Diálogos Públicos por un México Social, gran oportunidad de darle voz a los que no la tienen


Intervención del Senador Sofío Ramírez Hernández, del Grupo Parlamentario del PRD, durante el Diálogo: La discriminación múltiple. Un concepto, diversas realidades.

 

Sofío Ramírez Hernández (SRH). Muchas gracias.

 

Inicio, primeramente, reconociendo el esfuerzo que hace el Senado de la República para poder desarrollar estos encuentros que son por demás de la más alta importancia, sobre todo del más alto interés en materia de buscar los espacios de comunicación, de orientación y lo más importante de aportación necesaria para  poder incrementar los niveles de oportunidad y de condición de vida de miles de mexicanos, de más de 52 millones de mexicanos en pobreza extrema, pero al mismo tiempo que sea éste un primer ejercicio para que el Senado de la República pueda desarrolla los diálogos públicos por un México social, que lo pueda bajar a las entidades federativas.

 

Consideramos que es tiempo de la sociedad civil, es tiempo de que la parte social esté más presente en el desarrollo de las políticas públicas, pero sobre todo en el ejercicio de las responsabilidades de los tres niveles de gobierno.

 

Tengo un origen social de ser un hombre que viene de lo más profundo del corazón, de la pobreza, soy originario de la región de la montaña en el estado de Guerrero, ahí se encuentran los municipios más pobres de México.

 

Ahí necesitamos hacer un esfuerzo todos para que los Diálogos Públicos por un México Social exhorten a las Instituciones, a los tres niveles de gobierno para que se podamos, verdaderamente, dar la oportunidad a elevar el índice de  desarrollo humano de los que nunca nada han tenido.

 

De generación  en generación Guerrero, Oaxaca y Chiapas, cinturón de pobreza de este país; sin dejar de reconocer que hay otras entidades federativas, en sus municipios y particularmente en sus localidades donde encontramos condiciones de pobreza, de pobreza extrema, donde encontramos condiciones de marginación, donde encontramos por tu propia condición económica, social, por tu propia condición en tu desarrollo, como ser humano, en tus capacidades productivas.

 

Pero particularmente en Guerrero, Oaxaca y Chiapas, ahí encontramos la mayor concentración de los pueblos originarios, reconociendo, desde luego, plenamente las culturas, las lenguas de todo el territorio nacional; pero es Chiapas, es Oaxaca, es Guerrero, donde están nuestras lenguas madres, donde están los pueblos indígenas, donde se nace, se crece, se vive, se muere, en medio de la pobreza, donde los sueños son parte de los anhelos, de los ideales que de generación en generación se da, pero como sueños lejanos que nunca hemos alcanzado a hacer realidad.

 

Por más de 300 años o mucho más todavía, desde los tiempos de la Colonia, la Guerra de Independencia, la Reforma, la Revolución Mexicana, a los tiempos de hoy, en los pueblos originarios se encuentran precisamente una de las mayores marginaciones, uno de los mayores espacios de pobreza.

 

Y doy un dato, por cierto, Guerrero ocupa el primer lugar en pobreza alimentaria, esto es grave, no puede un jefe de familia tener para comprar su huaraches, sus sombrero, su camisa o su pantalón, lo lava o lo cose o parcha y no pasa nada, pero cuando un jefe de familia no tienen para garantizar la alimentación de sus hijos, eso es grave, porque están llegando al límite de su supervivencia, y se descompone, se rompe el Estado de Derecho, por su propia sobrevivencia.

 

Ahí está el EZLN en Chiapas, en el 94; la APO en Oaxaca, en el 97; la guerrilla en Guerrero, de los 70; más lo que recientemente estamos viviendo y que es muy lamentable.

