Los libros y las bibliotecas, como armas y como trincheras para combatir la corrupción: Zoé Robledo


Intervención en tribuna del senador Zoé Robledo A., del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar iniciativa por la que se propone la creación de la Ley General de Bibliotecas.

 

Zoé Robledo A., (ZRB): Muchas gracias, Senador Presidente.

 

Y efectivamente, como acaba de decir mi compañero Senador Ernesto Cordero, somos pocos, pero solidarios, y en ese sentido ojalá encuentre esta iniciativa la solidaridad de también quienes están hoy aquí atendiendo su responsabilidad legislativa como senadores de la República. Muchas gracias.

 

En este año que estamos ya por terminar, ustedes deben de recordar que se han estado conmemorando a tres personajes centrales de nuestra historia contemporánea. Durante 2014 se habló profusamente en todo el país de los tres centenarios literarios. Se habló de “El gran Cocodrilo”, de Efraín Huerta; sobre Octavio Paz, nuestro Nobel mexicano; y sobre el eterno disidente y pensador José Revueltas, que el 20 de noviembre de este mes se cumplirán 100 años de su nacimiento, y el Senado inició hoy una serie de eventos para recordarlo y reconocerlo.

 

Y coincide también que estos tres escritores fundamentales para el país y sus letras fueron absolutos convencidos de que los libros, la lectura son vehículos para la transmisión de conocimiento; son vehículos para el desarrollo personal, y son vehículos para formar un mejor país.

 

Los libros y las bibliotecas, como armas y como trincheras para combatir la corrupción, para combatir la desigualdad, para combatir también la violencia. Ellos tres desde sus plumas y  sus pensamientos fueron discípulos de la lectura intrínsicamente grandes promotores de los libros, y también de las bibliotecas.

 

Por eso hoy más que nunca es que en su centenario es pertinente repensar la importancia de los libros de la lectura y, en particular, con esta iniciativa de las bibliotecas en nuestro país.

 

Por eso presento hoy esta iniciativa, esta es una iniciativa que no es producto del trabajo ni de un senador ni de una comisión o de un grupo parlamentario nada más. Durante varias semanas desde el año 2013, se llevó a cabo el Foro Nacional de Armonización Legislativa Bibliotecaria, fue organizado a iniciativa, por un lado de la Asociación Mexicana de Bibliotecarios, del Colegio Nacional de Bibliotecarios, y del Consejo Nacional para Asuntos Bibliotecarios de las instituciones de Educación Superior; ellos, estas tres entidades presentaron a la Comisión de Biblioteca y Asuntos Editoriales que me honro en presidir el proyecto de iniciativa que hoy pongo a consideración del este pleno en representación de este gremio bibliotecario.

 

Déjenme hacer un poco de arqueología legislativa. La Ley General de Bibliotecas vigente fue publicada el 21 de enero de 1988, sin duda en su momento constituyó un gran esfuerzo y un importante precedente, pero hoy la realidad obliga a revisarla, a adecuarla y actualizarla para abonar en la construcción de un México en el que todos los niños, todas las niñas, todos los jóvenes, y todos los estudiantes, en fin, todos los ciudadanos de nuestro país tengan acceso a la lectura, y a los libros a través de bibliotecas públicas con material actualizado, con material amplio y bien conservado y que sean atendidas además por expertos en esta materia.

 

Déjenme decirles, son dos cambios principales que propone esta iniciativa, y parte de la activación de dos figuras centrales. Por un lado el Sistema Nacional de Bibliotecas, y por el otro, el Consejo Nacional de Bibliotecas.

 

El Sistema Nacional de Bibliotecas es el vehículo del Estado mediante el cual se establecen los estándares de calidad, de eficiencia y de eficacia en materia de bibliotecas públicas en el país, su consejo consultivo es presidido, por un lado, por el CONACULTA, y se conforma con representantes de todos los niveles y de todas las categorías de bibliotecas y centros de documentación e información de nuestro país.

