Exige Fernando Mayans fortalecer Sistema de Ahorro para el Retiro para evitar eventual rescate


Fernando Mayans

Discurso del senador Fernando Mayans Canabal, del Grupo Parlamentario del PRD, al inaugurar el foro “Los desafíos de los sistemas de ahorro para el retiro”.

 

Fernando Mayans Canabal, (FMC): Buenos días a todos y a cada uno de ustedes, bienvenidos al Senado de la República.

 

Es un placer que nos acompañen el día de hoy sobre estos temas tan importantes y fundamentales para todos los mexicanos y mexicanas.

 

El tema que hoy nos convoca a este foro organizado por las Comisiones Unidas de Seguridad Social y de Hacienda y Crédito público del Senado de la República, nos invitan a realizar un proceso de análisis sobre la situación actual de los sistemas de ahorro para el retiro, que conlleva una serie de reflexiones en torno al cumplimiento de los objetivos que se plantearon en el momento de su creación y aprovecho para agradecerles a todos los panelistas que nos acompañan el día de hoy.

 

Muchísimas gracias por su tiempo, por su presencia,  por su dedicación, muy amables y muchas gracias.

 

De entrada, quiero comentarles que…y hay que decirlo, siguen latentes los problemas financieros de las principales instituciones responsables de brindar la seguridad social, problemas determinados en gran medida por el bajo crecimiento económico, altas tasas de informalidad laboral, el desempleo, inestabilidad laboral y la caída del valor de los salarios generales y de cotización, realidades que parecen que llegaron para quedarse como condiciones estructurales en nuestra economía.

 

Por otra parte, el Estado mexicano no ha sido capaz de garantizar a amplios sectores excluidos de nuestra sociedad el disfrute y ejercicio del derecho a la seguridad social.

 

A 17 años de haberse puesto en operación el sistema de pensiones de capitalización individual y creado la llamadas AFORE, el sistema acumula 2.3 billones de pesos de ahorro pensionario, pertenecientes a poco más de 51 millones de ahorradores, cifra que representa el 13.9 por ciento del Producto Interno Bruto del país.

 

De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), un trabajador con ingresos de cinco salarios mínimos que hubiese empezado a cotizar en 1997, en una AFORE de altos rendimientos y bajas comisiones, tendría hoy acumulados 209 mil 866 pesos, de los cuales 54.2 por ciento,  o sea  113 mil 724 pesos, corresponden a las aportaciones obligatorias y 45.8 por ciento, esto es un 96 mil 143 pesos a los rendimientos generados por la AFORE, que por cierto, dicho sea de paso, las administradoras han obtenido 228 mil 344 millones por concepto de comisiones a la fecha.

 

Muy bien, sin embargo cabe advertir que dicha cantidad serviría a este mismo trabajador para financiar una pensión por un monto de 2 mil 700 pesos mensuales durante 6 años; ello, sin considerar el gasto de la contratación de la pensión, el costo por ajuste anual de la pensión de acuerdo con el índice inflacionario y sobre todo sin considerar el costo de la contratación del seguro de sobrevivencia para sus familiares, como lo establecen las leyes del IMSS y del ISSSTE.

 

Estas cifras por sí solas evidencian la imperiosa necesidad de hacer un alto en el camino para evaluar la operación y tendencias que desde ahora se anticipan sobre el futuro del retiro de millones de trabajadores y el costo fiscal que para el Estado y la sociedad podrían llegar a representar su eventual rescate.

 

Esta revisión pasa al mismo tiempo por el análisis de las reformas constitucional y legal que en materia de pensión universal y seguro de desempleo, aprobada por la Cámara de Diputados en marzo pasado y cuya minuta se encuentra pendiente de análisis y dictamen en las Comisiones Unidas de Hacienda y Crédito Público y de Seguridad Social y de Estudios Legislativos primera, aquí en el Senado de la República.

 

Esta reforma constitucional estuvo acompañada, como se sabe, de la aprobación por la colegisladora del proyecto por el que sea crea la ley de pensión universal y se reforman y mencionan diversas disposiciones de las leyes del Seguro Social, del ISSSTE, de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, del INFONAVIT y Federal del Trabajo.

 

En el proyecto de la Ley de Pensión Universal se establecieron los términos y condiciones para el otorgamiento de la llamada “pensión universal”  para personas de 65 años y más sin pensión contributiva y para quienes, gozando de una pensión sin monto, no sea superior a mil 92 pesos.

 

El monto inicial de la pensión universal se fijó en 580 pesos mensuales, es decir, menos de la mitad del costo de la canasta básica de inventario urbana del 2012.

La minuta turnada por la Cámara de Diputados establece un ajuste anual del monto inicial de 580 pesos conforme la inflación hasta alcanzar en un periodo corto de 15 años, un monto de mil 92 pesos.

 

Se ha señalado por los impulsores de esta reforma que las modificaciones, particularmente a la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro tienen, entre otros objetivos, asignar el ritmo de disminución de comisiones, negar la comisión  que cobran las AFORES al desempeño, profundizar la diversificación de las inversiones e incrementar el financiamiento de proyectos productivos, promover mayor competencia entre estos  nuevos modelos de traspasos, estimular el ahorro voluntario y proporcionar un mecanismo simple para la designación de beneficiarios y facilitar a los beneficiarios el retiro de sus recursos.

 

En términos generales, se aduce que estas modificaciones tienden a lograr un sistema de ahorro para el retiro más sólido, a fin de ofrecer mejores alternativas para acumular mayores recursos que resulten en mejores pensiones.

