México demanda un Senado de la República al servicio de las causas de la población: senador Miguel Barbosa


Miguel Barbosa
  • Hoy se requiere que las instituciones del Estado cumplan las aspiraciones y demandas de una sociedad plural

 

  • PRD ha respetado institucionalidad y defendido la legalidad del Senado de la República

 

En los actuales tiempos de democracia y pluralidad política en México, el fortalecimiento de las instituciones del Estado mexicano es clave para cumplir las aspiraciones, demandas y anhelos de una sociedad más plural y diversa, aseguró el coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa Huerta.

 

El legislador poblano afirmó que un Senado de la República robusto debe estar al servicio de México, una institución que fortalezca su papel como factor clave en el Pacto Federal y cercano a la representación social.

 

“Desde nuestra visión, el país necesita un Senado y un Congreso fuerte que permita hacer efectivo el equilibrio de Poderes en beneficio de la democracia y el desarrollo político de la sociedad”, agregó.

 

Barbosa Huerta aseguró que los mexicanos requieren de una Cámara de Senadores transparente en sus procesos, organización y funcionamiento; productivo en sus resultados legislativos, cercano a la gente, “esas son cualidades de una institución en tiempos de democracia y pluralidad política”, reiteró.

 

Afirmó que en los dos años de la LXII Legislatura, el Grupo Parlamentario del PRD ha respetado la institucionalidad, impulsado el fortalecimiento del Senado, pero sobre todo, se ha procurado defender la legalidad y hacer valer la normatividad interna en coyunturas complicadas, como ocurrió en el proceso de la reforma energética.

 

El senador Miguel Barbosa expuso que en las últimas dos décadas el Poder Legislativo ha experimentado cambios que lo han colocado en un lugar protagónico en las transformaciones fundamentales del país.

 

“No ha sido un proceso sencillo o simple, sino un paulatino avance de construcción y aplicación de las mejores prácticas de la política. Básicamente se produjeron cambios en aspectos relacionados a los derechos políticos y ciudadanos, lo que permitió el avance de la pluralidad en los espacios de poder público”, explicó.

 

Dijo que estas características se reflejan ahora en varios ámbitos sociales, como son: la defensa de los Derechos Humanos, la rendición de cuentas y las reglas que regulan la competencia electoral.

 

El coordinador parlamentario del PRD destacó que los contrapesos en los Poderes del Estado son un elemento esencial de las democracias modernas y un signo de su desarrollo, situación que no ocurría cuando el Congreso mexicano era unipartidista.

 

Después de la reforma política de 1977, existía la presencia de legisladores de la oposición, pero su papel, aunque importante en la tribuna, era testimonial. Los senadores y diputados federales estaban sometidos a las decisiones del Presidente. Lo mismo que ocurría con los diputados locales y los gobernadores, indicó.

 

Agregó que a partir de 1988, el avance de la pluralidad política, la rendición de cuentas, la existencia de una sociedad más informada y con mayores niveles de participación, propiciaron que el Presidente de la República ya no fuera el principal legislador, sino parte de un proceso de generación de acuerdos para que una reforma legal o constitucional fuera aprobada en el Congreso y por la mayoría de las legislaturas estatales.