 

Nuestro país es un país de granes bibliotecas, hay que recordarlo, desde la Palafoxiana, en Puebla, hasta la Biblioteca Central de la UNAM,  con sus murales de O´Gorman, Biblioteca Cossío Villegas del COLMEX, la Biblioteca Jorge Carpizo, de Jurídicas de la UNAM,  la Vasconcelos, la Ciudadela, en fin, la lógica de ese consejo es preservar esas bibliotecas y que los estándares de estas que acabo de mencionar son los estándares de la Biblioteca más sencilla que pueda haber en algún municipio del país, el mismo estándar de eficiencia y calidad de estas grandes biblioteca de nuestro país, de las que nos sentimos orgullosos para todas las biblioteca del país.

 

Por otra parte, el Consejo Nacional de Bibliotecas lo preside también CONACULTA, y a él se suman representantes de las tres Asociaciones de Bibliotecarios que están promoviendo esta iniciativa, así como representantes de la red de bibliotecas públicas y también de la red de bibliotecas escolares infantiles que tiene la Secretaría de Educación Pública.

 

Las principales líneas de acción que buscan la armonización se resumen en seis elementos que quisiera destacar:

 

Por un lado, contribuir para una efectiva igualdad de acceso a las bibliotecas, es decir, que cualquier ciudadano, independiente de su condición económica, social,  geográfica, de género, incluso de personas con diferentes capacidades puedan acercarse a  las bibliotecas más cercanas y consultar los materiales de su interés, apoyado por personal capacitado.

 

Para decirlo con cuatro palabras: bibliotecas accesibles para todos.

 

Segundo. Reconocer en toda su magnitud la importancia de las bibliotecas para nuestro desarrollo como país, y en consecuencia fomentar  y contribuir el establecimiento de infraestructura bibliotecaria.

 

Para resumirlo, más y mejores bibliotecas para más mexicanos.

 

Tercero.  Una política pública definida y con rumbo en materia de bibliotecas en México, atendiendo ejemplos exitosos que han ocurrido en otros países.

 

Cuarto.  Bibliotecas atendidas por expertos, bibliotecas atendidas por bibliotecarios que es el personal capacitado para estar al frente de todas las bibliotecas públicas de nuestro país, y que además un gremio muy organizado que tiene la capacidad  y el volumen para atender todo nuestro sistema nacional de bibliotecas.

 

Quinto. Actualizar y activar la red nacional de bibliotecas públicas, y finalmente fomentar la diversificación de acervos, es decir, incorporar al Sistema Nacional de  Bibliotecas, también colecciones privadas, colecciones que puedan ser actualizadas y con temáticas diversas que estén al alcance de todos los lectores.

 

Por eso es que esta iniciativa parte del reconocimiento del trabajo comprometido y profesional de los bibliotecarios organizados de México.

 

Quise presentarlo justo en este mes, hoy que cumplimos una semana, para ser precisos que conmemoramos en México el Día Nacional del Libro, y en la fecha que también recordamos a Sor Juan Inés de la Cruz.

 

Finalmente, compañeras y compañeros, me parece que mejorar la relación de la lectura, el libro, la historia y el espacio de la biblioteca es un paso fundamental y obligado para ser un mejor país.

 

La lectura y el acceso al conocimiento son elementos de cohesión de tejido social y nos hacen también mejores seres humanos.

 

En 2014, este año de centenarios, como ya lo mencionaba, este país en marzo, para ser precisos, empezó hablando de paz, de Paz el escritor, pero también de paz como el anhelo nacional.

 

Vamos a cerrarle el año hablando de Revueltas, revueltas, por supuesto, el escritor, sus reflexiones, pero también revueltas en las calles, y  revueltas en el espíritu de miles de mexicanos. Por eso me parece que es hoy más que nunca pertinente  volver a buscar esas armas del conocimiento y de la preservación de la cohesión social en nuestro país.

 

Necesitamos trascender nuestro concepto en México como cuna de grandes escritores, y sin duda vamos en el camino correcto, pero también tenemos que empezar a ser una nación de más y de mejores lectores, sin duda contribuirá al desarrollo democrático. Es cuanto señor presidente. Muchas gracias.