 

Efectivamente, deben buscarse éste y otros objetivos si tomamos en cuenta la alta pasividad de cuentas en el sistema en el que de 51 millones de cuentas registradas, poco más de 20 millones son cuentas activas, y si consideramos diversas proyecciones que señalan que el Sistema de Pensiones para Trabajadores del Sector Privado vía AFORES no otorgará pensiones dignas porque los trabajadores se estarán retirando con 35 y 40 por ciento de su último salario de cotización en el mejor de los casos, porque se estima que la gran mayoría de los trabajadores no alcanzarán a acumular los recursos suficientes para financiar su pensión.

 

Bajo estas condiciones, son varias interrogantes que debemos plantearnos todos:

 

¿Están garantizados los beneficios que se ofrecen a la clase trabajadora con este sistema de cuentas individuales administrada por las AFORES?

 

En realidad, después de 17 años de operación, ¿el SAR está consolidado como un esquema robusto y seguro para otorgar pensiones dignas?, porque hemos escuchado opiniones que sostienen que la reforma a la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro debiera comprender otros parámetros no contenidos en la misma, que tienen que ver con el nivel de aportaciones, el rendimiento que genera el sistema, la edad de retiro y la competencia entre administradores.

 

Es indiscutible que en el panorama por el que atraviesa el SAR y su problemática real depende estructuralmente de los altos índices de desempleo e inestabilidad laboral, pensión y bajos salarios de cotización que generan a su vez  mayores tasas de pasividad y menores tasas de ahorro individual.

 

Al respecto, de acuerdo con el INEGI, el mercado sigue exhibiendo niveles de desempleo superiores a los previos a la crisis del 2008 y 2009.

 

El desempleo se mantiene en los mismos niveles que en 2013, con una tasa de 4.92 por ciento de la población económicamente activa compuesta por 52 millones de personas, las que se traducen en 2.7 millones de mexicanos en la desocupación.

 

Las condiciones del mercado laboral en nuestro país no muestran signos de mejoría, lamentablemente. Seis de cada diez mexicanos laboran en condiciones precarias, sin salarios fijos, sin prestaciones laborales y lo que es peor, sin seguridad social.

 

Estimados compañeras, compañeros, amigos todos, participantes de este evento y de los medios  de comunicación: Desde nuestra óptica, no será con reformas parciales como habrán de superarse los problemas que aquejan al sistema de pensiones de capitalización individual en vigor a partir del 1° de julio de 1997, no obstante que hoy reconocemos como un avance la implementación de programas que buscan reducir los altos niveles de informalidad y desocupación.

 

Lo hemos señalado en repetidas ocasiones, si no se emprenden acciones en reformas efectivas e integrales desde el poder Ejecutivo y Legislativo, no habremos de revertir el estado actual de cosas en el que sólo podemos ver una luz pequeña y lejana de un túnel, que se aprecia casi infinito, del otorgamiento de pensiones dignas y la ampliación en el acceso de pensiones dignas y la ampliación de la seguridad social a los servicios de salud, a los salarios generadores  y al empleo digno.

 

Sin duda alguna, este ejercicio como el que realizamos hoy en este foro, contribuye a este propósito, pero no podemos ni debemos agotar las posibilidades de escuchar otras opiniones que apuntan la necesidad de una revisión más profunda de este sistema y de la seguridad social en su conjunto, en la que se incluye también la de los sistemas de pensiones en las entidades federativas y los regímenes públicos de pensiones y jubilaciones establecidos por contratación colectiva y comisiones generales de trabajo.

 

Coincidimos plenamente con el llamado que hacen los diputados en nombre del diputado Miguel Ángel Raya, que le ha hecho al Ejecutivo para que, por mandato del Congreso de la Unión, convoque a la creación de un grupo de trabajo conformado por especialistas que realicen un estudio del Sistema de Ahorro para el Retiro a fin de analizar los factores económicos y financieros, actuariales y legales que inciden sobre las pensiones que reciben los trabajadores en su edad de retiro.

 

Concluyo señalando que, cuando en su momento se propuso este Sistema de Ahorro para el Retiro, se dijo que su objetivo se centraba en proporcionar a la ciudadanía un sistema de pensiones eficiente y financieramente sustentable para garantizar de manera transparente y justa el otorgamiento de una pensión digna para los trabajadores al momento de su retiro.

 

Se sostuvo que frente a la compleja problemática por la que atravesaban las instituciones que brindan los servicios de seguridad social, el Congreso de la Unión tuvo que aprobar una nueva Ley del Seguro Social que tendría profundas consecuencias para el futuro de los trabajadores mexicanos.

 

Hoy, ese futuro es el presente y, si somos objetivos, pareciera que nos encontramos casi en el mismo sitio y frente al mismo y enorme reto de antaño: Garantizar a los trabajadores pensiones justas para poder vivir con decoro al final de su vida productiva junto con sus familiares.

 

Bienvenidos sean a este foro, esperamos su exitoso desarrollo de sus mesas temáticas en la sede del Senado de la República, en este auditorio que honra al maestro Octavio Paz, siendo prácticamente las diez de la mañana, del día miércoles primero de octubre de 2014, se inaugura el foro “Los desafíos del sistema de ahorro para el retiro”.

 

Enhorabuena y éxito para todos los ponentes y público asistente; por su presencia, muchísimas gracias.

 

Bienvenidos todos.