La política exterior, como política de estado, debe involucrar a todos los actores involucrados en su elaboración, ejecución y vigilancia: Luz María Beristain


Luz María Beristain

Intervención en tribuna de la senadora Luz María Beristain Navarrete, del grupo parlamentario del PRD, durante la comparecencia del Secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, como parte de la glosa del Segundo Informe de Gobierno.

 

Luz María Beristain Navarrete, (LMBN): Muchas gracias, señor Presidente.

 

Gracias a los compañeros que aún nos acompañan.

 

Bienvenido, señor canciller José Antonio Meade. Yo no le voy a reclamar, nada más lo voy a exhortar, ya fueron muchos los reclamos, vamos a cambiarle el tono, pero obviamente haciendo las observaciones que hemos anhelado a hacer, y que por fin llegó el momento de poderlas hacer, con mucho respeto.

 

La política exterior debe  ser una política de estado, una política que no obedezca a caprichos u ocurrencias del gobierno en turno, debe ser una prolongación de lo que es la política nacional.

 

En este caso, hemos observado, tal vez por los antecedentes del trabajo que usted realizó anteriormente, que se han privilegiado más los temas comerciales.

 

Se ha hecho, al punto de vista de una servidora, se ha hecho más política comercial que política exterior con los postulados de la política exterior, que siempre han prevalecido a lo largo de la historia de nuestro país.

 

Como platicaba hoy con el senador Víctor Hermosillo, tenemos que generar equilibrios, porque, pues, hoy es un mundo globalizado en el que sin duda alguna los nexos comerciales son importantísimos.

 

No vemos mal salir a buscar la inversión extranjera.

 

No vemos mal consolidar nuestro potencial económico, pero nos parece que hay énfasis, que hay que hacer hincapié en los postulados de la política exterior de este país. Tal vez ahí ha sido un poco, le ha faltado, consideramos un poquito más.

 

Para el PRD, el concepto de política exterior abarca el conjunto de posiciones, aptitudes, decisiones, acciones y valores que un estado desarrollada más allá de sus fronteras.

 

Pero la calidad de política de estado tiene que ver con el interés nacional fincado en un proyecto de nación de largo plazo, que sirva al bienestar de la población y que sea convalidado por los legisladores.

 

No nos sentimos parte de la política exterior mexicano. Hablo como Secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República.

 

Nos sentimos un tanto ausentes, o a veces sentimos que somos utilizados como edecanes, porque nos llaman ya que tomaron las decisiones.

 

Hace un año le pedí a usted ¿Qué si podíamos instalar unas mesas, en el que revisáramos todos los tratados comerciales que ha firmado este país? porque ya son leyes, están al mismo nivel de la constitución.

 

Lo pedí, no se instaló. Ahora, el día de antier amablemente sus colaboradores ya me vinieron a decir que por fin lo van a hacer, no se le dio la importancia al caso, pero estoy segura que con el ofrecimiento que anterior me hicieron sus colaboradores, a partir de ahora vamos a poder entrar en materia.

 

Cada vez que viene Don Porfirio Muñoz Ledo a este Senado, nos reclama, a la Comisión de Relaciones Exteriores, dice: Pues ¿Dónde están los tratados?

 

¿Ustedes ya los revisaron todos?

 

¿Cuáles no se han firmado aún, porque hay firmas pendientes de este país?

 

Hagamos la revisión puntual de qué conviene firmar o que de plano podemos desechar. Analicémoslo.

 

De acuerdo al artículo 89 de nuestra carta magna, el Ejecutivo Federal tiene a su cargo la dirección de la política exterior; pero la dirección no es igual al monopolio.

 

La política exterior, como política de estado, debe involucrar a los distintos actores que intervienen en la elaboración, ejecución y vigilancia de las políticas públicas.

 

En tal sentido y por mandato constitucional, el Senado tiene a su cargo el análisis de la política exterior y el ejercicio del control político sobre el tema.

 

Como nunca este papel de los parlamentos deben ser relevante, y como nunca lo sentimos relegado.  Nos sentimos relegados.

 

Pero, bueno, vamos a pasar a otro tema.

 

Una pregunta concreta, que consideramos que es una omisión importante.

 

¿Por qué solo México, junto con Colombia, fueron los únicos que no exigieron el cese al bombardero de la Franja de Gaza?

Todos los países latinoamericanos se unieron diplomáticamente, en favor de la paz mundial. Hasta el mismo  Obama, pidió el cese de fuego.

 

No entendemos por qué. Por qué México no lo hizo.

 

Y una preguntita más, usted sabe que para el Servicio Exterior Mexicano, del cual me honro ser… bueno, representar a este Servicio, como miembro de la comunidad de licenciado en Relaciones Internacionales, la jubilación para los diplomáticos, es algo, es un tema urgente para revisar.

 

Usted debe estar enterado de que en la UNAM, concretamente en la Fundación UNAM, hay casos de funcionarios, en donde la edad no es un impedimento para desarrollar sus funciones.

Por qué no hacerlo con el Servicio Exterior Mexicano, donde tenemos a destacadísimos diplomáticos que han terminado, que por determinada edad se les ha obligado a jubilarse, cuando aún pueden aportar mucho al Servicio Exterior.

 

Por un lado, lo felicitamos porque sé que están revisando el tema de las pensiones. Pero, creemos que lamentablemente que al haberse frenado la Ley del Servicio Exterior Mexicano, porque se dio una mala información de parte de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, la cual usted estaba al frente, de que era muy costoso, y resulta que no, se dio un dato inadecuado. Apenas rebasa los 150 millones de pesos al año, y la Secretaría de Hacienda dijo en la Cámara de Diputados, que era el doble del presupuesto, 12 mil millones de pesos poderle dar una pensión digna a los 300 embajadores que la requieren. Ese caso hay que revisarlo.

 

Y sí, para que nada más para vacunarnos, de que no vuelva a ocurrir. Yo quiero leerle esto: “Los parlamentarios no somos invitados de piedra en la definición de la política exterior, señor Meade, recuerde que los legisladores somos productos de la historia, cultura y evolución de las naciones, y así queremos ser  vistos. No es correcto enterarnos a través de la prensa, de las acciones y decisiones que toman ustedes en política exterior sin consultarnos…”