Conferencia de prensa del Senador Armando Ríos Piter para hablar sobre el Sistema Nacional Anticorrupción


· Se permitieron decir que hay una obstrucción por parte del Partido de la Revolución Democrática, y de manera particular me señalaron a mí como uno de los senadores que está buscando ese “supuesto” obstáculo a la discusión. Nada más lejano a eso.

· Lo más importante es que la clase política, que los legisladores, y en este caso que el Senado, esté a la altura de entender que en efecto, hay una crisis de confianza.

· Esa crisis de confianza solamente se puede combatir si logramos tener un nuevo diseño institucional que combata eso que está afectando la confianza que se tiene en las instituciones y que es la corrupción.

· Como viene en la minuta, carece de elementos suficientes, contundentes, no solamente para prevenir que en lo futuro vuelva a ver este tipo de casos, sino especialmente para castigar aquellos hechos que ya nos ocupan hoy en el debate nacional y que son parte de la percepción de los ciudadanos.

· Falta en esta minuta, por ejemplo, que sea en carácter de vinculantes las decisiones del propio sistema con capacidad de participación ciudadana, que no solamente se queden en meras declaraciones.

· ¿Qué planteamos nosotros? Pues que no sea un instrumento periférico, sino que sea la columna vertebral del propio sistema. ¿Por qué razón? Porque ¿quién puede generar y detonar que haya verdadera voluntad política para combatir la corrupción? pues los ciudadanos.

· ¿Qué es lo que está planteando el PRD? que este debate no sea un debate inercial, que haya una discusión pública con expertos; algunos tal vez a favor, algunos en contra.

· El debate alrededor del Sistema Nacional Anticorrupción, es solamente la punta de lanza de un tema mucho más amplio que tiene que ver con privilegios de los que goza la clase política, con otras legislaciones que están pendientes.

Armando Ríos Piter: ¿Qué tal, muy buenas tardes?

Una breve participación en respuesta a la declaración que nos tocó escuchar de parte de representantes de las bancadas del PRI y del Partido Verde, quienes dijeron que el Sistema Nacional Anticorrupción debería de aprobarse en los términos en los que está la minuta que entregaron los diputados. Y se permitieron decir que hay una obstrucción por parte del Partido de la Revolución Democrática, y de manera particular me señalaron a mí como uno de los senadores que está buscando ese “supuesto” obstáculo a la discusión.

Nada más lejano a eso. Pero sí nos parece importante algunas precisiones sobre cómo está instalado el debate en este momento en las comisiones unidas, y cómo hemos planteado nosotros que tiene que ser, ante un tema que es tan trascendente, tan importante, de la magnitud de lo que significa que en el Senado de la República se esté debatiendo, instrumentos institucionales para combatir el principal flagelo que hoy tiene la sociedad que es el tema de la corrupción.

Sin duda alguna, si retomamos lo dicho por el presidente Peña Nieto, hace tan solo algunas semanas en Inglaterra, en el Reino Unido, en la visita de Estado que decía que el país tiene una crisis de confianza; entonces lo más importante, si tomamos eso como parámetro, es que la clase política, que los legisladores, y en este caso que el Senado, esté a la altura de entender que en efecto, hay una crisis de confianza, y que esa crisis de confianza solamente se puede combatir, solamente se puede enfrentar, si lo gramos tener un nuevo diseño institucional que combata eso que está afectando la confianza que se tiene en las instituciones y que es la corrupción.

Casos como el de los moches en la elaboración del presupuesto, casos como el de la casa blanca y el conflicto de intereses que representa, o casos tan terribles que a seis meses de ocurridos en Iguala, significan la corrupción de autoridades, que en lugar de estar cuidando y defendiendo a los ciudadanos, utilicen a las policías para detenerlos, para desaparecerlos, y eventualmente para asesinarlos, pues nos parece que es prioritario poner el debate en esa dimensión.

