Destaca Angélica de la Peña pendientes en la lucha para erradicar la violencia contra la mujer


Intervención en tribuna de la senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse al Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

 

Angélica de la Peña Gómez, (APG): Con su venia, señor presidente, buenas   tardes.

 

Senadoras y senadores, la Asamblea  General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Violencia contra la Mujer en el marco de la Declaración también de que el día 25 de noviembre se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la no Violencia Contra las Mujeres en honor a las víctimas del  General Rafael Leónidas Trujillo, las hermanas Patria, Minerva y María  Teresa Mirabal, activistas dominicanas quienes fueron asesinadas justamente un 25 de noviembre de 1960 por la policía secreta de este dictador dominicano.

 

La violencia contra las mujeres constituye una violación a sus derechos humanos y a sus libertades, se define como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o  psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos; la coacción o la privación arbitraria de la libertad tanto si  se produce en la vida pública como en la vida privada.

 

Es necesario subrayar que la violencia contra las mujeres es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, es violaciones a los derechos humanos de las mujeres, producto de un sistema de género que las subordina.

 

La violencia contra las mujeres  tiene origen precisamente en la naturalización de la violencia que a través de estereotipos de género, usos  y costumbres en todas las sociedades del mundo, y sobre todo las particularmente definidas sistémicamente patriarcales han ido insertando en el colectivo social, familiar pero también en el derecho en las leyes.

 

Las diferentes manifestaciones de violencia son tan cotidianas que la sociedad las ha llegado, incluso, a considerar como algo natural, pueden ir, por ejemplo, seguir solicitando, pruebas de no embarazo para ingresar o permanecer en un trabajo, pueden expresarse en que una mujer realice el mismo trabajo que un  hombre, pero gane menos; puede también expresarse y se expresa de manera patente y de manera terrible en las diversas formas de violencia que se viven en las familias, en el hogar por parte de sus integrantes, mujeres, en las escuelas, en fin, en los ámbitos comunitarios.

 

La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, conocida como Belem do Pará, destaca el reconocimiento expreso del derecho que tienen todas las mujeres a una vida libre de violencia tanto en el ámbito público como en el ámbito privado.

 

En México nos revela que en el último año, 67 de cada 100 mujeres de 15 años y más, han padecido alguna forma de violencia por parte de su pareja, o por otras personas, tanto en espacios públicos como en espacios privados.

 

Además, informa que en el ámbito de mayor ocurrencia de la violencia contra las mujeres es precisamente en el ámbito familiar por parte de su pareja, y en segundo ámbito, de mayor violencia es en los espacios públicos, pues alrededor del 39.7 por ciento de las mujeres han experimentado actos de violencia sexual por parte de desconocidos.

 

En el ámbito legislativo, como ustedes saben, tenemos que destacarlo con toda precisión, hemos legislado la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que entre otras potestades define los tipos y modalidades de violencia contra las mujeres, mandata la coordinación entre la federación, los estados y los municipios, y por supuesto también entre esas modalidades introduce la modalidad de violencia feminicida, como una respuesta al feminicidio que se padece en la República Mexicana, y la define como una forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos en los ámbitos público y privado, formada por el conjunto de conducta misóginas que pueden conllevar impunidad social  y del Estado y puede  culminar en homicidio.

 

En el caso del feminicidio tengo que mencionar que de las 32 entidades que tienen tipificado solamente falta el Estado de Chihuahua, 14 solo tienen la posibilidad de acreditar este tipo penal, y en los demás estados del país es muy difícil su acreditación.

 

Los últimos datos nos demuestran que en el año pasado tres mil 892  casos de mujeres asesinadas, contextualizadas como feminicidio y de estas solamente 613 han sido investigados, y el 1.6 por ciento tienen sentencia; solo el 1.6 por ciento, 25 por ciento están en proceso y 24 en investigación.

 

Como puede observarse, tenemos una gran cantidad de pendientes que de manera general enumero.

 

Seguir reformando la legislación para armonizarla a la Ley y, por supuesto, a la Convención Belem Dopará, como nos lo mandata el COCEDAW.

 

2. Adicionar en la Ley la violencia equiparada, obstétrica y además también otras violaciones a sus derechos sexuales y reproductivos.

 

3. Además del feminicidio también tenemos que ponderar como un agravante en la mortalidad materia evitable, por supuesto lo estragos de los abortos inseguros también por enfermedades de cáncer cervicouterino, cáncer de mama, y otras enfermedades femeninas, incluyen la desnutrición selectiva por género.

 

4. Precisar la tarea importante de sistematización de todos los ordenamientos en materia de violencia, igualdad y no discriminación para una debida articulación.

 

5. Exigir cuentas respecto del funcionamiento del Banco Nacional de Datos e Información sobre casos de Violencia de Género contra las Mujeres, como lo mandata la Ley.

 

6. Llevar acabo la tarea de despolitización y puesta en marcha de la alerta de violencia de género no solamente en el ámbito federal, sino también las 32 entidades federativas.

 

7. Asegurar a las mujeres su acceso a la justicia poniendo énfasis en la capacitación del personal de los centros de justicia femeninos, y por supuesto trabajar en un solo protocolo para su funcionamiento.

 

8. Reformar la Legislación Laboral a fin de prevenir toda forma de violencia contra las mujeres como el acoso, el hostigamiento sexual, y por supuesto evitar que las pruebas de embarazo sigan siendo una exigencia para la permanencia del trabajo o para acceder  a él.

 

9. Llevar acabo disposiciones que aseguren la vida, la libertad y la seguridad de todas las personas, de todas las mujeres defensoras de derechos humanos y por supuesto de las periodistas.

 

10.- Son indispensables también trabajar en la articulación de las estructuras sociales e institucionales para que los preceptos de ley que ya están inscritos en nuestro marco jurídico se vean  implementados en las políticas y las acciones gubernamentales.

 

Señoras y señores: El Estado mexicano tiene el deber de asegurar los derechos humanos de todas las personas por igual, por lo tanto debe emprender tareas para prevenir, atender, sancionar y erradicar toda forma de violencia de género contra las mujeres y las niñas; debe, por lo tanto, asegurar el acceso pronto y expedito de todas las mujeres a la justicia y que se logre irrestrictamente integralmente la reparación del daño, por supuesto exigiendo plena justicia, y claro, la sanción a quienes son agresores.

 

Es la mejor conmemoración que el día de hoy el Senado de la República debe hacer justamente en este Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.

 

Es cuanto, y muchas gracias por su atención.