Los incentivos a la innovación y a la ciencia, que es lo que está moviendo a las economías exitosas en el mundo: Mario Delgado


Intervención en tribuna del senador Mario Delgado Carrillo, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse al dictamen con proyecto de Decreto por el que se reforma la Ley de Ciencia y Tecnología y la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, en materia de unidades de vinculación en transferencia de conocimiento.

Mario Delgado Carrillo, (MDC): Gracias, señor Presidente. Con su venia, compañeros y compañeras.

 

Sin duda que es una reforma muy importante la que se pretende aprobar el día de hoy, porque cambia el concepto de investigación que ha existido en nuestro país durante muchos años.

 

Tenemos un rezago muy importante en materia de innovación en nuestro país, en parte es una de las explicaciones de por qué nuestro país no alcanza las tasas de desarrollo económico necesarias para sacar a la mayoría de la población de la pobreza.

 

Hay una desvinculación absoluta entre lo que pasa en los centros de investigación y el sector formal de la economía.

 

Sin embargo, si vemos a lo largo del mundo, ¿cuáles son las economías que están teniendo éxito? Pues son aquellas economías que se vinculan a la educación, que se vinculan a la investigación y a la innovación. El gran motor de la economía en el mundo es la innovación.

 

Sin embargo, esta innovación, ¿cuál es el papel del Estado en la innovación? Debe incentivar la investigación científica y tecnológica; el gobierno debe dar el paso inicial para el desarrollo de investigaciones. Pero lo que hacemos en México es que haya un obstáculo para que no haya vinculación entre la investigación, una vez que se tenga el resultado de esa investigación, la patente y el potencial comercial de estas patentes.

 

Entonces, no existe el incentivo económico en México hacia el registro de patentes y el posterior nacimiento de nuevas empresas y nuevas industrias. Está completamente desvinculado.

 

Lo que hace esta reforma, justamente, es eso: quitar esa barrera, ordenar la posibilidad que tengan los investigadores de beneficiarse del resultado de una investigación de una patente para que entonces sí este incentivo se genere en un motor que detone la investigación y la innovación en nuestro país.

 

Algo que no ocurre en México es, como ocurre, por ejemplo, en Israel o en Finlandia. Dentro de las propias universidades están los fondos de inversión que se dedican a financiar el desarrollo de patentes o investigaciones en determinado sector, y toman el riesgo, estos fondos de inversión, de estar patrocinando investigaciones hasta que se tiene una patente.

 

Una vez que se obtiene una patente y esta es exitosa, entonces, se distribuyen las ganancias para la universidad, para el investigador y para quien está haciendo el financiamiento. Esto en México no ocurre.

 

El financiamiento de las universidades y la concepción que se tiene sobre el financiamiento de universidades es exclusivamente el presupuesto. Cuando el potencial económico que tienen las universidades en sus centros de investigación y desarrollo es tremendo, si esas investigaciones se vinculan al sector productivo.

 

Lo que va a hacer esta reforma es eso: para que rompamos, pues, las pocas patentes que tenemos en México.

 

Déjenme darles los datos que tenemos. Según los datos oficiales, por ejemplo, en la Universidad de Tel-Aviv, en Israel, tiene 29 mil alumnos, presenta 120 patentes por año, de las cuales logra aprobar unas 30 a nivel local y 15 en Estados Unidos.

 

La universidad es socia fundadora de 15 compañías de tecnologías de las más importantes en el mundo, y cuenta con su propia empresa de protección y comercialización de las invenciones de sus profesores y alumnos.

 

De acuerdo al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, para compararlo con la universidad mejor ranqueada en toda América Latina, es la UNAM, esta, por ejemplo, tuvo, tiene una patente registrada al año, contra una universidad mucho más pequeña, la de Tel-Aviv, que tiene cerca de 120 por año, y es que hay un esquema distinto, completamente distinto del financiamiento de las investigaciones.

 

También. ¿Qué está pasando en nuestro país? La fuga de cerebros.

 

Según la OCDE, en 2011, de los 11.2 millones de inmigrantes, 867 mil cuentan con estudios de licenciatura y posgrado.

 

Según el CONACYT, el año pasado fueron 130 mil los científicos que abandonaron México en busca de mejores oportunidades.

 

Sí, los científicos mexicanos, al no existir las condiciones adecuadas, se están yendo hacia otras partes del mundo.

 

El número de patentes registradas en México, en el IMPI, por mexicanos, es apenas del 7 por ciento.

 

Entonces, pues nuestra economía no va a cambiar si seguimos con esta tendencia. La mayoría de las patentes que se otorgan en México, son para extranjeros.

 

También tenemos pues una insuficiente inversión en materia de ciencia y tecnología, este gobierno se fijó la meta de llegar a uno por ciento del PIB. Sin embargo, en los pre-criterios de política económica para 2016, lo que vemos es que hay un ajuste hacia la baja en los fondos para ciencia y tecnología, aunque recientemente al entregar los Premios de Ciencia y Tecnología, se ha dicho que no se van a disminuir estos recursos.

 

Aunque se cumplieran esas metas de inversión, es insuficiente. Tenemos que atraer mayor inversión, mayor cantidad de recursos al área de innovación, ciencia y tecnología.

 

Y ésta es una fórmula que se está plateando. Para ello, aquí habrá que tener mucho cuidado que los funcionarios públicos que puedan participar en esto, pues sean los investigadores. Creo que la parte que se debe cuidar muy, con mucha cautela, que se debe de cuidar con lupa, es que este eliminación de conflicto de interés que se está planteando para servidores públicos, sea exclusivamente para los investigadores; para aquellos que desempeñen labores de investigación en los centros de investigación pública en nuestro país.

 

Creo que es un cambio de paradigma, en la forma de cómo se abordar el financiamiento a la investigación científica en nuestro país. Me parece que es una reforma muy importante, que puede ayudar a detonar la investigación científica en nuestro país y que puede ayudar también, a detonar el número de patentes que registramos como país. Y, por lo tanto, a empezar a cambiar los motores de nuestra economía.

 

Los incentivos a la innovación, a la ciencia, que es lo que está moviendo a las economías exitosas en el mundo.

 

Me parece que la fórmula que se está plateando va a tener un impacto relevante, y va a tener, va a lograr esta vinculación entre sector público y sector privado que actualmente no ocurre.

 

Sin duda alguna, también, que esta reforma va a ayudar a que indirectamente todos aquellos centros de investigación y desarrollo científico en el país, los institutos tecnológicos que hace poco estuvieron aquí, tengan mayores posibilidades de financiamiento y también tengan los incentivos para actualizar de manera permanente, a partir de lo que está pasando en el resto del mundo, con el conocimiento en actualizar perfiles, en actualizar materias, en actualizar áreas de investigación científica y tecnológica en nuestro país.

 

Entonces, pues nada más, creo que es una reforma que tiene que ser aprobada por este Pleno.

 

Los invito a que votemos a favor. Y pues con muchas esperanzas que esta reforma cambie la realidad en muchas universidades, centros de investigación y, al final del día, en las oportunidades que se tienen para muchos jóvenes mexicanos.

 

Muchas gracias.