Comisión de la Familia es un lastre anacrónico para el Senado de la República: Angélica de la Peña


  • La comisión de la Familia y Desarrollo Humano debe ser revisada
  • La mujer es sujeta plena de derechos, incluido el derecho a decidir sobre su cuerpo

 

 

Es un contrasentido que mientras el Senado de la República avanza decididamente para que las mujeres sean reconocidas como sujetas de derechos en todos los ámbitos, a pesar de las resistencias de un sector de la iglesia católica y del conservadurismo, una comisión legislativa organice un evento en el que se les considera un «agasajo» para los hombres y se sataniza su derecho a decidir sobre su cuerpo, alertó la senadora Angélica de la Peña.

 

Señaló que la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos reconoce a las mujeres como sujetas de derechos plenos, y como cualquier mexicano, tienen el derecho a decidir su proyecto de vida, a decidir si se casan o viven en concubinato, a planificar su familia, a decidir cuántos hijos desea tener y cuándo tenerlos, «las mujeres no son cosas, tienen voluntad propia y deciden libremente, ellas tienen el derecho a decidir sobre su propio cuerpo», agregó.

 

Dijo que no es la primera vez que la Comisión de la Familia y Desarrollo Humano invoca pensamientos religiosos en el recinto legislativo de la Cámara de Senadores, lo cual está totalmente fuera de lugar y amerita que los órganos de gobierno inicien una revisión de su apego a la Constitución, a la Ley Orgánica del Congreso de la Unión y al Reglamento del Senado.

 

La senadora por el PRD ratificó que las puertas del Senado están abiertas a escuchar a todos los sectores de la sociedad, sin embargo -acotó- el pensamiento religioso es incompatible con el debate legislativo, porque este último se sustenta en hechos, en estudios científicos, no en creencias, y añadió que «en pocas palabras, zapatero a tus zapatos, a las y los legisladores nos corresponde crear las normas que permiten la convivencia de las y los individuos que conformamos una sociedad en un mundo real, palpable.»

 

Y apuntó: «la exposición montada por ExpoVida, con el mecenazgo del senador José María Martínez, fomenta el morbo y entorpece la resolución del grave problema que representa el alto índice de embarazos no planificados entre adolescentes, porque lo invisibiliza; en nuestro país hay casi medio millón de casos anuales de embarazos adolescentes, lo que nos hace el país de la OCDE con la tasa más alta. Los embarazos no planificados son resultado de una inexistente educación sexual y ausencia de información clara, precisa y sin tapujos.»

En cuanto a la satanización de la interrupción legal del embarazo, la senadora indicó que en México al año se registran hasta un millón de abortos inducidos, estiman Organizaciones civiles como el Grupo de Información en Reproducción Elegida (Gire) y Coalición por la Salud, y señalan que una de cada seis mujeres prefiere la interrupción clandestina por el temor a ser encarceladas, exponiendo su integridad y hasta su vida al someterse a procedimientos improvisados en condiciones insalubres.

De la Peña Gómez expuso que difiere de lo dicho por el senador Hermosillo y Celada en relación a la libertad sexual de las mujeres, «no es una dizque libertad sexual, lo que hemos alcanzado es el reconocimiento de nuestro derecho a decidir sobre nuestra sexualidad; hoy las mujeres determinan con quién, dónde y cuándo, no necesitan prohibiciones oscurantistas sino información».

«Es verdaderamente lamentable que una comisión como la de la Familia y Desarrollo Humano, tenga un cariz fascista, persecutor contra quienes son homosexuales y lesbianas, y contra aquellas mujeres que deciden interrumpir legalmente su embarazo o ejercen su sexualidad con absoluta libertad», concluyó la senadora Angélica de la Peña.

 

 

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