A LA OPINIÓN PÚBLICA.
Entiendo la sobrerreacción de Jesús Ortega a las declaraciones y líneas de investigación que he planteado respecto a esclarecer y deslindar las responsabilidades para sancionar a los autores materiales e intelectuales de los hechos de terror perpetrados, contra estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, así como de las omisiones y complicidades en que pudieran haber incurrido autoridades de distintos órdenes de gobierno, e incluso dirigentes partidarios.
Sé que esto causa enojo e inquietud en algunos dirigentes de mi partido, quienes deberían entender, y asumir, que estos hechos han conducido al Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la peor de sus crisis y distanciamiento de la sociedad.
Mis planteamientos nada tienen que ver con asuntos de carácter interno, menos aún con algún ajuste de cuentas derivado de las diferencias que mantengo respecto a la línea política que se ha impuesto en la conducción del PRD. Por el contrario, se trata de un asunto de la mayor importancia y trascendencia pública, cuyo desenlace definirá el futuro de nuestro partido.
Por ello, lejos de eludir cualquier responsabilidad, la dirigencia, y todos los militantes perredistas, debemos contribuir y exigir que la investigación judicial que se lleva a cabo, llegue al fondo del asunto, que se conozca la verdad de los hechos y que los responsables, sea quien sea, paguen por los delitos cometidos.
Alejandro Encinas Rodríguez
Senador de la República
