Senado da un paso importante en atención a las necesidades particulares de los adultos mayores


Intervención en tribuna de la Senadora Lorena Cuéllar Cisneros, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse a diversos dictámenes de la Comisión Atención a Grupos Vulnerables.

 

Lorena Cuéllar Cisneros (LCC).  Con su permiso señor Presidente.

 

Compañeras y compañeros Senadores.

 

Hago uso de esta tribuna para manifestar mi apoyo a las propuestas que se nos están poniendo a consideración y que contribuyen sustancialmente a mejorar las condiciones de vida de grupos y colectivos que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

 

De manera muy especial, quiero referirme al tema de adultos mayores, ya que son varias las propuestas que se nos están poniendo a consideración.

 

Una de ellas exhorta al Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, para que informe el estado del Reglamento de la actual Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores que hasta la fecha no se ha expedido. Avanzar en instrumento  es clave para reconocer y proteger los derechos de nuestros adultos mayores, y fortalecerá las políticas en favor de este grupo dándoles un mayor respaldo.

 

Otro, es un exhorto para que ese mismo instituto, lleve a cabo un registro de albergues, residencias de día o cualquier otro centro de atención donde se brinde asistencia a personas adultas mayores.

 

Se incluye también una propuesta en donde se busca que el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia  y el Consejo para Prevenir la Discriminación  implementen acciones que nos encaminen a una sociedad en donde no se discrimine a las personas adultas mayores.

 

También, tenemos un exhorto a la SEDESOL para modificar las Reglas de Operación del Programa Pensión para Adultos Mayores, con la intención de que  se adecue la forma de comprobar la supervivencia de las y los beneficiarios aprovechando el internet.

 

Esto me parece muy importante ya que brindará certeza a la operación del programa brindándoles comodidad a las personas adultas mayores que en ocasiones tienen problemas de accesibilidad que les dificultan asistir a un módulo.

Y por último, me refiero al punto que tiene como objetivo, por un lado exhortar a las Secretarías de Salud y de Desarrollo Social, para que fortalezcan y difundan programas, políticas públicas y estrategias destinadas a mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores en nuestro país y, en segundo lugar, exhortar a la Secretaría de Salud, así como a sus homologas estatales y del Distrito Federal, para que promuevan la especialidad de Geriatría en las universidades públicas del país.

 

Es un hecho que no contamos con suficientes especialistas en esta rama y ante el crecimiento de la población de adultos mayores, es fundamental que las universidades públicas respondan a través de la creación de espacios educativos que promuevan la especialización de médicos que puedan atender apropiadamente a las personas adultas mayores.

 

Estas propuestas son de fondo un llamado a la importante tarea socio-demográfica que tenemos que enfrentar como sociedad, a causa del cambio que estamos viviendo en la estructura poblacional

 

En ese sentido, como país, tenemos una amplia agenda en el tema.

 

De acuerdo con el INEGI, 9 de cada 100 mexicanos son personas mayores de 60 años. De 1990 a 2012, la proporción de niños y jóvenes del país se redujo, mientras que la de adultos mayores pasó de 6.2 a 9.3 por ciento y se calcula que para 2050 llegué a 21.5 por ciento.

 

La tasa de participación económica de este sector, indica que apenas la tercera parte lleva a cabo alguna actividad, situación que es por demás preocupante puesto que, de acuerdo con el CONEVAL, el 43 por ciento de los adultos mayores se encuentran en pobreza multidimensional.

 

La Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México 2012 señala que entre los principales problemas de funcionalidad de los adultos de 60 años y más se encuentran las dificultades para vestirse, caminar, acostarse y levantarse, seguidas de aquellas para usar el baño, bañarse y comer.

 

La enfermedad hospitalaria más alta en este sector es por diabetes mellitus y se ubica muy particularmente en la población de 75 a 79 años.

 

El artículo primero de nuestra Constitución prohíbe la discriminación, por condición de edad, y en ese sentido, la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores garantiza el ejercicio de los derechos de las personas adultas mayores a la no discriminación, a una vida libre de violencia, a la protección contra la explotación, el derecho a la salud, a tener una familia, a la educación, al trabajo, a ser sujetos de programas de asistencia social y al acceso a servicios en condiciones preferentes.

 

Con esto, pueden visualizarse una serie de desafíos que exigen soluciones inmediatas, para ayudar a solventar no solo la sobrevivencia, sino que incidan efectivamente para que los adultos mayores sean autosuficientes y cuenten con un nivel de vida que les garantice su bienestar y desarrollo humano.

 

Con las propuestas que están poniéndose a su consideración, damos un paso importante a prestar mayor atención a las necesidades particulares de las personas de edad y la problemática que enfrentan, poniendo como objetivo garantizar un sistema que respete sus derechos humanos y donde puedan seguir asumiendo funciones sociales desde su condición de adultos mayores..

 

Es cuanto, señor Presidente.