 

Quiero terminar mi intervención, agradeciendo, por supuesto, que me hayan convocado, cuando yo llego al Senado de la República independientemente que los Grupos Parlamentarios tienen un espacio de acuerdo político para poder presidir o ser secretario o integrante de comisiones importante, yo decidí con mi coordinador parlamentario, Miguel Barbosa, quien le reconozco su esfuerzo por desarrollar este importante esfuerzo; yo decidí estar en las comisiones de Desarrollo Social o en las comisiones de enfoque social; y es por eso que pedimos que se creará y pedimos estar en la Comisión de Atención Especial de Atención a  Zonas Marginadas, pues, porque mi propia formación de origen me obliga y me obligará permanentemente más allá de mi propia responsabilidad como senador de la República a sumar esfuerzos por un Guerrero, por un México de más y mejores oportunidades.

 

Sean los Diálogos Públicos por un México Social en este primer encuentro la gran oportunidad de darle voz a los que no la tiene  y si la tienen en sus movimientos sociales y si la tienen en sus localidades, en sus colonias, en sus pueblos, en los lugares marginadas, simplemente tampoco se escucha.

 

Sea este primer encuentro el gran modelo para que regresemos a Guerrero, para que regresemos a Chiapas, para que regresemos a Oaxaca o para que regresemos a otra entidad federativa a instalar los Diálogos Públicos por un Guerrero Social, los Diálogos Públicos por un Oaxaca Social, los Diálogos Públicos por un Chiapas de más oportunidades, los Diálogos Públicos por la Paz, la reconciliación social de los movimientos sociales y de las personas que se encuentran en condiciones de marginación de pobreza y sobre todo de aquellas personas que de generación en generación, de lo más reciente, de abuelos, de nietos, desde la condición de familia, de abuelos, padres y nietos,  no han tenido un mínimo espacio de oportunidad.

 

A dónde vamos a llevar a los que no la tienen, a seguirse organizando, a los que no tienen oportunidad o no les damos oportunidad de ser escuchados.

 

Hay lugar y lo digo por mi propia región, por mi propio estado, hay lugares donde ya se ha perdido la esperanza, donde se está perdiendo la fe y si se llega a perder la confianza a las instituciones, Guerrero pueda ser entidad federativa de circunstancias de inestabilidad social, de ingobernabilidad.

 

Perdón por retomar mi estado por lo que vivimos hoy. Guerrero tiene su historia, desde los tiempos de la Guerra de Independencia, allá fueron los campos de batalla de Vicente Guerrero, primer Congreso de Anáhuac en Chilpancingo con Morelos; ahí fueron el Plan de Iguala; ahí está la localidad de Atempa donde aquel 10 de enero de 1821 se firmó el pacto por la Independencia de México.

 

Ahí está el Plan de Ayutla, de Juan N. Álvarez, precisamente en el municipio de Ayutla; ahí están los grandes hombres que participaron por la libertad, por la justicia, por la Revolución Mexicana en 1910.

 

Ahí estamos en Guerrero esperando que este espacio y Diálogos Públicos por un México Social nos alcance a las oportunidades, nos alcance también a la paz.

 

Soy producto, soy parte de la vida de miles de mexicanos de la marginación y de la pobreza, no quiero abusar de mi espacio, simplemente quiero decir al pueblo de México que queremos trabajar y queremos luchar y que el (Inaudible) seguirá poniendo su mejor esfuerzo.

 

Somos 11 hermanos en mi familia, hijo de padres indígenas y precisamente por la marginación y la pobreza, cuando mis padres emigran con sus hijos siendo niños a los campos agrícolas de (Inaudible) muere por deshidratación una de mis hermana y hace cerca de 15 años uno de mis hermanos que vive su familia en la marginación se fue a Estados Unidos a buscar una oportunidad para mantener a sus hijos por la pobreza alimentaria. A 15 años de distancia fue abandonado en el Desierto de Estados Unidos y su cuerpo no aparece ni vivo ni muerto.

 

Ya no queremos más familias desintegradas, si esa es la historia de dolor humano de un senador de la República, cual puede ser el futuro  que le podemos dar a los que hoy no tienen voz y muchas veces ni siquiera los escuchamos.

 

Muchas gracias.