Discurso pronunciado por el senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, durante la inauguración de la exposición del pintor Rafael Huerta.
Miguel Barbosa Huerta (MBH).Yo quiero saludar a todos ustedes; saludar al maestro Huerta, que nos permite disfrutar de su obra pictórica.
A la senadora Ana Lilia Herrera, por ser el enlace para poder disfrutar; senadora María Elena Barrera que está presente; la senadora Blanca Alcalá, presidenta de la Comisión de Cultura y a todos.
Bienvenidos al Senado de la República.
El Senado sirve para muchas cosas, para ejercer sus funciones constitucionales de legislar, de aprobar políticas públicas, pero también para promover, para poder generar una mejor relación con la sociedad. Tanto, eso que nos hace falta en este momento, que es mejorar la relación de los servidores públicos con la sociedad.
En general, este tipo de eventos nos permiten tener el enlace con los artistas, con el talento de México.
Y disfrutando, yo llegué antes, por cierto, yo ya recorrí la obra; ya recorrí la obra pictórica del maestro y, sin duda, admirándola, les voy a decir algo, la verdadera Ciudad de los Volcanes no es el Distrito Federal, es Puebla, de verdad que sí.
Hay que estar en Puebla para darse cuenta que es la verdadera ciudad rodeada por volcanes: el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, la Malinche, el Pico de Orizaba, que no rodea Puebla pero se admira desde Puebla. Voy a hacer aquí un comercial de lugares, de plazas comerciales, la Angelópolis, vayan allá y desde el estacionamiento disfruten de los volcanes.
Pintores reconocidos en todo nuestro tiempo han reproducido en sus obras a los volcanes: Velasco, Riscotto, Felistorum, un pintor no muy conocido pero que ha hecho de su obra la reproducción de los volcanes.
En nuestra cultura, en nuestro imaginario como mexicanos, en la mexicanidad, siempre han estado presentes. El Idilio de los volcanes; la forma como entendemos las relaciones entre el género masculino y femenino puesta en la vecindad de los volcanes.
Y así disfrutamos de esta pasión por los testigos de nuestra cultura.
Esa valentía de los indígenas desde antes de la llegada de los españoles y de los españoles que entraban al Popo por azufre para poder generar sus armas, era una forma de que el hombre vence finalmente a la naturaleza.
Que la majestuosidad, la admiración y el horror de la majestuosidad; todos teniendo una explosión piroplástica del Popocatépetl. Afortunadamente ya entendimos que esto es como las advertencias o las llamadas de misa, se vuelven solamente bocanadas y bocanadas.
Alguna vez que estaba yo, ya me solté ¿eh?, alguna vez que fui a una entrevista con un programa por la mañana, ya saben a cuál me refiero, “El mañanero” donde aparece una edecán vestida de bikini bailando y siempre en la parte de atrás está la imagen de los volcanes; y me dice el conductor, nuestro amigo Brozo, me dice: “¿Qué opinas de esta imagen, senador?”; le digo: “Es la razón por la que don Goyo emite fumarolas. Esta presencia, que es el Iztaccíhuatl, le provoca esos niveles de temperatura a “Don Goyo” y está sacando fumarolas”.
Pero de verdad son solamente alusiones muy jocosas de esto que es la obra del campo mexicano que rodea a los volcanes. De un México rural que se vive todavía alrededor de los volcanes.
Qué bueno que nos permitan en el Senado disfrutar esta obra. Gracias Ana Lilia, por hacer el esfuerzo de poder enlazarnos esta posibilidad.
Y gracias al maestro. Gracias a todos que aquí están presentes. Y disfrutemos.
Por cierto, les quiero comentar algo:
Vengo de dar una conferencia de prensa de un proyecto que concebimos los coordinadores parlamentarios, de desarrollar Los Murales del Senado.
Hemos decidido construir Los Murales del Senado; hemos formado un comité; lo acabo de anunciar con los integrantes del Comité, senadoras y senadores de los grupos parlamentarios.
Vamos a desarrollar Los Murales del Senado; vamos a desarrollar una obra pictórica, belleza clásica; clásico moderna, ¿eh?; los motivos los determinarán estudios, pero vamos a embellecer y vamos a dejar para las generaciones este Senado, éste, éste, éste, el de nosotros, va a dejar para la posteridad una obra hermosa en el Senado de la República: Los Murales del Senado.
Así como hoy mismo en el Pleno pasaremos un acuerdo para llevar a cabo Las Efigies del Senado.
En nuestro Patio del Federalismo, ya se llama así para que no repitan que se llama El Hemiciclo; se llama Patio del Federalismo. Acuérdense que hicimos un evento para eso, vamos a develar tres efigies:
La de Belisario Domínguez, la de Elia Carrillo Puerto, y la de Gilberto Bosques, que me acabo de enterar que es paisano poblano, ¡sí!, de un lugar que se llama Chiautla de Tapia.
Ellos son los tres nombres simbólicos del Senado de la República y es pensar que también esta sede es nuestra.
Yo propondré que comencemos, que podamos comprar una obra de esas que vienen a exhibirse acá.
Hemos hecho ahorrito, ¿verdad María Elena?; hemos hecho muchos ahorritos en estos meses que llevamos, hemos generado medidas de austeridad, bien interesantes, para que haya un Senado austero; transparente y austero.
Entonces a lo mejor sí nos interesaría comenzar a comprar bajo la curaduría de un experto de arte, que es senador de la República, que vivió de ese negocio cuando era joven.
Pero ya después que tuvo para comprar, es dueño de un arte impresionante. ¡Bueno!, estamos entre nos: Se trata de Emilio Gamboa, que es un experto en arte, en pintura. Es un experto en arte y él nos va a ayudar a poder generar las colecciones de arte que esta sede debe de tener.
Eso sí se me acaba de ocurrir. Se me acaba de ocurrir que podamos ir comprando. De las exposiciones el Senado pueda comprar una obra, de las más destacadas, de las que guste más, para empezar a adornar los salones del Senado, con obras.
Digo, si vamos a comprar Siqueiros, que no tenemos para eso; hay algunos Siqueiros en algunas oficinas de senadores, ¿verdad?, sí las hay.
Pero que el Senado adquiera obras de arte de nuestra gente que viene acá, para ir generando el caudal de obras del Senado, para adornar sus salones.
¿Saben lo que ocurre cuando llega un presidente? Se lleva todo. Bueno, cuando sale se lleva todo, y cuando llega adorna con sus estilos. Que no sea así, ¿eh?
Que ya haya un adorno determinado en las oficinas de los órganos del Senado, en los salones del Senado.
Qué te parece, Emilio, esa idea. ¿Verdad que sí? Estoy con imaginación esta mañana; inspirado, y eso es excepcional.
Gracias. ¡Los felicito!
Buenos días.
