Discurso de la senadora Angélica de la Peña durante la presentación del libro «Senadoras de México, 1958-2012».
Angélica de la Peña Gómez, (ADPG): Muchas gracias al maestro de ceremonias, pero vengo como secretaria de la Comisión de Igualdad de Género, a mucha honra y con mucho orgullo, y sobre todo recordando todas las peripecias, literales, que Diva tuvo que emprender con cada uno de los Coordinadores, aquí tenemos uno que seguramente nos contará…hasta camiseta le puso, se ve muy bien, senador muchas gracias por acompañarnos y a los demás senadores que están aquí.
En primer lugar quiero dar un afectuoso saludo y bienvenida a quienes nos acompañan en el presídium, que son María Cristina Sangri y Elenita Álvarez, a quien recuerdo con mucho cariño porque tenemos pro allí algunas hazañas compartidas, ella en el Senado y yo en la Cámara de Diputados, y de verdad me sorprendió muchísimo la primera vez que tuve, el 97 – 2 000, tuvimos una relación para impulsar la primera reforma al artículo cuarto constitucional para reconocer los derechos de niñas y niños.
¿Te acuerdas Elenita? Tú me decías «estos señores», y me dio una cátedra, una verdadera cátedra, fue un apoyo muy importante en aquella época, desde su partido pero también con la autoridad que tenía con todo el Senado.
Me parece que el darles este saludo afectuoso a quienes están en el presídium y que de alguna manera representan a todas ustedes que también fueron senadoras, que pasaron por el espacio del Senado de la República y que abrieron brecha a todas las demás, que por supuesto todas las compañeras que hoy son nuestras colegas queridas en esta Legislatura y que efectivamente hoy estamos en un privilegio inconmensurable porque somos más de cuarenta, pero en el caso de ustedes, tuvieron que picar piedra… tuvieron que picar piedra, remontar los obstáculos grandes de estos señores dueños del poder.
Y a mí encanta mucho, Lorena, cuando nos dices «¿a qué le tienen miedo los señores? ¿por qué este miedo a que las mujeres estén en el poder?», pues porque les estamos quitando el poder, o sea, les estamos quitando la mitad del poder, les estamos diciendo tienen que compartir el poder de manera paritaria con nosotros, con todas las mujeres de todos los partidos.
Ahora, a partir del 41 constitucional, pues Congreso de la Unión y congresos de los estados, pero más adelantito tenemos que lograr que en todos los municipios del país también se integren paritariamente las fórmulas paras los ayuntamientos, tenemos que superar esa terrible franja que nunca podemos rebasar de un dígito en las alcaldías, a veces siete, a veces cinco, bueno, es el colmo.
Y por supuesto, también queremos compartir el poder en los ámbitos ejecutivos, en los tres órdenes de gobierno, y queremos compartir el poder en el Poder Judicial, tenemos que compartirlo en los sindicatos, en las empresas, es decir, en toda la vida.
Así como el ejemplo que ponía respecto del señor gobernador que su hijo decidió su proyecto de vida y dijo «yo me voy a un barco», es su proyecto de vida, el decidió eso, también lograr que cada una de las mujeres, de las niñas y adolescentes, tengan la posibilidad de concretar su sueño de ser lo que quieran ser, y si quieren ser políticas, pues que bueno, para que vengan y contribuyan a la vindicación de la política, yo creo que es ahí donde podemos fincar muchas esperanzas para nuestro querido México.
Hoy estamos frente a una crisis terrible; hoy estamos conmemorando el aniversario del asesinato de las Mirabal, que tuvieron que enfrentar a un dictador que finalmente las asesinó , y Naciones Unidas decidió que este día tenía que pasar a la historia cada año conmemorando el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujeres.
Y además incluir como una forma de violencia, precisamente la violencia política que impide que las mujeres puedan estar plenamente funcionando en sus encargos y que se vive en muchos lugares todos los días, también es un pendiente que tenemos que ir resolviendo, y eso lo tenemos que ir construyendo poco a poco, tenemos que ir tejiendo.
Las mujeres tenemos que deconstruir , quitarnos estos estereotipos de que las mujeres ni juntas ni difuntas, aquí en el Senado, de verdad, sólo menciono un sólo estereotipo de una gran cantidad que puedo estar enumerando, todos dirigidos a evitar la inevitable, que las mujeres nos juntemos, nos unamos, pactemos, confabulemos, pero también lo hagamos, como efectivamente también el Senado de la República es un ejemplo importante, lo quiero que decir, también lo hacemos con algunos compañeros y cada vez son más, aquí hay algunos presentes, con quienes construimos y hacemos cosas verdaderamente importantes para nuestro país.
Bueno, aquí el niño Romero…no saben, acabo de hacer una odisea, y con esto termino, seis comisiones, aquí estamos cinco presidencias de comisiones, nos falta una, hicimos una hazaña, nadie creía que seis comisiones pudieran en menos de una mes dictaminar una ley preferente en materia de derechos de la niñez, aquí está el senador presidente de la Comisión de Educación; la senadora presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables; por supuesto, la presidenta de la Comisión de los Derechos de la Niñez , Martha Elena García; y la senadora Diva Hadamira Gastélum y su servidora, nos falta el senador Alejandro Encinas. Cuatro mujeres y dos hombres, y los señores trabajaron muy bien con cuatro mujeres, ¿verdad que sí? y lo puede decir aquí sin presión el señor senador Romero Hicks, sin presión.
Francamente construimos, yo creo que eso es lo que tenemos que hacer, eso es lo que heredamos de cuando ustedes estuvieron aquí, y por supuesto, agradecemos mucho que nos acompañen quienes todavía siguen conociendo de este gran esfuerzo.
Integrar este gran libro, de verdad con tres pesos como decía Diva, nos permitió hacer lo que parecía que no sería posible. Me parece que la historia existe porque está aquí escrita, la historia existe de las mujeres que han pasado por el Senado de la República porque están sus intervenciones, sus iniciativas, sus discusiones, muchas de ellas a veces acaloradas porque llevaban temas importantes que a veces eran incomprendidas y están ahí en el Diario de los Debates.
Aquí hay muchas jóvenes, y espero que salgan entusiasmadas de la política, salgan entusiasmadas a que efectivamente lo que hay que hacer en estos tiempos de crisis en el país es trabajar para evitar que la anarquía, para evitar que lo que no construye pueda tener cabida en nuestro país y solamente lo podemos hacer con nuestra participación activa, en donde queramos estar, yo las invita a vindicar la política y ustedes sigan recibiendo la estafeta.