Hoy el Sistema Nacional Anticorrupción –y esto lo digo a título personal- como está puesto en la discusión, como viene en la minuta, carece de elementos suficientes, contundentes, no solamente para prevenir que en lo futuro vuelva a ver este tipo de casos, sino especialmente para castigar aquellos hechos que ya nos ocupan hoy en el debate nacional y que son parte de la percepción de los ciudadanos.

Falta en esta minuta, por ejemplo, que sea en carácter de vinculantes las decisiones del propio sistema con capacidad de participación ciudadana, que no solamente se queden en meras declaraciones, o en meros buenos propósitos, sino que se al ser vinculantes los señalamientos del Sistema Nacional Anticorrupción, hagan que ahí donde hay una investigación, ahí donde hay información clara, puntual, de que pueda haber conflictos de intereses, o que pueda haber un hecho de corrupción, pues que no se quede como una llamada a misa, que no se quede solamente como un planteamiento del sistema, sino que haya acciones específicas, vinculantes para que las autoridades pueden ejercer aquellas capacidades, aquellos instrumentos que institucionalmente tienen.

Y esto es poner en el centro de la discusión y del debate a los ciudadanos cómo lo plantea el sistema en la minuta que tenemos ahorita. Los ciudadanos participan, cinco hombres y mujeres en un Comité de Participación Ciudadana.

¿Qué planteamos nosotros? Pues que no sea un instrumento periférico, sino que sea la columna vertebral del propio sistema, ¿por qué razón? porque ¿quién puede generar y detonar que haya verdadera voluntad política para combatir la corrupción? pues los ciudadanos, que son los que se ven indignados frente a hechos como los que hemos comentado.

Este es un cambio de 180 grados en el sistema, que sean vinculantes las decisiones del sistema nacional, también es un hecho importantísimo, fundamental para que no solamente se quede en un tema declarativo, sino para que sea una insistencia continua, constante; dicen allá en la Costa Grande, como cuchillito de palo, buscando que algo que está identificado con información clara, se convierta en un hecho contundente en persecución y en atención por parte de la autoridad.

Pondré esto como algunos ejemplos de un listado que nosotros le hicimos llegar al presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales ¿Qué es lo que está planteando el PRD? que este debate no sea un debate inercial, que haya una discusión pública con expertos; algunos tal vez a favor, algunos en contra. La minuta tiene avances significativos, que se defiendan esos avances, pero sobre todo que ahí donde hay la posibilidad de mejorar, de perfeccionar y de garantizar que si algunos elementos nos permitan tener un sistema nacional contundente, sólido, con energía, para enfrentar este gran flagelo que tiene la sociedad y que hoy es el motivo fundamental de la crisis de confianza, se dé.

Yo solamente haría un comentario final; me preocupan este tipo de declaraciones, cuando sabemos que el debate es de una magnitud enorme, en trascendencia, como lo hemos dicho para la sociedad, pero cuando este debate alrededor del Sistema Nacional Anticorrupción, tiene que ver con otros temas también.

Vamos a poner como ejemplo el tema de los moches; el tema de los moches que fue llevado y traído en los medios de comunicación, que generó una enorme indignación, que hubo declaraciones específicas de presidentes municipales que afirmaron haber dado moches y en el cual tal vez estaríamos hablando de legisladores involucrados en este tema.

Si hablamos de legisladores, hablamos de que para poder atender este tema a profundidad, se requería en pensar también en el tema del fuero; en el tema del fuero del que gozan senadores –gozamos senadores- o gozan diputados, pero que también es un tema del que goza el presidente de la República.

Es decir, el debate alrededor del Sistema Nacional Anticorrupción, es solamente la punta de lanza de un tema mucho más amplio que tiene que ver con privilegios de los que goza la clase política, con otras legislaciones que están pendientes; el tema de conflicto de intereses, que es la parte del conflicto en casa blanca, o con el tema de corrupción política, como es el caso de Iguala y Ayotzinapa que ocurrió hace seis meses.

Pongo esto como ejemplos, porque hay que buscar que el debate tenga esa altura; no se trata de destruir, pero tampoco se trata de salirle a la sociedad (inaudible)…