La cruzada contra el hambre: Clientelismo y Corrupción


Desde un inicio lo dijimos y la denunciamos: Rosario Robles era la operadora electoral del PRI, la Cruzada Nacional contra el Hambre su instrumento. La realidad nos dio la razón muy rápido, las elecciones locales en Veracruz lo evidenciaron, las pruebas y las denuncias fueron públicas, los funcionarios de dicho programa operando con cinismo y descaro en favor del PRI y sus candidatos.

 

La respuesta de Peña Nieto no fue la legalidad, no fue poner orden ante la fuerza de la evidencia, su respuesta fue: “resiste Rosario”, todos lo recordamos. Con el respaldo y protección de Peña Nieto, Rosario Robles sigue al frente de la Secretaría de Desarrollo Social, sin resultados en materia de combate a la pobreza, pero lista para operar electoralmente en favor del PRI, muy probablemente le dará una ayuda a su hija que aspira a ser diputada en el Distrito Federal.

 

A lo anterior hay que sumar las nuevas evidencias, el informe general de la cuenta pública de 2013 por parte de la Auditoria Superior de la Federación indica que hay un faltante de 396 millones de pesos, nos dice que se operaron compras con empresas fantasmas, no existe evidencia de la adquisición, distribución y entrega de los bienes reportados.

 

El país es una grave situación de pobreza, desigualdad social y marginación y los funcionarios de desarrollo social robándose el dinero. ¡Qué terrible! ¡Qué tragedia!

 

El Congreso debe tomar cartas en el asunto, Rosario Robles y sus funcionarios deben rendir cuentas, debe haber un deslinde de responsabilidades administrativas y penales hacia los responsables de desaparecer esos 396 millones de pesos.