La gran reforma pendiente es la del gasto público, advierte GPPRD en el Senado ante el titular de la Secretaría Hacienda


Mario Delgado

·        El gobierno federal gasta mal y a destiempo: el valor agregado del gasto público es nulo en algunos sectores productivos, o mínimo en otros

 ·        Subrayó que en México, durante 2013, se registró el peor crecimiento económico desde el sexenio de Miguel de la Madrid

 

La gran reforma estructural pendiente en nuestro país es la reforma del gasto público, advirtió el senador Mario Delgado Carrillo, al presentar en la tribuna del Senado de la República el posicionamiento del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD), con respecto a la política económica en México.

En el marco de la comparecencia del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, para la glosa del Segundo Informe de Gobierno, el legislador advirtió que el único sector de la economía que no ha estado sujeto a ninguna penuria es el sector público y su creciente burocracia.

En 2013 el gobierno federal apostó a pedir el déficit público más grande de los últimos 25 años, recordó, “con el fin de tener los recursos para articular una política de gasto contracíclica y estimular el crecimiento”. Sin embargo, interpuso “el criterio supremo” de poner la caja del gobierno por encima de la economía.

Añadió que en el segundo semestre de 2013, mientras miles de mexicanos caían en desgracia económica, el titular de la SHCP prefirió aumentar el déficit público en lugar de cumplir con la ley y apretarle el cinturón al gobierno. “Mejor endeudar a los mexicanos que reducir los spots de televisión”, lamentó.

El Senado interpuso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una controversia constitucional por ese manejo, que está pendiente de resolverse, reportó el senador.

Delgado Carrillo preguntó al titular de la Secretaría de Hacienda: ¿Por qué no crecemos a pesar de que gastamos más? Él mismo respondió: Gastamos mal y a destiempo. Indicó que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reporta que el valor agregado del gasto público es negativo, o cercano a cero, en los sectores de la construcción, manufacturas y empresas públicas energéticas; en salud y educación apenas supera uno por ciento.

Adicionalmente, en los últimos diez años, el gasto corriente ha crecido en promedio por encima de la economía y el comportamiento del gobierno es voraz: cada vez le quita más recursos al sector productivo para destinarlo a un gasto claramente improductivo. Por lo anterior, Delgado Carrillo insistió en que la gran reforma estructural pendiente es la reforma del gasto público.

Reportó que el año pasado se registró el peor crecimiento económico desde el sexenio de Miguel de la Madrid. Añadió: “La historia económica de 2013 terminó como un triste juego de ruleta para las y los mexicanos: en donde cuatro pronósticos se hicieron y cuatro veces se falló”.

El legislador, integrante de la Comisión de Hacienda en el Senado, aseveró que el gobierno federal prefiere tener finanzas públicas sanas, incluso a costa de tener una economía desahuciada. En ese sentido, reconoció que el gobierno ha recaudado más, pero la economía se afianzó en su letargo.

“Nos da cifras alegres de la caja del gobierno, pero no habla de los bolsillos de la gente, no habla de la caja de las miles de empresas que han tenido que cerrar: cien mil empleadores menos en lo que va del año y el poder adquisitivo de los trabajadores, en el primer trimestre nada más se redujo 5.7 por ciento” replicó al titular de la SHCP.

Apuntó que el mal desempeño de la economía es resultado de decisiones de política económica, no de factores internos o externos. Por ello, consideró necesario “redimir a la economía mexicana de la política económica implementada por este gobierno”.

Además, llamó a plantear una ruta de recuperación del salario mínimo y reportó: el 65 por ciento de los negocios en el país que emplean hasta dos personas tienen 17 por ciento del los empleados del país, sin embargo, concentran apenas 1.4 por ciento de las remuneraciones. Es decir, que el promedio de ingreso no alcanza para salir de la pobreza.

Finalmente, señaló que la reforma energética está convertida en una extensión de la reforma fiscal. La energética era la última oportunidad para cambiar condiciones estructurales que han impedido el crecimiento “pero se impuso la visión cortoplacista, en el manejo del activo más importante de la nación: monetizar lo más pronto posible y la mayor cantidad posible de petróleo, en lugar de invertir con un criterio de largo plazo”, lamentó.