cierto había sido producto también, debo decirlo de los acuerdos del Pacto por México, debo decirlo más allá de la posición crítica que yo he asumido frente a algunas cosas, en general hemos votado a favor, pero algunas cosas.

 

Nos falta abrir el debate sobre el fuero, señoras y señores, nos falta abrir el debate que algún día nos llevará a concretar la frase y hago mención de un compañero senador, Zoé Robledo, “fuera el fuero”, pero es un debate que daremos más adelante con un equilibrio político más maduro y en el que todos estamos comprometidos.

 

Una vez terminada la reforma legal que establece el régimen de transitorios de la reforma Constitucional que hoy promulgamos, el funcionamiento del Sistema Nacional Anticorrupción debe traducirse en el hecho de que México deje de ser un país que sea conocido por los actos de corrupción de algunos de sus servidores públicos.

 

La presencia de representantes de los Poderes de la Unión y de los titulares de algunos de los órganos responsables de combatir la corrupción en esta ceremonia, expresan la voluntad del Estado mexicano de combatir este flagelo de nuestra sociedad.

 

La cultura política mexicana debe asumir el rechazo a la corrupción. No es un asunto sencillo, hay que eliminar décadas de vicios, inercias y prácticas públicas.

 

En el Senado seguiremos  trabajando en las reformas que faltan para la obtención de mejores resultados contra la corrupción.

 

Siguen los ordenamientos que deriven de la reforma constitucional que hoy promulgamos.

 

Me refiero a la Ley General que establezca las bases del Sistema Nacional Anticorrupción; a la ley general que distribuya competencias entre los órdenes de gobierno para establecer las responsabilidades administrativas; a la ley por la que se crea el Tribunal Federal de Justicia Administrativa; y a las leyes que regulen la organización y facultades de la Auditoría Superior de la Federación y las demás que normen la gestión, control y evaluación de los Poderes de la Unión y de los entes públicos federales, esa va a hacer la agenda legislativa y la agenda ciudadana 2015 y 2016, esa va a ser, señor presidente, lo hemos hablado.

 

Desarrollar el sistema de leyes secundarias, de leyes generales, de reformas a existentes sobre el tema del combate a la corrupción, derivada de la promulgación de la reforma constitucional que hoy se realiza y derivada de la reforma constitucional sobre transparencia y de la ley general de transparencia, esa es la agenda a desarrollar en el 2015 y en el 2016.

 

Están presentes, aquí, representantes de muchas organizaciones civiles y tienen en el radar y en el desarrollo cada uno de estos temas que estoy mencionando, y voy a involucrar uno más, el tema de la autonomía, sin autonomía de los órganos involucrados de los entes públicos en aplicar el Sistema Nacional Anticorrupción no tendremos el éxito necesario.

 

Yo estoy cierto que la integración de estos entes públicos está en mujeres y hombres probos y probas, honrados. Yo veo un esquema institucional que va a dar respuesta a esta legislación.

 

Como lo veo en el combate a los delitos, yo siempre que hablo y donde me encuentro a mi amiga, siempre la saludo con cariño y le hago reconocimiento, a la Procuradora General de la República.

 

Estas reformas forman parte de la agenda que desarrollará el Senado a partir de septiembre de este año.

 

Señoras y señores. Los actos de corrupción que se han presentado en el actual proceso electoral, de los cuales han dado cuenta los medios de comunicación o se han presentado ante autoridades competentes o aquellos que puedan presentarse durante la jornada electoral, no pueden quedar impunes.

 

Las campañas no son las épocas en las cuales todo se vale y todo se puede hacer.

 

Es una obligación de las instituciones del Estado impedir que en los procesos electorales existan actos de corrupción o prevalezca la impunidad.

 

Mi reconocimiento, presidente Peña Nieto por el esfuerzo institucional de su gobierno por impulsa toda esta ruta en contra de la corrupción.

 

Mi reconocimiento a mis amigos senadores, a los 128; hoy quisieron estar todos, pero sólo pudieron 122, veo muchos.

 

A los diputados, a las diputadas, a los integrantes de los órganos, a empresarios, a organizaciones civiles.

 

De verdad éste fue un producto legislativo que ha sido el esfuerzo de la sociedad.

 

Gracias.

 

Les digo algo, les digo algo: el Gobierno cuida al Poder; el Poder al Estado; el Estado a la sociedad, que no se nos olvide.

 

Gracias.

 

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