Por la justicia fiscal en México / Excelsior


Fernando Mayans
  • La retribución a los estados, principalmente los productores de hidrocarburos, de lo mucho que aportan al país es un logro de la izquierda.

Agua de Tabasco vengo y agua de Tabasco voy, de agua hermosa es mi abolengo  y es por eso que aquí estoy,
dichoso con lo que tengo.

Carlos Pellicer Cámara

 Las modificaciones a la integración de la Recaudación Federal Participable, al factor para determinar el Fondo de Extracción de Hidrocarburos (Fexhi), y la creación del Impuesto por la Actividad de Exploración y Extracción de Hidrocarburos aunque aún son insuficientes, representan un avance en favor de los estados productores de hidrocarburos resultado de la lucha de la izquierda mexicana, del gobernador de Tabasco, Arturo Núñez; de Andrés Manuel López Obrador, del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, de los 35 legisladores tabasqueños del PRD, PT, PAN, MC e independientes que manifestamos públicamente la exigencia de todo un pueblo del sureste mexicano para alcanzar la justicia fiscal retributiva de las aportaciones de hidrocarburos al país.

Desde la izquierda mexicana hicimos ver todo el tiempo que los descalabros financieros dictados en el gobierno de Felipe Calderón, entre otros factores, restaron capacidad económica a los estados. De igual forma, el cambio en el Fexhi, tras pasar de 0.65% en el planteamiento original de la iniciativa del Ejecutivo federal, a 0.87% en el Legislativo, evidencia que los porcentajes no se incrementaron por las buenas intenciones del gobierno federal ni de los promotores de la Reforma Energética.

Es el caso de Tabasco, que se encuentra en los primeros lugares de pobreza en México, aunque es uno de los estados más ricos en hidrocarburos que aportan recursos financieros a la Federación para que la sociedad mexicana pueda subsistir. De no realizar las modificaciones a la Recaudación Federal Participable, al Fexhi y la creación del Impuesto por la Actividad de Exploración y Extracción de Hidrocarburos, el resultado sería grave e injusto pues afectaría las transferencias a las 32 entidades federativas y, en particular, a los estados productores de petróleo y gas.

A partir de la reforma al sistema de participaciones en 2007-2008, que privilegia el coeficiente poblacional, Tabasco pasó a ser la única entidad federativa que observa un crecimiento real negativo en sus ingresos por participaciones federales, de alrededor de 12.90% en el periodo 2007-2012, es decir, 28 mil millones de pesos. De haberse mantenido el sistema de participaciones, Tabasco estaría recibiendo en 2014 del Fondo General de Participaciones alrededor de 14 mil 900 millones de pesos en lugar de los 22 mil  millones de pesos proyectados para este año. Tabasco está dejando de recibir transferencias federales por más de siete mil millones de pesos durante 2014, a pesar que entregó a la Federación, en 2013, 174 mil millones de pesos de exportaciones de su producción de petróleo.

Por otra parte, como senador, presenté el 4 de junio de 2014 un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente para garantizar una compensación justa a los estados y municipios productores de petróleo, por su significativa actividad extractiva y su aporte a la economía y riqueza nacionales, independientemente de la firme oposición que mantengo en contra de la Reforma Energética privatizadora reciente.

La exigencia del trato fiscal justo por parte de la Federación para los estados va más allá de la coyuntura en el marco de la Reforma Energética, porque se trata de que hoy los recursos de México se destinen con equidad y justicia a los estados, al pueblo lastimado por equivocadas políticas retributivas en la materia.

Estoy convencido que con la consulta pública como espacio genuino de expresión de la voluntad popular, podremos revertir la Reforma Energética privatizadora del PRI y PAN; pero es necesario actuar con madurez y anteponer a cualquier otro interés que los beneficios producto de la riqueza nacional en hidrocarburos se destinen por ley a las necesidades del pueblo de México.